No hay muchos establecimientos que puedan presumir de su historia como lo hace el restaurante 'Ferretería', en la calle Atocha de Madrid, ya que este local suscita la atención de madrileños y turistas conectando la gastronomía con lo mejor de su pasado por haber sido la ferretería más antigua de Madrid.
La historia de este atípico restaurante comienza en el año 2015 cuando su propietaria, María Antonia Escapa, se encontró abierto en su bandeja de entrada un correo sobre el local, que estaba en venta porque su dueña María Jesús había decidido jubilarse tras pasar más de cinco décadas detrás del mostrador de la ferretería. Cuando Escapa preguntó si habían sido sus compañeros los que habían abierto ese correo en la oficina, ellos respondieron negativamente, y no fue hasta que entró por tercera vez el mismo correo, cuando la curiosidad la llevó hasta allí para comprobar lo que había visto en fotografías.“Se me quedó una cara como de extraterrestre. Me enamoré, fue un amor a primera vista. Y cuando hablé con María Jesús, le dije: ”Te prometo que el local va a ser: mantener, restaurar, mantener, restaurar. Creo que eso a ella le convenció“, explica Escapa a EFE.
La ferretería abrió sus puertas en 1888
Galardonada por el Ayuntamiento de Madrid por ser uno de los comercios tradicionales de la capital, placa que aún conserva a los pies de su portal, la ferretería original abrió sus puertas al público en 1888 de la mano del abuelo de María Jesús, Esteban García de Ochandatay.
”Yo comencé a trabajar en la tienda con catorce años, cuando tenía cinco empleados. Al principio me daba vergüenza atender al público. Me escondía. Pero luego, poco a poco, me fui acostumbrando a preguntar, comencé a saber más del negocio y ya le pedí al encargado que me ensañara a hacer escaparates“, confiesa a EFE María Jesús. ”Estar en la ferretería es lo más bonito que he hecho en mi vida“, añade al tiempo que recuerda la gran acogida y el buen trato que siempre recibía por parte de todos los vecinos del barrio.
Cristina Iglesias, Chillida y una ”mezcla perfecta“
Dividido en dos ambientes, el bar y el restaurante, 'Ferretería' presume de sus mostradores, del suelo original (restaurado) en la parte de arriba, de sus llaves, candados y objetos de todo tipo que se quedaron allí, así como de las increíbles cajoneras que decoran sus paredes, aunque Escapa reconoce que le costó tres años terminar de reformarlo entero sin afectar a su esencia.

Interior del restaurante 'Ferretería', en la calle Atocha de Madrid
”Cambio los escaparates cada tres semanas, más o menos, porque así puedo mostrar las facturas, los libros de cuentas, las deudas que había en la época de la II República... Eso me encanta y me da un juego terrible, porque son elementos muy bonitos de por sí y porque, además, estamos en el Barrio de Las Letras“, destaca. Además, por su pertenencia al mecenazgo del Museo Nacional de Arte Reina Sofía, su propietaria ha incluido también piezas únicas de arte contemporáneo como 'El Pozo' de Cristina Iglesias y obras de artistas como Chillida, Juan Gris o Julio Le Parc. Elementos que hacen de este restaurante un espacio lleno de arte y belleza, tanto gastronómica como cultural, en medio de la historia madrileña más cotidiana.
”Siempre vemos arte de ese estilo en los museos y siempre lo hacemos en silencio. Algo que no entiendo porque no hay ningún cartel que diga 'Silencio, por favor'. Entonces se me ocurrió mezclar la gastronomía, que es todo un arte, con esas obras, las antigüedades y ese espacio. Es la mezcla perfecta", explica Escapa , quien además asegura estar constantemente en búsqueda de nuevas piezas.