El Ayuntamiento de Madrid sigue la misma estrategia que Aena: ha mandado requerimientos a varios ministerios para que asuman sus competencias con las personas demandantes de asilo en el aeropuerto de Barajas.
En concreto, el consistorio de José Luis Martínez-Almeida ha enviado el requerimiento a los ministerios de Interior y el de Inclusión, Seguridad Social y Migración para que proporcione acceso inmediato al Sistema de Acogida de Protección Internacional a las personas que hayan solicitado asilo y se encuentren en centros de acogida municipal. El problema, según el consistorio, es que al ocupar plazas en centros del consistorio no se puede atender a otras personas que tienen las mismas necesidades y pernoctan en Barajas.
Amenaza de ir por vía judicial
El requerimiento ha sido enviado por el delegado de Políticas Sociales, José Fernández Sánchez. El requerimiento da un mes al Gobierno central para cumplir con “las obligaciones constitucionales y legales”. Y recuerda que si el Gobierno de Pedro Sánchez no cumple con esa obligación, “presentará una demanda por vía judicial”.
El Ayuntamiento dispone de 630 plazas de emergencia social y unas 380 están destinadas a la acogida temporal de solicitantes de asilo y a aquellos a los que ha sido denegada la protección internacional y que se encuentran en el limbo administrativo.
Actualmente, según los datos publicados por ABC, hay 400 personas en distintas fases del proceso y 105 tienen plaza en centros del sistema de acogida de protección internacional, pero siguen en centros municipales, cuando tendrían que irse a los estatales. La estancia media en los centros municipales es de 131 días, pero algunos casos han alcanzado los 290 días. “Si el Gobierno no tramita las salidas de los centros municipales, no pueden entrar nuevas personas”, argumentan desde el consistorio.
En Barajas, hasta hace unos días, pernoctaban unas 400 personas, pero hay vagabundos, personas con trabajo y pocos recursos que acudían a dormir allí, extranjeros sin papeles y algunos que se han quedado en el limbo al pedir el asilo y no concedérselo. Desde la semana pasada, hay mayores controles de Aena para que esas personas sin techo puedan pernoctar en el aeropuerto madrileño.