Pescado de proximidad: del mar a la mesa

Consumo responsable

La Generalitat estrena un espot que promueve el consumo de pescado de proximidad a fin de preservar el sector pesquero

“I tota la pesca” es una campaña para reconocer el papel esencial del sector pesquero 

Departament d'Agricultura, Ramaderia, Pesca i Alimentació

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En los puertos de Catalunya se comercializan más de 200 especies de pescado y marisco, pero muchas de ellas no son suficientemente conocidas por los consumidores. El Govern quiere cambiar esta situación y la caída de ventas de los últimos años de un alimento que contiene proteínas de alta calidad, ácidos grasos omega-3, vitaminas y minerales, esenciales en una dieta saludable. Por este motivo, ha puesto en marcha la campaña “I tota la pesca” que promueve el consumo de pescado de proximidad en los hogares. A través de un viaje de los boquerones del mar hasta el plato, un espot ilustra el trabajo que hay detrás del sector pesquero, desde que los peces son capturados por los pescadores, vendidos en la cofradía por los mayoristas y llevados al mercado, donde las pescaderías los ponen al alcance de los consumidores.

La campaña está impulsada por el Departament d'Agricultura, Ramaderia, Pesca i Alimentació, junto con los agentes del sector, con el objetivo de promover el consumo de productos de la flota pesquera catalana, y de esta forma, garantizar una proteína azul de proximidad, sostenible, y favorecer el mantenimiento de la cultura marinera en nuestro país.

Las encuestas indican que los catalanes no valoramos suficientemente las especies de pescado autóctonas. De hecho, de media un consumidor conoce como máximo cinco especies y, en general, siempre compra los mismos productos del mar. Concretamente, en 2022 se consumieron en Catalunya más de 67.000 toneladas de pescado fresco, de los cuales la merluza y el salmón encabezaban el ranking de los preferidos, seguidos por el bacalao y la dorada, y a más distancia el boquerón y la lubina. Es decir, sólo seis especies, la mayoría procedentes de fuera de Catalunya, representan más del 60% del total consumido.

Bacaladilla, besugo blanco y caballa

A pesar de ello, en el mercado existen otras especies locales asequibles, con excelentes propiedades nutricionales, que son poco conocidas y valoradas por los consumidores. Estas son, por ejemplo, la maira, el besugo blanco, la boga o la caballa.

Otras especies destacadas que podemos poner en la mesa y son un placer para el paladar son la melva y el bonito, que se encuentran principalmente en las lonjas de Roses, Palamós y Arenys de Mar; la canana, que se encuentra en las lonjas de la Ràpita, l'Ametlla de Mar y Cambrils; la gamba blanca, que se concentra sobre todo en la lonja de l'Ametlla de Mar y alrededores; el pulpo blanco, abundante en todo el litoral, pero principalmente en la lonja de Vilanova i la Geltrú hasta las Cases d'Alcanar; y el boquerón, repartido por todo el litoral y especialmente emblemático en lonjas de L'Escala y Blanes.

Precios para todos los bolsillos

Existe el mito de que el pescado es caro, y ésta es una de las causas de la bajada de su consumo en los últimos años. La realidad es que, en lo referente a precios, hay para todos los bolsillos. Por ejemplo, la canana en la lonja está a 3,67 €/kg y el pulpo blanco a 5,90 €/kg, unos precios bastante más bajos que los 10,19 €/kg de media del conjunto de su grupo biológico, que incluiría también el pulpo roquero, el calamar y la sepia... De igual modo, la caballa, con un precio en lonja de 3,58 €/kg, es mucho más asequible que especies muy similares como los atunes y los bonitos, con un precio de 7,22 €/kg.

Imagen de la campaña

Imagen de la campaña

A la hora de elegir un pescado a buen precio también es importante saber cuál es la mejor época para consumir determinadas especies , según la temporada de pesca. El mes de diciembre, por ejemplo, es un momento idóneo para comer merluza, bonito, calamar, galera, sepia y lenguado.

Cae el consumo de pescado

El pescado es el primer sector de la economía azul del país después del turismo (en ocupación, volumen de negocios y PIB), y el único con actividad continua a lo largo del año. Es, por tanto, un pilar clave de la economía azul de las comunidades pesqueras. Sin embargo, los desembarcos de pescado en Catalunya durante los últimos veinte años muestran una clara tendencia a la baja. Se ha pasado de más de 37.000 toneladas en 2006 a unas 20.000 toneladas en los últimos años.

La caída en el consumo de pescado de proximidad se ha hecho especialmente remarcable en los últimos tres años, con una disminución de ventas de un 25%, sobre todo a raíz de la subida de la inflación. También influyen el cambio de hábitos y rutinas en las familias y una falta de relevo generacional en los consumidores de pescado, que creen erróneamente que el pescado es caro y complicado de preparar. Pero la realidad es que el pescado se puede cocinar de manera sencilla y rápida. Enharinado, frito, al horno, a la brasa o escabechado, existen muchas recetas rápidas y para chuparse los dedos.

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