El Ayuntamiento de Girona ejecutará la sentencia que le obliga a colgar la foto de Felipe VI en la sala de plenos, pero lo hará mediante una fórmula que deje claro que la ciudad “no tiene rey”.
El alcalde, Lluc Salellas, asegura que “no tiene sentido” presentar recurso a la sentencia ante “la justicia española” porque “el Estado protege a la monarquía”. “Ya sabemos cómo acabará”, subraya.
Por eso, Salellas no ve motivos para “dar golpes contra una pared” -en referencia a interponer recurso- y explica que se está estudiando cómo acatar la sentencia, pero dejando claro que el ayuntamiento “es independentista”. “Soy un alcalde republicano, y por tanto no normalizaré lo que está pasando; Girona no tiene rey y quiere poder decidir”, subraya.
Hace más de diez años que la foto del rey no preside la sala de plenos del Ajuntament de Girona. Cuando el emérito Juan Carlos I abdicó, a mediados de junio del 2014, el entonces alcalde Carlos Puigdemont retiró su retrato y el de la reina Sofía y no los sustituyó por los de Felipe VI. Las fotografías estaban situadas en la pared que da a los asientos donde se sienta el público.

Pleno de junio del Ayuntamiento de Girona.
A principios de este mandato, el concejal de Vox Francisco Javier Domínguez pidió al equipo de gobierno (Guanyem, Junts y ERC) que el retrato del Borbón volviera a colgarse en la sala. El partido de ultraderecha entró por primera vez en el consistorio en las últimas municipales, donde logró un único concejal.
Domínguez acabó llevando el asunto ante lo contencioso y a finales de este abril el juzgado le dio la razón. La sentencia, emitida por el contencioso número 2 de Girona, obliga al ayuntamiento a poner “la efigie o el retrato” de Felipe VI en un lugar “preferente” del salón de plenos. Y no solo eso, porque el juzgado también resolvió que dentro del consistorio también debía estar la bandera de España (aunque, en este caso, precisaba que no había “necesidad” de colgar la 'rojigualda' en el salón de plenos).
En la sentencia, que lleva fecha del 29 de abril de 2025, el juzgado contencioso subrayaba que el Ayuntamiento de Girona tenía un plazo de dos meses para cumplir la resolución. Un plazo que empezaba a contar a partir del momento en que se le notificara la sentencia.
En el pleno ordinario de este junio, el concejal de Vox volvió a interpelar al gobierno pidiéndole cómo pensaba cumplir la sentencia (que ya se había convertido en firme). El alcalde, Lluc Salellas, respondió a Domínguez que aún no se había tomado “ninguna decisión” al respecto, dijo que la resolución se estaba estudiando, y aprovechó para criticar que “una vez más, la justicia española nos impone una obligación que contradice lo que democráticamente han votado los gerundenses y las gerundenses” y
Ahora, Lluc Salellas ha explicado por qué el equipo de gobierno decidió no recurrir la sentencia. El alcalde ha afirmado que no tenía “sentido” destinar “más recursos a una única vía” -la judicial española- porque ya se sabía cómo acabaría.
“Nosotros tenemos claro que el Estado protege a la monarquía, porque la monarquía es el centro de ese Estado; e ir golpeando contra la pared no tenía sentido”, ha afirmado Salellas. “Pero también tenemos claro que nosotros somos independentistas, y que por los mismos motivos también somos republicanos”, ha añadido el alcalde, en referencia al equipo de gobierno (Guanyem, Junts y ERC).
Por ello, Salellas ha dicho que después de decidir abandonar la vía judicial, y que ahora lo que les corresponde sea “ejecutar la sentencia”, el consistorio buscará una fórmula para dejar claro que la ciudad “no tiene rey”.
”El posicionamiento de ahora es exactamente el mismo: Girona no tiene rey y quiere que tanto la ciudad como el país pueda decidir su futuro”, aseguró Salellas. El alcalde explica que todavía no ha terminado el plazo que les dio el juzgado, y que están estudiando y “acabando de decidir” de qué manera dan cumplimiento a la resolución de lo contencioso.
Fórmula imaginativa
Sin desvelar el cómo, sin embargo, Salellas sí deja entrever que se apostará por una fórmula imaginativa. “Nosotros somos un ayuntamiento independentista, yo soy un alcalde independentista y republicano, y por tanto lo que tampoco haré será normalizar lo que está pasando”, subraya.
“A partir de ahí, hay muchas formas de hacerlo, y cuando la tengamos decidida ya lo explicaremos”, precisa Salellas Añadiendo también que, de la misma forma, también pasará con la 'rojigualda'.