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Roses sigue sin poder beber agua directamente del grifo hasta reducir los niveles de un compuesto químico

Agua

Se ha sustituido el cloro gas utilizado anteriormente para la desinfección del agua por el dióxido de cloro con el fin de mejorar su calidad

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Mercedes Creus de Fortuny

Hace ya tres semanas que la población de Roses no puede consumir agua del grifo, si antes no la hervido o la ha dejado ventilar durante al menos 24 horas. La causa es la elevada presencia de altos niveles de trihalometanos, un componente volátil presente en el agua potable que en Roses ha superado los 100 microgramos por litro, el límite fijado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

Desde entonces, tanto los responsables de la distribución en alta como en baja del agua que son el Consorci d'Aigües Costa Brava Girona y la empresa Agbar, respectivamente,  y el Ayuntamiento de Roses trabajan para reducir estos parámetros hasta niveles óptimos. 

No será hasta la segunda quincena de noviembre o inicios de diciembre cuando se podría revertir la situación 

El problema está en la planta potabilizadora de Empuriabrava, que no está logrando eliminar toda la materia orgánica presente en el agua. Es a esta estación donde va a parar el agua almacenada en el pantano de Boadella, que es el que da de beber a Roses.

Durante la sequía, el embalse concentró una gran cantidad de materia orgánica con agua estancada. Las lluvias posteriores arrastraron todavía más sedimentos que empeoraron el estado del agua del embalse.

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Para rematarlo, el cloro utilizado para desinfectar el agua potable y descomponer la materia orgánica ha empeorado la calidad del agua. En este sentido, el gerente en funciones del Consorci d'Aigües de la Costa Brava Girona, Lluís Sala, explica que se ha procedido a la sustitución del cloro gas usado anteriormente en la desinfección por el dióxido de cloro, que no forma trihalometanos al entrar en contacto con la materia orgánica. 

Sala explica que éste es un proceso que debe realizarse lentamente, a lo largo de varias semanas, ya que se si implantara de golpe podría generar poblemas de calidad en el agua. “Actualmente estamos en una fase bastante avanzada de este proceso”, explicó este lunes Sala. 

Agbar monitoriza el agua dos veces por semana y ha procedido a la ventilación de los depósitos de agua para disipar los trihalometanos

El Ayuntamiento de Roses ya indicó en su momento que no sería hasta mediados de noviembre o inicios de diciembre cuando se podría revertir la situación y volver a beber agua directamente del grifo. 

También la compañía Agbar  está llevando a cabo acciones correctoras y de control. Por una parte, ha aumentado la periodicidad de las analíticas de trihalometaons a dos veces por semana par mantener monitorizada la concedntración de este compuesto químico a lo largo del tiemo. 

El Consistorio recomienda seguir hirviendo el agua para cocinar, reducir el tiempo de duchas y aumentar la ventilación en baños y cocinas

En cuanto a las medidas correctoras,  Albert Ruart, director de la zona Costa Brava de Agbar, ha explicado que se están ajustando los niveles de los depósitos de agua para que el tiempo de residencia sea menor a un día, cosa que también evitará que proliferen los trihalometanos, y también están ventilando estos depósitos para disipar y eliminar estos compuestos. 

Críticas de la oposición

El grupo municipal SOM Roses ha denunciado que el Ayuntamiento ya conocía las anomalías en el agua cinco días antes de anunciarlo públicamente. El portavoz de este grupo municipal y anterior alcalde, Joan Plana, tilda de “incomprensible, inaceptable y de falta de respeto a la población” que el gobierno municipal tardara cinco días en avisar a los vecinos. 

El Ayuntamiento siempre ha dicho que la ingesta de este agua debería ser prolongada a niveles altos durante muchos años como para detectarse efectos perjudiciales para la salud. En Roses se han detectado registros de hasta  111 microgramos por litro de trihalometanos en las últimas semanas. 

El portavoz de SOM Roses, Joan Plana, tilda de “incomprensible” e “inaceptable” que el Ayuntamiento tardara cinco días en avisar a la población de los problemas con el agua

Mientras no se reduce ese parámetro, el Ayuntamiento, atendiendo a las recomendaciones preventivas del departamento de Salut, insta a los vecinos a hervir el agua durante un minuto antes de la cocción de alimentos y para su consumo, tras dejarla enfriar. 

También propone guardar el agua del grifo en un envase ventilado durante 24 horas antes de beberla y reducir el tiempo de duchas y baños, usando agua menos caliente. Asimismo recomienda aumentar la ventilación en baños y cocinas.