La política energética del Ayuntamiento de Mataró (Maresme) dará un paso importante en los próximos meses. Durante el primer trimestre de 2026, se prevé que el consistorio ya pueda distribuir energía a viviendas y comercios gracias a los excedentes de producción de las cubiertas solares de los equipamientos municipales, según el concejal de Ecología Urbana, Xesco Gomar.
En paralelo, se pondrán a disposición de particulares otras cubiertas de edificios públicos para impulsar la creación de comunidades energéticas. Ésta es la segunda fase de un proyecto iniciado en 2022 y que ha permitido instalar 28 cubiertas fotovoltaicas que dan servicio a un total de 70 equipamientos. De 2022 a 2024, el ahorro en el consumo ha sido del 21%.
De las 28 cubiertas fotovoltaicas existentes, 20 son individuales, con uso exclusivo para el equipamiento donde se ubican, mientras que las otras ocho son colectivas y distribuyen energía a otros equipamientos cercanos. Según datos facilitados por el consistorio, la producción anual de estas placas es de cerca de 1,2 millones de kilowatios/hora.
Alrededor del 57% de esta energía se destina al autoconsumo de los equipamientos y, por tanto, supone un ahorro neto en la factura del Ayuntamiento, que anualmente está en torno a los 130.000 euros. Desde el punto de vista medioambiental, la producción fotovoltaica 'ahorra' la emisión de 190 toneladas de CO₂ a la atmósfera.
Placas fotovoltaicas en el Hospital de Mataró
Sin embargo, hay un 43% de la producción que es excedente y al que el Ayuntamiento quiere dar salida a partir de una estrategia de uso compartido de la energía. El concejal Gomar detalla que los técnicos municipales están trabajando en la redacción de los pliegos de cláusulas para pujar el servicio.
La previsión es que el proceso administrativo acabe en el primer trimestre de 2026 y “ya pueda llegar energía a las personas oa los comercios que se puedan adherir al uso compartido”. En paralelo, se trabaja también en una segunda línea para favorecer la creación de comunidades energéticas locales.
Beneficiar a los colectivos vulnerables
La idea, detalla el concejal, es que los vecinos se puedan asociar para utilizar cubiertas de edificios municipales que el Ayuntamiento no utiliza para la instalación de sus propias placas fotovoltaicas. Este segundo proyecto también está en vías de estudio y la idea es que se inicie también a principios de 2026.
La propuesta del consistorio es que estos dos grandes proyectos, el uso compartido y las comunidades energéticas, tengan dos grandes “beneficiarios”, los colectivos vulnerables desde el punto de vista energético y grandes consumidores de energía, como empresas y comercios.
Xesco Gomar asegura que el margen por crecer en cubiertas fotovoltaicas es todavía muy grande. “No estamos ni al 60% del total de la capacidad que tenemos. La estrategia debe continuar”, asegura. En este sentido, próximamente se prevé la instalación de nuevas cubiertas solares en la pista polideportiva de Cirera, y las escuelas La Llàntia y L'Arboç.

