Seguro que recuerdan con exactitud dónde y qué estaban haciendo el pasado 28 de abril, cuando España y Portugal se quedaron literalmente a oscuras por un gran apagón. Precisamente ese día se estaba grabando el anuncio que arropa la campaña de publicidad que ayer presentó la Conselleria d’Interior para animar a la ciudadanía a confeccionar y tener en casa su propio kit de emergencias.
En esos primeros momentos de incertidumbre, dudas y angustia, los transistores a pilas se convirtieron en los mejores aliados de unos ciudadanos incomunicados. Precisamente ese aparato de radio de toda la vida es uno de los elementos que no debería faltar en esa mochila que apadrinó la consellera de Interior, Nùria Parlon, arropada por la plana mayor de emergencias de su departamento.
La mochila tiene que tener los utensilios básicos para afrontar las primeras horas de una situación excepcional
La iniciativa está liderada por Protección Civil, que desde hace una década reiteradamente anima a la ciudadanía a dotarse de esos utensilios elementales para gestionar con serenidad las primeras horas de una emergencia. Una propuesta que en los próximos días se presentará a la población en formato spot en las televisiones, cuñas radiofónicas y páginas de publicidad en los medios escritos.
Esa mochila, resistente y que debería estar en un lugar conocido por todos los habitantes de ese hogar, y mejor si es cerca de la puerta principal, se rellena sobre todo con mucho sentido común. ¿Qué no debería faltar? Un litro y medio de agua por día y por miembro de la familia.
Se trata de una mochila que, dependiendo de la emergencia, probablemente no saldrá de casa, porque las crisis vinculadas con los episodios climáticos, como inundaciones o incendios, acostumbran a ir acompañadas de una orden de confinamiento, a no ser que las autoridades manden lo contrario.
Cada kit de supervivencia estará determinado por las circunstancias de las personas que conforman esa familia o que conviven en ese hogar. Si hay menores, bebés, o personas dependientes, habrá que tener en cuenta las medicaciones, alimentos y artículos de higiene concretos para ellos.
No hay que olvidar a las mascotas , y en el momento de elaborar la bolsa con el agua y comida no perecedera, añadir las porciones de bebida y alimentos para los animales de la casa.
El kit está diseñado para gestionar de manera autónoma la emergencia durante las primeras 72 horas, que es el patrón que marca la Unión Europea. En ese tiempo las personas deberían poder valerse por si mismas, a la espera de ser atendidas o de que se diera por zanjada la crisis.
La mochila de emergencia requiere sobre todo de sentido común. A ese litro y medio de agua por día y por persona, y los productos de alimentación perecederos bien envasados, como las latas de conservas o las bolsas de frutos secos, hay que añadir pilas, con su transistor, y otro juego de baterías para una linterna. Además, una batería con su cable con capacidad para varias cargas completas del teléfono móvil.
En el apartado del medicamentos, además de un botiquín básico, hay que añadir la medicación crónica para tres jornadas. También habrá que disponer de una bolsa de plástico con fotocopias de los documentos más importantes.
No está de más tener una segunda mochila preparada ante la necesidad de evacuar el domicilio. Los que han sufrido en primera persona las secuelas de un gran incendio forestal saben lo que es recibir la orden de desalojar, salir de casa corriendo y apenas disponer de unos minutos para preparar una bolsa para esos primeros días. Son instantes de tensión en los que no se encuentra nada de lo que se busca. De ahí que haya gente que tiene esa bolsa preparada y que es muy parecida a la que cualquiera de nosotros haría para una escapada de fin de semana: algo de ropa, un par de mudas, elementos de higiene personal y la medicación crónica si se está tomando. Tenerlo preparado ayuda a gestionar esos primeros momentos de la crisis. Se trata en definitiva, y en palabras de la consellera, no de generar alarmismo, sino de ser corresponsables de nuestra seguridad. Y en la maleta, seguro que siempre hay espacio para un buen libro.
Europa marcó la pauta
Las líneas básicas del kit de supervivencia europeo presentado el pasado marzo por Bruselas marcan la pauta a los distintos estados y también a la versión catalana presentada ayer por la consellera Parlon. Las recomendaciones de las autoridades comunitarias incluían agua potable que garantice la hidratación al menos 72 horas; alimentos no perecederos que no requieran refrigeración ni preparación compleja; un botiquín de primeros auxilios con los medicamentos y suministros necesarios para atender emergencias médicas básicas; una linterna de alta luminosidad; un mechero duradero; una navaja multiusos; un saco de dormir térmico; un cargador de móvil; una batería externa para asegurar la carga de los dispositivos móviles y una radio a pilas.


