La plataforma Pobles Vius, junto con las entidades Asamblea Pagesa, EGRELL e IPCENA y 6 vecinos, ha presentado este martes un recurso contencioso administrativo en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) contra la aprobación del Plan Especial Urbanístico Autónomo (PEUA) de la planta de biogás proyectada en la Sentiu de Sió (Noguera). El recurso se suma a lo que presentaron la semana pasada los ayuntamientos de Bellcaire d'Urgell, Tornabous, Bellpuig y Les Borges Blanques y que va en la misma línea de declarar la nulidad del plan urbanístico avalado en octubre por la Comisión de Territorio. Denuncian que el proyecto presenta irregularidades que el Govern ha pasado por alto.
Representantes de Pobles Vius y los alcaldes de los cuatro municipios que han presentado el recurso han explicado este martes en Lleida que aunque los recursos se ha presentado por separado, ambos van de forma “coordinada y siguen una misma estrategia”.
Los críticos consideran que el proceso administrativo que ha seguido el proyecto es “absolutamente irregular” y que el aval de la Comisión de Territorio en el plan urbanístico “es directamente contrario a derecho”, según ha afirmado el abogado de Pobles Vius,, Eduard de Ribot.
De Ribot ha defendido la incompatibilidad de implantar una actividad “manifiestamente industrial” en un suelo no urbanizable y ha añadido que el proyecto presenta “un conjunto de irregularidades graves”. Una de las principales, dice, es la falta de propuestas de emplazamientos alternativos “reales y posibles”, ya que las tres alternativas que los impulsores presentaron, dice, respondían a espacios “imposibles”, e iban encaminadas a escoger “aquella alternativa que el promotor tenía interés en promover”.
También defienden que el proyecto vulnera la ley de espacios agrarios y el deber que tiene el Gobierno de proteger el suelo de especial valor agrícola y denuncian el impacto ambiental “negativo y significativo” que la planta tendrá en zonas protegidas “a tocar” de la instalación.
De Ribot también ha remarcado que “nada justifica instalar una planta de biogás en una zona de especial protección agrícola”, y ha añadido que la implantación de este proyecto “de naturaleza industrial” en el medio agrario puede comportar un fraude de ley.
Entidades y ayuntamientos también consideran que se ha abusado de la normativa urbanística al calificar la actividad de la central de “servicios técnicos” cuando se trata, dicen, de un negocio privado de producción industrial de combustible. En este sentido, consideran que el Govern ha favorecido el proyecto y critican que la “rigidez” de la ley de urbanismo no se haya aplicado en este caso.
Aparte, los demandantes también alertan de que la infraestructura “pone en peligro la bioseguridad ganadera”, ya que no respeta las distancias de seguridad con una explotación bovina ubicada a 460 metros de los digestores -la normativa exige un mínimo de 500 metros- ya menos de 300 metros del camino de acceso.
Por todo ello, los demandantes se mostraron convencidos de que el TSJC les dará la razón en el juicio y declarará la nulidad del proyecto. También pedirán medidas cautelares ante el “peligro” que los promotores empiecen las obras de la planta a principios de 2026, como así prevén, ha explicado el abogado de Pueblos Vivos.
22 proyectos de plantas en Ponent
El alcalde de Bellcaire de Urgell, Jaume Montfort, considera que el proyecto de la Sentiu de Sió “es la primera puerta” a una “especulación energética que tiene el purin de excusa” y que convertirá a Ponent en “el vertedero de Catalunya”. En este sentido, desde las entidades contrarias al proyecto sostienen que actualmente en Ponent hay 22 proyectos sobre la mesa de centrales de biogás, lo que supondría, dicen, el tratamiento de 5 millones de toneladas de residuos anuales -entre deyecciones, restos de mataderos y otras materias- que moverían un millar de camiones a diario.
Montfort ha defendido el papel de los ayuntamientos a la hora de poder decidir si quieren estos proyectos en el territorio y ha hecho un llamamiento al Ayuntamiento de la Sentiu de Sió a que se “repiense” su apoyo a la planta de la Sentiu Bioenergy ya no darle la licencia de obras.

