Las primeras 145.000 semillas de ostra rizada tratadas en el centro del IRTA de la Ràpita se desarrollan ya sumergidas en las aguas de las bahías de los Alfacs y del Fangar.
Los productores han recibido este jueves el primer contingente en el marco del proyecto para poner en marcha una semilla de ostra.
A partir de la variedad autóctona, los técnicos del IRTA han tratado durante cuatro meses las semillas para hacerlas más resistentes a las temperaturas y patógenos que las atacan.
Con su inmersión, expertos y productores podrán comprobar su adaptación y crecimiento hasta su tamaño comercial a lo largo de entre diez meses y un año. Ante la vulnerabilidad del mejillón, el sector ve una alternativa en el crecimiento de la producción de ostra.
El encargo del Departament d'AAgricultura al IRTA de poner en marcha un vivero de semillas de ostra en el mismo delta del Ebro debería servir, principalmente, para que los productores puedan “cerrar el ciclo”, garantizando una producción autóctona a lo largo de todo el proceso, sin tener que recurrir anualmente a las costosas importaciones, principalmente de Francia, según ha apuntado el director de Pesca, Antoni Espanya.