El jefe de los Bomberos del Grupo de Actuaciones Forestales (GRAF) en Girona, Edgar Nebot, advierte que el nuevo comportamiento de los incendios forestales por la acción del cambio climático hace que sea diferente la manera de afrontarlos.
Una de las particularidades es la extensión que ocupan estos fuegos forestales convectivos que, en la práctica, hace que obligue a trabajar “en un área mucho mayor que hasta ahora”. A modo de ejemplo, Nebot explica que un incendio en Tossa de Mar puede obligar a confinar Castell d'Aro o uno que se declare en Girona puede obligar a hacer lo mismo con Banyoles.
Desde el GRAF dan por hecho que los incendios convectivos se producirán en las comarcas gerundenses y alertan de la gran cantidad de combustible que existe en los bosques de la demarcación.
“Si no gestionamos nosotros el territorio, lo hará la naturaleza a través de las perturbaciones, sea fuego, agua o plagas”. De esta forma advierte al jefe de los GRAF en Girona, Edgar Nebot, de la importancia de hacer una mejor gestión de los bosques y del territorio de la demarcación de Girona.
Edgar Nebot
El problema es que los actuales incendios no se comportan de la misma forma que hace unos años, sino que ahora existe una “atmósfera diferente” que hace que los Bomberos tengan que trabajar de forma diferente, especialmente en el área a proteger.
Y es que hay que tener en cuenta que si antes se trabajaba en radios de entre cinco y diez kilómetros, ahora se ha pasado a 20 o 25. Esto, en la práctica, hace falta tomar medidas en municipios alejados de donde se declara el fuego.
En este sentido, Nebot recuerda que el incendio de Pedrograo en Portugal afectó a unos coches que estaban a 21 kilómetros de donde estaban los bomberos intentando apagarlo.
Para la aparición de estos fuegos, explica la cabeza del GRAF en Girona, se necesitan dos cosas. Por un lado, una atmósfera como la que ha cambiado en los últimos años a raíz del cambio climático y sobre la que “poco podemos hacer” y por otro que haya combustible disponible o situaciones concretas que lo impulsen.
Nebot explica que en las comarcas gerundenses puede pasar en zonas como en el Cap de Creus donde no hay mucho combustible por el tipo de vegetación, pero el viento hace que arda durante mucho tiempo.
En cambio, en otras zonas donde no hay tanto viento que impulsa las llamas, pero sí que hay mucho combustible acumulado como en el interior de Girona “donde hay una carga muy bestia”. “Por tanto, sí, en las comarcas gerundenses tendremos incendios de este tipo”, señala.
El jefe del GRAF en Girona pide que la sociedad “entienda que hay que convivir con el fuego y que estos incendios estarán ahí” y pide “ser conscientes” de la importancia de la gestión del territorio. “Nos faltan campos y quizá debemos entender que debemos pagar un poco más por los muebles y que la madera sea de aquí”, explica.
No habrá bomberos para todos
Una de las máximas preocupaciones por los Bomberos cuando se declara un incendio en zonas habitadas como urbanizaciones es garantizar la seguridad de las personas, los animales y los inmuebles. Por eso, Nebot destaca que es “muy importante” la autoprotección de los vecinos que residen fuera de zonas urbanas.
La clave, señala el jefe del GRAF en Girona, es que los propietarios de casas de urbanizaciones tengan delimitadas las franjas de autoprotección de 25 metros desde la vivienda hasta el primer punto en el que hay demasiado forestal. También les piden que las parcelas estén “limpias” para que, en caso de que haya un fuego, no sea un punto que genere continuidad en el incendio.
“El día que haya una gran emergencia, debemos entender que no habrá suficientes bomberos, ni mossos, ni protección civil ni agentes rurales, ni ADFs, para defender a la gente”, afirma
“Hay que ser capaz de autoprotegernos ahora que no hay incendios para arreglar las inmediaciones de las casas y masías, para que el día de la emergencia se pueda destinar el máximo de recursos a apagar las llamas y no a tener que proteger casas”, remarca.
En este sentido, hace una semana, el Departamento de Interior puso en marcha una campaña para concienciar a vecinos de urbanizaciones que tuvieran el entorno y las parcelas en buen estado.

