Desde hoy y hasta el domingo, 13 de julio, Igualada vuelve a mirar al cielo. Lo hace, como cada verano, con la emoción de ver despegar decenas de globos aerostáticos en el European Balloon Festival (EBF), pero este año con una mirada especialmente tierna: la de los niños. La 29ª edición del certamen, el más importante del sur de Europa, pone a los más pequeños en el centro de la experiencia con una programación pensada para hacerlos sentir, literalmente, en las nubes.
Media docena de globos en el encapotado cielo de Igualada
La gran protagonista de esta edición es la nueva cesta Kids Balloon View, una innovación de la empresa igualadina Ultramagic, que permite a los menores de 8 años disfrutar del vuelo gracias a una pared transparente.
Esta mejora, pensada para superar la barrera de altura que impide a los más pequeños ver el paisaje desde una cesta convencional, ha sido diseñada especialmente para esta edición del festival. El estreno mundial de este nuevo modelo ha tenido lugar hoy jueves, durante el vuelo inaugural del festival, en el Parc Central de Igualada.
Por otro lado, 60 niños y niñas han tenido la oportunidad de elevarse en vuelos cautivos, tras participar en un sorteo a través de las redes sociales del festival. Los afortunados volaron por primera vez el martes, dos días antes del arranque oficial.
Una pareja de globos durante el vuelo inaugural
El festival también cruza la pantalla: el canal infantil Sx3 de 3Cat emite un episodio especial de Titó dedicado a los globos aerostáticos. En él, el popular personaje visita la fábrica de Ultramagic para descubrir cómo se construyen estos gigantes del aire, y acaba volando. Además, y como parte de esta edición centrada en el público infantil, la escritora Àngels Pineda y el ilustrador Xavier Mula presentan el cuento Vull volar en globus, inspirado en el propio festival.
El casco urbano de Igualada a los pies de uno de los ingenios participantes en el vuelo inicial
Durante toda la semana, los Iglús de Vent —estructuras efímeras hechas con telas recicladas de globos— llenan diferentes puntos de la ciudad con actividades culturales, deportivas y creativas. En ellos, los niños pueden escuchar cuentos, participar en talleres de circo, disfrutar de conciertos infantiles o sorprenderse con espectáculos de payasos y música. Se trata de una propuesta que combina sostenibilidad, arte y pedagogía, en línea con la filosofía del festival.
Entre vuelo y vuelo —cada mañana a las 6:30 h y cada tarde a partir de las 19:30 h— se mantiene la esencia competitiva del certamen, con equipos llegados de países como Brasil, Francia, Lituania, Suiza, Inglaterra o Estados Unidos.
Preparativos para el vuelo inaugural del festival que se celebra estos días en Igualada
Uno de los momentos más esperados será el Vuelo de ciudad del viernes por la mañana, cuando los globos despegarán desde diversas plazas del centro, ofreciendo una postal aérea única de la capital de Anoia. Y, por supuesto, el sábado por la noche llegará el tradicional Night Glow, con globos iluminados al ritmo de la música, seguido de un concierto que pone el broche festivo a la jornada.
La cesta transparente diseñada para que los más pequeños pueden disfrutar de la experiencia del vuelo
Con esta edición, Igualada no solo refuerza su identidad como “ciudad de globos”, sino también como Ciudad Amiga de la Infancia, título otorgado por UNICEF. Porque este año, más que nunca, el festival invita a soñar. Y nadie sabe soñar mejor que los niños.