El tren lanzadera al aeropuerto de El Prat sale de la fábrica para entrar en la fase de pruebas

Movilidad

Los convoyes fabricados por Alstom en Santa Perpètua serán operados por FGC en las vías de la red de Rodalies a partir de finales del 2026 o principios del 2027

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Momento en el que el nuevo tren salió del taller de Alstom para ser exhibido en un acto con el presidente de la Generalitat

Mané Espinosa

El futuro ferroviario de Catalunya está concentrado en la fábrica de Alstom en Santa Perpètua. En la misma vía que hace diez meses dio sus primeros pasos el primero de los nuevos trenes de Rodalies, hoy los ha dado el nuevo tren lanzadera al aeropuerto de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC).

Es el primero de los diez convoyes que prestará servicio entre Sant Andreu y la terminal 1 del aeropuerto de El Prat, pasando por Passeig de Gràcia, Sants, Bellvitge, El Prat y la terminal 2. Tendrá una frecuencia de paso cada 15 minutos a partir de finales del 2026 o principios del 2027, un plazo bastante amplio por si se tuerce alguna cosa por el camino. Antes será imprescindible que se acaben las obras del nuevo acceso ferroviario, cuya primera piedra se puso en el verano del 2015 y está previsto que acaben en los próximos meses.

Ese plazo deberá aprovecharse en paralelo para realizar las pruebas del nuevo tren, que arrancan ahora. Primero se harán, tanto dinámicas como estáticas, en la vía que la empresa fabricante tiene en el interior de su centro industrial. En una fecha aún por determinar, el tren saldrá a la red ferroviaria de interés general a circular en un entorno real, como ya están haciendo dos de los nuevos trenes de Rodalies, con sus correspondientes ensayos de tracción, frenado, comportamiento dinámico, señalización y telecomunicaciones, entre otros. Para alcanzar esa etapa, el primer tren deberá salir de la planta por carretera si quiere hacerlo antes de marzo ya que el corte de la línea de Vic para desdoblarla ha dejado desconectada temporalmente la fábrica de Alstom.

Cuando finalice todo el proceso de validación, hasta la nueva estación bajo la T1 de El Prat llegarán únicamente los nuevos trenes de FGC. Renfe dejará de prestar el servicio hasta el aeropuerto que ha venido ofreciendo durante los últimos cincuenta años para dejar paso al nuevo tren lanzadera, que circulará bajo el nombre comercial de R-Aeroport.

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Nuevo tren de FGC expuesto en una de las vías de la planta de Alstom

Mané Espinosa

La denominación que este viernes ya ha aparecido estampada en el nuevo tren ha estado pendiendo de un hilo hasta el último momento. Es con la que se venía trabajando desde que el Govern de Quim Torra hizo el encargo a FGC hace seis años, lo que provocó un gran enfrentamiento con Renfe. Los socialistas criticaron entonces la cesión a FGC, pero cuando Salvador Illa llegó a la Generalitat optaron por ratificar la planificación que había dejado Junts en su momento, con un servicio calificado de prémium que irá con una tarifa especial, superior a los 5 euros, a imagen y semejanza de los trenes de estas características en otras ciudades europeas. 

Lo único que estaba en debate durante los últimos meses era el nombre, ya que los actuales responsables del Govern y de FGC no tenían claro si debía utilizarse la R de Rodalies o era mejor desmarcarse con otra denominación. Illa y el presidente de FGC, Carles Ruiz, lo han bautizado finalmente como R-Aeroport, acompañados del presidente de Alstom en España, Leopoldo Maestu.

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El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, acompañado del presidente de Alstom, Leopoldo Maestu (a la izquierda), y del de FGC, Carles Ruiz (a la derecha)

Mané Espinosa

La principal diferencia a simple vista con los nuevos convoyes de Rodalies será el color: verde lima para FGC, naranja para Rodalies. El modelo de Alstom a partir del cual se han construido ambos trenes es el mismo: el Coradia que ya funciona desde hace tres años en unos trenes regionales de Luxemburgo. En el caso de Catalunya, tanto el de FGC como el de Renfe llevan una R en el morro, como si formaran parte de un sistema conjunto de transporte pese a ser gestionados por dos operadores distintos.

Además del color, la diferencia más visible se encuentra básicamente en el interior, con el tren de FGC equipado con pasillos más amplios, lugares para cargar maletas y pantallas en las que se informará de las próximas salidas y llegadas de los vuelos en el aeropuerto. Además, todos los vagones (cinco) serán de una sola planta, en lugar de combinar coches de una y dos plantas como los de Rodalies, donde prima la capacidad. Estos tendrán espacio para 656 viajeros, de los cuales 202 tendrán asiento.

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Interior del nuevo tren de FGC

Mané Espinosa

Desde el andén, si no fuese por el color tan diferente, los turistas y usuarios esporádicos confundirían fácilmente el tren lanzadera con uno de los nuevos trenes de Rodalies, cuya entrada en servicio se espera para antes del verano del año que viene, meses antes que el tren lanzadera. 

Cuando ambos circulen, estarán obligados a convivir en las mismas estaciones y vías, tensionando unos túneles y unas infraestructuras ferroviarias, como las de Sants, que ya se encuentran al límite de su capacidad. Además de Renfe, la asociación de promoción del transporte público (PTP) ha sido siempre muy crítica con la solución escogida.

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