La polémica en torno a las chapas con mensajes subidos de tono, incluso de carácter sexista en algunos casos, ha regresado. Después de que en 2017 el Gobierno español llegase a llevar este tema a la Fiscalía, las fiestas de Bilbao de este año, la Aste Nagusia, se ha visto inundada de puestos ambulantes en los que se venden chapas con mensajes como “Chupa y calla”, “Lo tengo mojadito”, “Hoy follo”, “Soy follador” o “Pija de mierda”.
Estas chapas se venden a dos euros y medio la unidad, y se pueden encontrar con facilidad en la zona festiva de la capital vizcaína.
La actriz Rebeca Alfayat ha denunciado en TikTok estos mensajes: “¿De verdad os pondríais este tipo de chapas con ciertas frases? Creo que esto no podemos normalizarlo”, afirmó, mostrando su preocupación por el éxito de este producto entre el público más joven.
La polémica ha tenido varios precedentes, el más conocido tiene que ver con lo ocurrido en los Sanfermines de 2017. Entonces, el Gobierno español, presidido entonces por Mariano Rajoy, a través de la Delegación del Gobierno en Navarra, llevó a la Fiscalía un caso similar tras decomisar más de 200 chapas y camisetas con mensajes ofensivos hacia las mujeres.
Aquella denuncia fue finalmente archivada, al considerar la Fiscalía que los lemas no constituían delito de odio ni incitación a la violencia. La decisión generó un intenso debate entre quienes defendían la libertad de expresión y quienes denunciaban la banalización del machismo en un contexto festivo.