Entre una maraña de folios, nervios y repasos de última hora, cientos de estudiantes esperaban este martes a que dieran las nueve menos cinco de la mañana para entrar a la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Complutense de Madrid y enfrentarse a la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU).
En el examen de Lengua Castellana y Literatura, que ha abierto las pruebas, se podía elegir entre la generación del 27 y la trayectoria de sus poetas o la novela hispanoamericana contemporánea. Los casi 40.000 alumnos que se presentan en la Comunidad de Madrid han tenido que analizar un tema sobre la Dana, publicado por El País del escritor Roberto Montero González y la antropóloga estadounidense Margaret Mead.
Después, tenían que hacer un comentario de dicho texto, tanto del punto de vista del contenido, como de sus características lingüísticas y estilísticas. Incluso había que elaborar un texto argumentativo sobre el contenido del texto y manifestar acuerdo o desacuerdo con las ideas que reflejaba.
Otra de las pruebas de este examen era comentar aspectos relevantes de la obra española de libros leídos entre 1875 y 1936 en relación a su contexto sociohistórico y la tradición literaria o lo mismo de la obra literaria leída durante el último curso escrita entre 1937 y 1974. Los alumnos podían elegir libros como Tristana de Benito Pérez Galdós o Nada de Carmen Laforet para comentar la época elegida por cada uno de ellos.
Nuevo formato de exámenes
Este martes arrancan las pruebas en toda España menos en las Islas Canarias, que empiezan este miércoles, y Catalunya, que se llevarán a cabo la próxima semana. Unos exámenes que vienen marcados por el estreno de un nuevo formato, que apuesta por un modelo único de examen por cada asignatura y por la inclusión en, al menos un 20%, de preguntas de carácter competencial que han requerido un esfuerzo extra de preparación, por parte de profesores y alumnos, y que podrían bajar algo las calificaciones respecto a años anteriores.
Rosa de la Fuente, vicedecana de Estudiantes de la Universidad Complutense de Madrid, ha quitado hierro a los cambios que se introducen en la nueva Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) y ha señalado que este nuevo modelo va a “preparar mejor” a los estudiantes para su futuro en las distintas facultades.
De la Fuente ha afirmado que el hecho de que haya solo un modelo de examen para cada asignatura, provoca “un poquito de estrés” en los alumnos, aunque ha dicho que también habrá algunas preguntas de “optatividad intrabloques”, es decir, con opciones diferentes dentro de los distintos apartados de los exámenes.
A pesar de las novedades y de las múltiples cámaras de televisión que merodeaban por el espacio situado entre el aulario y la biblioteca, los estudiantes, cada uno a su manera, intentaban convivir con esa tensa espera antes de afrontar el primer examen de Lengua Castellana y Literatura.
Mateo y Alberto, aspirantes a entrar en la carrera de ingeniería química y biología sanitaria, confesaban a Efe, media hora antes de la llamada a filas, sentirse “relajados” aunque con los “nervios lógicos” antes de iniciar una prueba de este calibre. “Lo llevamos bien preparado”, confesaban.
Jimena, en cambio, futura estudiante de enfermería, esperaba nerviosa, en la puerta, repasando los últimos apuntes de literatura. Su objetivo: conseguir un siete en la nota final. “He estudiado de forma intensa más o menos unas tres o cuatro horas y luego hacía cosas más fáciles cómo cálculo o matemáticas”, explicaba a Efe.
Sobre los cambios el cambio de modelo que han debido afrontar, confesaba lo siguiente: “Un poco complicado porque, como ha sido justo este año, hemos estado un poco desubicadas al principio sobre qué teníamos que hacer. No teníamos claro cómo iba a ser el modelo ni cómo se nos iba a evaluar. Los primeros meses hemos ido un poco a ciegas, estudiando sin saber muy bien cómo te lo iban a preguntar”.
“Los modelos están quemadísimos”, decía entre risas sobre los ejemplos de examen publicados por las universidades.

Varios estudiantes se enfrentan a la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) en la Universidad Complutense de Madrid este martes
Una opinión similar a la de Anás, que destacaba el hecho de haberse tenido que estudiar obligatoriamente todo el temario, que no sucedía en años pasados, que al añadirse una pregunta competencial de cualquier ámbito podía hacerlo más complicado. “Ahora bien, si has trabajado a lo largo del curso y estás seguro... yo creo que lo peor es ponerse nervioso”, aseveraba.
Aun así y con aspiraciones de futuro ingeniero aeroespacial, que requiere una nota de 12,480, decía sentirse “preparado”, aunque con cierta incertidumbre respecto a lo que podría encontrase sobre la mesa.