Más de dos años sin ascensor en la estación de Renfe de Vilassar de Mar
Infraestructuras
El Ayuntamiento reclama a Renfe un paso exterior para que las personas con movilidad reducida puedan usar los ascensores municipales del exterior
La estación de Renfe de Vilassar desde el paseo marítimo.
Para las personas con movilidad reducida, cruzar las vías del tren en la estación de Renfe en Vilassar de Mar es misión imposible desde hace más de dos años. Desde entonces, los dos ascensores interiores que conectan ambos andenes están estropeados.
“Dejaron de funcionar en el 2023”, relatan los usuarios, que ahora se ven obligados a hacer uso de las escaleras aunque tengan alguna disminución física. “Tampoco hay nadie que te ayude, ni nos dejan salir al paseo”, lamentan en lo que consideran un nuevo ejercicio de dejadez institucional de la operadora ferroviaria.
El ascensor de la estación de Renfe en Vilassar, sin servicio hace dos años.
Ante las aciagas perspectivas de reparar los elevadores, el Ayuntamiento, “viendo que pasaban los meses y no se reparaban”, exigió a Renfe una solución temporal, como abrir una puerta en el lado mar de la estación, en la valla paralela al paseo marítimo, de forma que los pasajeros que lo necesitaran pudieran acceder a los ascensores municipales, que funcionan correctamente, para conectar con el núcleo urbano.
Desde Renfe asumen la problemática y aseguran “haber escuchado a los usuarios” para impulsar una solución provisional mientras se ponen en servicio los nuevos ascensores. Así, informan haber consensuado con el Ayuntamiento la apertura de un acceso al paseo marítimo. La ferroviaria asegura que los ascensores no tienen posibilidad de ser reparados, por lo que ya ha puesto en marcha, dos años después, la licitación de los nuevos, con la previsión de que sean sustituidos durante el segundo semestre de 2026. Para ello ha destinado un presupuesto de 500.000 euros.
Ascensores de Renfe deteriorados en toda la comarca
El Maresme es una de las comarcas más afectadas por el deterioro de las instalaciones ferroviarias, como la de Arenys de Mar, que es de las que suma más incidencias en la red de Rodalies R1. En el municipio costero, según critican varios usuarios con movilidad reducida, “es constante que se estropeen los ascensores” pero, según lamentan, “es más grave que Renfe no informe y tengas que verte ante la puerta del elevador que no se abre y tampoco activan la información en los flamantes paneles informativos”.
No es la primera vez, detalla Montserrat Roig, una de las usuarias de Renfe, que a fuerza de sufrir las incidencias de Rodalies se ha convertido en una activista del transporte público. Explica que “en muchas ocasiones no podemos bajar en la estación de Arenys de Mar porque los ascensores no funcionan”, por lo que se ven obligados a prolongar su recorrido hasta otras estaciones “como la de Canet de Mar”, cambiar de andén y esperar el paso de otro tren que las devuelva hasta Arenys de Mar. Renfe ha propuesto a estos clientes habilitar un servicio de taxi, “pero los taxistas no quieren perder el tiempo con nosotros”.