La sequía beneficia a la cosecha de sal del delta del Ebro, que podría llegar a 120.000 toneladas

Salinas

Infosa encadena una segunda campaña de alta producción en la punta de la Banya y prevé recuperar los stocks de seguridad

Montaña de sal en las instalaciones de Infosa.

Montaña de sal en las instalaciones de Infosa.

ACN / Jordi Marsall

No se prevé una campaña de récord como la del año pasado, pero la cosecha de sal en el delta del Ebro podría alcanzar las 120.000 toneladas, bastante por encima de la media habitual. Estas son las previsiones de la empresa Infosa, que explota las salinas de la Trinitat, en la punta de la Banya, justo al inicio de los trabajos de recolección de la sal esta misma semana. 

A diferencia de la desesperación en la que vive inmerso la gran mayoría del sector primario, el ambiente seco y la falta de precipitaciones en los últimos meses han resultado claves para favorecer una segunda campaña consecutiva de sal “muy buena”. Hasta el punto de prever recuperar los stocks de seguridad de la empresa que el temporal Gloria redujo.

Un tractor y un camión trabajan en la recolección de sal.

Un tractor y un camión trabajan en la recolección de sal.

ACN / Jordi Marsall

Escasas lluvias y ambiente seco en la zona de la punta de la Banya. Viento y muchas horas de insolación. Esta conjunción climática, admite el gerente de Infosa, Joan Sucarrats, es el principal factor que explica una cosecha que se prevé “muy buena”, si bien no será “extraordinaria” como la del año pasado siempre y cuando las condiciones se mantengan durante las tres próximas semanas de recolección.

“Llevamos dos años con una sequía importante que a nosotros, en este caso, nos va bien porque favorece mucho la evaporación y la cristalización de la sal”, aseguró, apuntando que durante las últimas campañas han trabajado también para introducir mejoras en el movimiento de las aguas, la cristalización y en otras infraestructuras del proceso productivo.

Si las previsiones se cumplen, de las balsas de la punta del Banya podrían salir hasta 120.000 toneladas de sal, superando de largo la media de entre 95.000 y 100.000 toneladas que venía saliendo en los últimos tiempos. 

Aunque no volverá a ser una campaña extraordinaria del pasado año, con un récord de 140.000 toneladas recolectadas, la empresa respira cierto optimismo ante la repetición de una producción elevada.

“Tenemos ahora dos años buenos, que ya nos tocaba, porque veníamos de dos años muy complicados: los de Gloria y Filomena”, ha asegurado Sucarrats. Esto, ha explicado, debe permitir ahora a la compañía recuperar los “stocks de seguridad” que se vieron seriamente reducidos por los efectos de los temporales.

Bajaron no sólo por la reducción de la producción de sal que supusieron los aguaceros, sino también por la dificultad de acceder a las instalaciones de la punta del Banya a raíz de la rotura de la barra del Trabucador. 

La empresa puso sobre la mesa un proyecto alternativo de transporte marítimo que ha acabado detenido después de que el gobierno español lo desestimara por las afectaciones ambientales que suponía.

Salinas de la Trinitat.

Salinas de la Trinitat.

ACN / Jordi Marsall

Sucarrats ha recordado que tuvieron que recurrir a la compra de sal de fuera para mantener sus compromisos comerciales. “Pasamos dos años difíciles”, asegura. Los resultados de estas dos últimas campañas dan la posibilidad de recuperar este stock de seguridad que debe ayudar a hacer frente a un posible “año malo” en el futuro próximo y dar “tranquilidad y estabilidad desde el punto de vista del mercado”.

Un 70% se exporta a la UE y Estados Unidos

Según datos de la misma compañía, un 70% de la sal producida en el delta del Ebro va directamente hacia la exportación, principalmente a países de la Unión Europea pero también hacia Estados Unidos, destino al que se envía más de un 20% de la producción “En los últimos años han ido creciendo los mercados de exportación”, sostiene Sucarrats, constatando un incremento constante de la demanda. “Tenemos más un problema de producción que de demanda”, remacha.

El uso industrial es uno de los principales clientes de la sal de Infosa, en torno a entre un 80% y un 85%, con la venta de sal para piscinas -un sector en ascenso con el incremento de la cloración salina -, el tratamiento de aguas o también la producción agroindustrial. Sólo entre un 15% y un 20% se destina a la venta para el sector de la alimentación en supermercados.

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Esteve Giralt
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