25 años de eternidad: cuando el románico de La Vall de Boí se convirtió en universal

Turismo

En el año 2000, la UNESCO reconoció como patrimonio mundial al icónico conjunto del románico lombardo de las nueve iglesias de La Vall de Boí

Visita guiada frente al campanario de Sant Climent de Taüll

Visita guiada frente al campanario de Sant Climent de Taüll

Òscar Rodbag / Archivo Patronato Vall de Boí

Durante la noche del 30 de noviembre de 2000, La Vall de Boí, L’Alta Ribagorça y toda la demarcación de Lleida estaban pendientes de lo que estaba a punto de ocurrir en la otra punta del mundo. En la ciudad australiana de Cairns, los máximos responsables de la UNESCO tenían que pronunciarse sobre la candidatura del románico de La Vall de Boí para ser patrimonio mundial.

Detalle de las pinturas murales en Sant Joan de Boí

Detalle de las pinturas murales en Sant Joan de Boí

Òscar Rodbag / Archivo Patronato Vall de Boí

El expediente 988 se resolvió favorablemente y la fecha se convirtió en un punto y aparte en la historia contemporánea de La Vall de Boí. La candidatura había sido impulsada años atrás por la Diputación de Lleida, con su entonces presidente, Josep Pont, al frente, mientras que el Ayuntamiento de La Vall de Boí, que por aquel entonces lideraba el alcalde Joan Perelada, se encargó de presentarla a la UNESCO. Ambas instituciones habían confiado desde el primer momento en este patrimonio y en sus posibilidades de convertirse en patrimonio mundial.

Recorrido por el pórtico románico de Sant Feliu de Barruera

Recorrido por el pórtico románico de Sant Feliu de Barruera

Òscar Rodbag / Archivo Patronato Vall de Boí

Las nueve iglesias reconocidas en dicha declaración son Sant Climent y Santa Maria de Taüll, Sant Joan de Boí, Santa Eulàlia de Erill la Vall, Sant Feliu de Barruera, la Nativitat de Durro, Santa Maria de Cardet, la Assumpció de Cóll y la ermita de Sant Quirc de Durro. Construidas entre los siglos XI y XII, todas fueron encargadas por los señores de Erill y forman un conjunto icónico del románico lombardo, considerado el estilo arquitectónico de referencia para los nobles de la época.

Ese 30 de noviembre, la UNESCO valoró dos características primordiales del románico de La Vall de Boí: por una parte, ser un testimonio de los intercambios culturales ocurridos en todo el continente europeo durante la edad media, con el valor añadido de que atravesaron los Pirineos; y, por otra parte, representar un ejemplo de arte románico que se ha mantenido casi intacto en un entorno natural y urbanístico poco alterado, algo fundamental para la comprensión de la arquitectura medieval en el emplazamiento primigenio.

Obtener el sello de la UNESCO, en el año 2000, marcó un antes y un después en La Vall de Boí, que vio multiplicado el turismo cultural

El hecho de que las pinturas murales originales que se habían conservado hasta principios del siglo XX se encontraran en el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC), en Barcelona, no resultó un handicap para la resolución final. En definitiva, el reconocimiento internacional seguramente fue el revulsivo necesario para que, en 2013, se instalara el mapeo de las pinturas de Sant Climent de Taüll, que permite contemplar al emblemático Cristo en Majestad en su emplazamiento genuino.

Vista del entorno natural desde Santa Maria de Cardet

Vista del entorno natural desde Santa Maria de Cardet

Òscar Rodbag / Archivo Patronato Vall de Boí

El turismo cultural en La Vall de Boí se multiplicó rápidamente desde la obtención de este reconocimiento. De hecho, la cifra anual de visitantes se ha cuadriplicado en estos 25 años. Esto demuestra que el sello de la UNESCO es el sello de prestigio en el ámbito del patrimonio cultural y resulta un marco inestimable para la conservación, promoción, estudio y proyección del conjunto monumental de La Vall de Boí. Y, además, ha permitido atraer a turistas interesados en conocer un municipio y una población local que cuida su patrimonio y también su historia.

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