Territori reanudará en 15 días las obras del nuevo puente de la C-38 entre Sant Pau de Segúries y Camprodon (Ripollès). Los trabajos, que servirán para mejorar la seguridad, han quedado en paro durante más de cinco meses.
Según ha informado la conselleria, el motivo ha sido el desvío de servicios afectados y la necesidad de introducir mejoras en la dimensión de la plataforma de trabajo sobre el río Ter.
El alcalde, Albert Coma, lamenta que esto no se haya previsto antes y recuerda que es un proyecto largamente reivindicado. “Lo que se utiliza ahora es un puente antiguo, de mucha afluencia de vehículos y estrecho. En estos momentos no cumple la seguridad que debería”, ha dicho. El proyecto consistirá en hacer un puente nuevo, más amplio y con un coste de 5,7 millones de euros.
“El proyecto sale adelante y no ha quedado abandonado. Solo ha habido una parada importante”, subraya el alcalde. Admite que el paro se ha vivido “con incertidumbre” al tiempo que lamenta la falta de información del Departamento de Territori, que es el responsable de la obra.
Los motivos por los que se ha retrasado son técnicos y se pregunta cómo puede que no se hubiera podido prever antes. Según le consta, el servicio de telefonía afectado ya se ha subsanado, dice, y ahora queda pendiente la desviación de líneas eléctricas. Sin embargo, el alcalde celebra que se reanuden los trabajos.
Unas obras largamente reivindicadas
El alcalde recuerda que el puente antiguo data de principios del siglo XX. “Es un puente muy estrecho y poco seguro”, subraya. La actual carretera C-38, de la red básica, cruza el Ter en la salida de Sant Pau de Segúries en sentido a Camprodon, con un viaducto de arcos de hormigón que tiene una anchura de 5,5 metros -más estrecho que el resto de la carretera- y un trazado que incluye una curva y contra curva que dificulta la cono.
La nueva estructura, de 135 metros de longitud, contará con dos carriles de la circulación de 3,5 metros, arcenes de 1 metro, y una acera en el lado izquierdo de 1,5 metros de ancho.
El puente, formado por una estructura mixta de hormigón y acero, se construirá en sesgo respecto al cauce del río, por lo que mejorará el trazado de la vía.
La actuación se coordinará con el proyecto del tramo de la vía ciclista del Ter entre Sant Pau de Segúries y el Pont de la Rovira, por lo que la nueva vía discurrirá por el lado izquierdo de la carretera a la salida de Sant Pau de Segúries hasta la altura del estribo sur del nuevo puente, que cruzará por debajo. Después recuperará y aprovechará el actual recorrido de la carretera y el puente existentes, que quedarán sin tráfico de vehículos gracias a la ejecución del nuevo puente. Y en relación al puente viejo, éste pasará a ser un tramo de vía verde por el que circularán ciclistas y peatones.