El Ayuntamiento de Girona ha aprobado definitivamente la normativa que regulará la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de la ciudad. Lo ha hecho con los votos del gobierno local (Guanyem Girona, Junts y ERC), la abstención del PSC (8 votos) y los votos en contra del PP y VOX (2 concejales).
La oposición ha cuestionado los horarios que abarcará la normativa (de siete de la mañana a ocho de la tarde en días laborables) y que no se extienda a otros municipios del área metropolitana.
El PP también reprocha que no haya una red de aparcamientos disuasorios que le acompañe y VOX considera que no hay datos que vinculen las emisiones de los coches con el cambio climático.
Girona tiene ya normativa que restringe la zona de bajas emisiones. Hace unos meses, el consistorio ya había dado luz verde a la normativa de forma provisional y este lunes se ha salido adelante de forma definitiva tras resolver las alegaciones.
La teniente de alcaldía de transformación urbana y transición ecológica, Cristina Andreu, detalló que se han aceptado algunos puntos sobre excepciones de determinados automóviles y también se ha levantado la restricción para vehículos comerciales, en consonancia con la normativa autonómica.
Andreu ha recordado que las limitaciones de circulación se realizarán de lunes a viernes entre las siete de la mañana y las ocho de la tarde para determinados vehículos que no tengan etiqueta ambiental. Quedarán exentos de esta restricción todos aquellos vehículos que paguen el impuesto de circulación en la ciudad, que podrán circular libremente por ellos a pesar de no cumplir con las condiciones estipuladas.
También se hará una excepción con todos los autobuses, ya que Andreu ha apuntado que transportan a muchas personas y esto reduce la movilidad privada y, por tanto, de emisiones contaminantes. Aquellos vehículos de personas con movilidad reducida, vehículos de servicio médicos, funerarios y de servicios de emergencia tendrán distintos tipos de exención en función del grado de emisiones de cada colectivo. Por último, todos los vehículos podrán pasar un máximo de 24 veces al año antes de ser multadas.
La ZBE se pondrá en funcionamiento en el segundo semestre de 2025, cuando se hayan instalado las cámaras de control.
Las cámaras estarán en los accesos de cada zona y leerán las matrículas de cada vehículo y sabrán la categoría de emisiones que tiene. El gobierno local calcula que sólo un 5% de los vehículos que circulan por la ciudad no cumplen con los criterios para circular dentro de la zona.
La normativa ha contado sólo con el apoyo de las tres formaciones del gobierno local. El principal grupo en la oposición, el PSC, se ha abstenido. El concejal Josep Palouzié ha asegurado que su formación cree en la ZBE pero considera que existen aspectos que no se alinean con su punto de vista.
En este sentido, piden extender la zona a “municipios vecinos” aparte de redefinir los horarios de aplicación para evitar que algunas de las personas que trabajan en la ciudad se vean afectadas por la normativa.
Por su parte, el portavoz del PP, Jaume Veray, cree que habría que “haber acotado más” el ámbito incluido en la ZBE y echaron de menos que la normativa lleve de la mano “un plan de aparcamientos disuasorios”.
El portavoz de VOX, Francisco Javier Domínguez, ha criticado a toda la normativa porque creen que no hay ningún argumento que justifique que las emisiones de los vehículos privados como causantes del cambio climático.
El plenario de este lunes ha aprobado de forma inicial el plan local de la vivienda en la ciudad. Lo ha hecho con el apoyo de los tres grupos en el gobierno local y la abstención de las tres formaciones en la oposición.
El PP ha asegurado que este documento llevará “burocratización” en la gestión de la vivienda y que hay falta de profesionales destinados a este ámbito. Además, considera que existe “mucha diferencia entre las sanciones y los incentivos” que se ofrecen a la hora de facilidad vivienda.
El PSC es quien más contrario se ha mostrado con el documento. este documento sobre la proyección de acceso a la vivienda en la ciudad en los próximos años.
En el apartado de ruegos y preguntas, el concejal de acción climática, Sergi Cot, ha anunciado que el consistorio prepara una sanción a la empresa de recogida de basura. Lo hará por la quiebra del sistema de contenedores que se aplica desde principios de mes en el Barri Vell.
Este modelo consiste en manzanas de contenedores portátiles que cada noche se distribuyen por las calles y en el momento de la recogida se los llevan hasta la mañana siguiente. Estos contenedores se abren con una tarjeta que han repartido a sus vecinos.
Sin embargo, el sistema ha fallado en los primeros días y los operarios han tenido que dejar los contenedores abiertos a todo el mundo. Cot afirma que realizan un seguimiento exhaustivo de esta empresa, pero ha desvinculado al consistorio de la incidencia: “El Ayuntamiento no tiene ninguna responsabilidad”.
Despedida de la teniente Cristina Andreu
El plenario de este mes de diciembre también ha sido la de despedida de la teniente de alcaldía Cristina Andreu. En su discurso de despedida, Andreu ha agradecido el apoyo de los técnicos, compañeros de gobierno y concejales de la oposición. También ha dedicado unas palabras a su familia y les ha prometido tiempos y proyectos conjuntos después de años de renuncias por la política. Cristina Andreu deja su concejalía por cuestiones de salud.
Cristina Andreu y Lluís Salellas.
Todos los portavoces del ayuntamiento de Girona destacaron la “pasión” que tenía la teniente de alcaldía y el compromiso con el diálogo y el consenso y dejar de lado todas las discrepancias. Por eso han prometido mantener el contacto personal fuera del consistorio.
También el alcalde de Girona, Lluc Salellas, ha dedicado unas palabras a Cristina Andreu, quien ha recordado que comparten proyecto desde otoño de 2018, cuando se fundó Guanyem Girona. “Sin ti, hoy no sería alcalde”, afirmó Salellas visiblemente emocionado. El plenario ha terminado con una larga ovación a la que ha sido teniente de alcaldía durante año y medio.

