El alcalde de Figueres, Jordi Masquef, pide que se aplique “mano dura” para los multirreincidentes nacionales, y “la expulsión” para los extranjeros.
El alcalde defiende que la sociedad “es como una hucha” y, por tanto, “todo el mundo debe verse beneficiado en la medida en que aporta”. Masquef dice que su discurso “no es de odio, ni xenófobo” porque no habla de nacionalidades. Pero se pregunta si los servicios públicos están dimensionados por el número de habitantes de la ciudad. “Si hay gente que viene de fuera, y encima no suma, sino que viene a hacer daño, ¿también deben aprovecharse de estos servicios cuando ellos nunca han contribuido?”, se pregunta. Para luchar contra la delincuencia, el alcalde reclama mayores recursos policiales y judiciales.
El alcalde de Figueres, Jordi Masquef, defiende que para luchar contra la multirreincidencia es necesario cambiar la legislación estatal, porque como ayuntamiento no tienen competencias en esta materia. El alcalde pide que se endurezcan las leyes para poner freno a los delincuentes que acumulan varios antecedentes.
“Hay determinadas personas que son disruptivas y que distorsionan la buena convivencia entre los vecinos. Al ser una realidad que conocemos de primer mano, pedimos más mano dura”, señala. Si tienen la nacionalidad española, Masquef cree que “debe caerles todo el peso de la ley”. “Hay que aplicar el Código Penal, los que hemos hecho Derecho hemos estudiado que la cárcel tiene esa función de reinserción”, añade.
En cuanto a los multirreincidentes extranjeros, el alcalde está claro: “Hay que expulsarlos”. “No entiendo que esta gente se pueda aprovechar de los servicios públicos pagados por nuestro país, en detrimento de otra gente. Porque recordémoslo, esto es como una gran hucha y, por tanto, todo el mundo debe verse beneficiado de ella en la medida en que aporta, si no, no tiene sentido”, subraya.
En este sentido, Masquef recalca que Catalunya “es un país eminentemente solidario”: “Quien ha venido aquí a trabajar y contribuir al país, siempre ha tenido las puertas abiertas”. Ahora bien, cree que no puede permitirse que alguien pueda venir “a hacer daño”.
Es más, el alcalde abre un debate. ”¿Los servicios públicos actuales están suficientemente dimensionados? ¿Son suficientes para el número de habitantes que tenemos?”. Por eso se pregunta: “La gente que viene de fuera y no suma, ¿se debe aprovechar de estos servicios cuando ellos nunca han contribuido?”.
Masquef argumenta que quizás después no hay dinero para ayudar a unos vecinos de 80 años que han pedido la ayuda por dependencia. “Cuando tú estiras la manta, te taparás la cabeza, pero quizás después tengas destapados los pies”, utiliza como metáfora.
Elaborar un nuevo reglamento
Para intentar luchar contra la delincuencia, el alcalde ha puesto en marcha varias medidas. Por un lado, están realizando operaciones conjuntas entre la Policía Local, Mossos d'Esquadra, Policía Nacional y Guardia Civil. “Queremos colaboración total y absoluta, no tenemos prejuicios. Todos llevamos la misma camiseta, la del no a la delincuencia y no al incivismo”, recalca.
Por otra parte, pide que la nueva unidad judicial de Figueres, que debería empezar a funcionar el 31 de diciembre de este año, sea dimensionada porque el partido judicial “está colapsado”. “Muchos trabajadores se marchan a otros destinos, y eso va en detrimento de la justicia porque los juicios se eternizan. Y si no hay justicia, mal está”, lamenta.
Además, paralelamente, están trabajando en un nuevo reglamento para poder obligar a realizar trabajos comunitarios a las personas que hayan recibido una multa, pero que no pueden hacer frente al pago económico de la sanción. Uno de los arrecifes que se encuentran es que, como Ayuntamiento, no pueden actuar en el ámbito penal, sino sólo en el administrativo. Por eso, los técnicos de diferentes áreas están realizando un estudio de derecho comparado y están mirando otros lugares donde se han aplicado medidas similares.
”Ayudaría a poner remedio en aquellos supuestos en los que una persona comete un acto incívico y desgraciadamente no se puede ir contra su bolsillo porque no tiene recursos”, expone Masquef. Y pone un ejemplo de un caso real. Detectaron que una furgoneta realizaba vertidos incívicos. Se la multó por este hecho, pero también se comprobó si tenía la ITV y el seguro al día, y si podía movilizarse el coche y llevarlo al depósito municipal de vehículos.
“Como en ocasiones, desde el punto de vista patrimonial no podemos llegar más allá de donde la ley nos permite, pues intentamos buscar estas medidas alternativas. Pero son a escala administrativa, porque en el ámbito penal no tenemos competencias”, remarca.
El Código Penal sí contempla medidas sustitutivas como trabajos en beneficio de la comunidad para determinadas penas. Pero, a la hora de redactar un reglamento, “hay que tener cuidado de no invadir competencias que pueden pertenecer al ámbito penal”, según el alcalde.