17 personas han sido detenidas por presunta estafa en la Comunidad de Madrid. Los acusados integraban un grupo criminal dedicado a publicar anuncios de viviendas de alquiler falsas en internet, para posteriormente usurpar la identidad de los interesados y pedir créditos a sus nombres. Con el dinero estafado, los individuos se dedicaban a comprar motos de agua que posteriormente vendían también de forma online.
En la operación, la policía ha incautado objetos por valor de 300.000 euros, entre los que se encontraban nueve motos de agua, una bicicleta de alto valor y un piano. La investigación de la policía ha permitido conocer que el grupo se organizaba a modo de estructura piramidal para realizar los delitos.
Según la investigación policial
El grupo criminal actuaba de manera organizada y con una estructura piramidal
A raíz de algunas denuncias, que alertaban sobre anuncios de pisos de alquiler inexistentes a bajo precio, los agentes pudieron determinar que se trataba de un grupo criminal estructurado.
Los miembros más bajos del grupo adquirían tarjetas de telefonía móvil de prepago utilizados para que las futuras víctimas se informaran sobre alguna de estas viviendas. En un segundo escalón, otros miembros del grupo se encargaban de contactar con ellas indicándoles los trámites a realizar para formalizar el contrato, solicitándoles la documentación personal necesaria.
A partir de ese punto, eran los miembros más altos del grupo los que se encargaban de realizar la compra de motos de agua mediante un crédito financiero a nombre de las víctimas. Los vehículos eran recogidos en el concesionario por transportistas autónomos, que el grupo contrataba para transportarlos a un punto determinado, dificultando la labor policial.
Estafa piramidal
Los líderes del grupo se encargaban de comprar las motos de agua mediante un crédito a nombre de las víctimas
En una última fase de la operación, otra de las células se encargaba de vender las motos en diversas plataformas de internet, anunciándolas a precios muy bajos respecto el mercado actual. De esta manera, el entramado criminal controlaba toda la actividad delictiva ocultando en todo momento sus identidades y dificultando una posible investigación policial.
También lograron perfeccionar el modus operandi extendiendo su oferta más allá de motos de agua adquiriendo también otros objetos y vehículos, desde bicicletas a instrumentos y equipos de sonido, aumentando enormemente los beneficios.
