Entre los deseos de año nuevo no pueden faltar objetivos sabrosos y asumibles. Entre ellos permítanme aconsejarles diez magníficas experiencias a la hora de almorzar, antes de que se extingan.
BODEGA J. FLOR
Bodega, porque antiguamente no había bares. Cuando en 1893 el tío Palop y su hermano deciden vender vinos y licores en medio de la huerta, el mercado no existía. Los labradores traían sus garrafas para llenar, y con suerte las vísceras del toro que habían vendido, para que Vicenta les hiciera una paella. Así empieza J. Flor, el corral estaba dentro, eran casi autosuficientes. Se convierte en casa de comidas. Las dos siguientes generaciones han mantenido un preciado legado culinario: titaina, tortilla de cebolla y bacalao, embutido con habas… etc. Nada nuevo pero todo bueno, y sus bocadillos envueltos en servilletas con las puntas enrrolladas. El pan de la Tahona desde la primera república, y con un comedor interior cuya luz no plasmó Sorolla porque tenía las manos ocupadas.
Carrer de Martí Grajales, 21, Poblats Marítims, 46011, València
Los labradores traían sus garrafas para llenar, y con suerte las vísceras del toro que habían vendido, para que Vicenta les hiciera una paella
VENTA GUILLAMÓN
A finales del siglo XVIII un rico industrial de Castellón, Salvador Catalá, proyectó la creación de “Les Casotes” de Benadresa, un núcleo de población privilegiado de masías, donde había cuatro tabernas muy populares. Los bares actuales recogieron el testigo y es de los lugares donde mejor se almuerza de Castellón. Venta Guillamón es nuestro favorito. En esta venta antiguamente era donde los carreteros paraban a beber vino y a comprar cuerda, hoy en día vamos a encontrar un ambiente animado desde primera hora con una barra llena de calderos y guisos espectaculares. Un entorno privilegiado junto a la cartuja y rodeado de naranjos. Podemos elegir entre callos, calamares en salsa, carrilleras, caracoles, bacalao frito, rabo de toro, riñones al Jerez, sang en ceba, suquets variados, pulpo encebollado, sepia rebozada… Si no andas con ojo te puede dar el síndrome de Stendhal. Los carajillos de campeonato. Al frente Manuel Gil Guillamón.
Carretera Grupo Virgen del Pilar, 12006, Castellón de la Plana
Els Tarongers, Algemesi
QUITÍN
Quitín tiene una historia que comienza en 1922: A través de cinco generaciones de la misma familia nos permiten conocer la evolución de la hostelería valenciana de primera mano. Tres generaciones para poner los cimientos y dos para modelar un caso de éxito en la restauración. Los almuerzos son lo que más nos interesa: variados y premiados. El de secreto a la brasa, ajos tiernos, patatas a lo pobre con un par de huevos está considerado como el mejor de Burjassot. 33 tapas para elegir, infinitas guarniciones. El horno de Vicente Benlloch le sirve en 3 turnos para disponer de pan crujiente toda la mañana. Alrededor de 200 almuerzos diarios que Jairo y un equipo formado por 12 mujeres se ventilan en un santiamén. Bocadillos coronados con un pincho con banderín y torrezno, marca de la casa. Descansa los domingos y cada día lo hacen mejor.
C/ Espartero, 63 Pobles de l’Oest, 46100, Burjassot (València)
Quitín tiene una historia que comienza en 1922: A través de cinco generaciones de la misma familia nos permiten conocer la evolución de la hostelería valenciana de primera mano
EL BARET DE ROCA
El nombre “baret” es por su diminuta barra y cocina. Está ubicado en un edificio de dependencias municipales del barrio de Roca en Meliana, donde comparte espacio con la consulta médica y el local de los jubilados. En 2010 Ramón Peris y Carmen Navarro se hicieron cargo del local a través de una puja pública, que renuevan periódicamente. Disponen de una amplia terraza cubierta donde almuerzan más de mil personas a la semana. Almuerzos memorables, gracias a la mano de Carmen. Es cocina tradicional valenciana: guiso de sepia con cebolla, el bacalao frito, una titaina excepcional (tomate con atún salado), oreja, sang amb ceba… La recomendación;: bocadillo de potro; o de titaina con un huevo frito. A destacar el sistema de tickets, donde al pedir te asignan un número, para servir y pagar, altamente efectivo y rápido. Lunes y martes cerrado. No admiten reservas.
C/ Sant Isidre, 33, Alquería de Roca, 46133, Barri de Roca (València)
CRISTÓBAL
Juani, Rosa y Alfonso. Ellas en cocina y él en todo lo demás. Cristóbal en honor al padre que montó el bar en 1970, pero enfrente: en la ubicación actual sólo lleva desde 1989. Un espejo con el nombre da la dimensión del tiempo. Es de esos bares en los que nada malo va a suceder. El jueves es el día del all i pebre, compran 12 kg de anguilas para la ocasión y no hay posibilidad de probarlo si no es con reserva. La mesa se asigna por galones de veteranía. No se acerquen a la del fondo a la derecha. Esa es vitalicia. Juani y Rosa no dan abasto, venga a sacar albóndigas, col, huevos fritos, tortilla de ajos tiernos, magro con tomate, sangre encebollada. La Punta parecía inviolable, pero está empezando a mostrar síntomas de turistificación. Mucha casa reformada. Al Cristóbal le quedan dos telediarios.
Avd. Jesús Morente Borrás, 144, La Punta (València)
El nombre del mesón proviene del tío Canela, que era el mote del abuelo de Miguel Gimeno
MESÓN CANELA
El nombre del mesón proviene del tío Canela, que era el mote del abuelo de Miguel Gimeno, que fue quien puso en pie este negocio familiar en la década de los 60. Originarios de Ledaña (Cuenca), por eso nunca falla el ajoarriero. Tuvieron que reinventarse después del cierre de La Fe y del bingo Samoa, como todo el barrio. Con los almuerzos han vuelto a la cresta de la ola. El “Braskeitor” es la mejor brascada de Valencia. Su oreja cocida y después marcada en plancha con suave mayonesa de lima y el pulpo crujiente, dan la nota máxima en tapas. Carta móvil de bocadillos innovando constantemente. Bocadillo del mes recomendado: Cubanito, Don Ramón, muslo deshuesado, guarrilla (chistorra picante de su pueblo). 200 almuerzos diarios de miércoles a domingo. Lunes y martes cerrado.
C/ Conchita Piquer, 9, Campanar, 46015, València
NAUTILUS
Ximo Bañuls padre abrió en Forna, una pedanía de Atzubia, este magnífico restaurante en 1987 después de reformarlo por completo. Ahora lo dirige su hijo Ximo, junto a su madre Ana y su tía Sole. La cocina y servicio es de nivel. Hay mucho para elegir, tienen carta de bocadillos variados, pero lo suyo es tirar de cocas de pasta bona, o de dacsa, ‘Patonets’ (pies de cerdo), rabo de toro, figatells, sangre con cebolla, embutido de Aielo de Rugat, pilota de puchero, guisos con pulpo seco y tomate, sepia, bonito, croquetas, una ensaladilla brutal elaborada con los mejores productos disponibles de su propia huerta. De 9 a 12 almuerzos con mucha presión de ciclistas, pero rápidos y efectivos. Amplia terraza con espectacular cubierta vegetal. Se come y cena muy bien. Cierra los martes.
C/ La Plaza, 7, 03786, Forna (Alicante)
CAL CARRERO
Patricia y Bernar, asturiana y valenciano, son una pareja encantadora. Abrieron Cal Carrero en el verano de 2022. En cuatro días lo han petado. Es la casa familiar rehabilitada del bisabuelo Paco, carretero de profesión. Almuerzos nivel Dios. Quedaron segundos en el campeonato nacional de bocadillos con su especial de longaniza de Pascua. Perfección, detalles y calidad desde la vajilla hasta el pan, de “La Gallega”, horno artesanal del barrio Patraix/Sant Isidre. Colaboran, innovan e intercambian recetas con los mejores. Bernar se formó en la Escuela de Hostelería de Castellón y eso se nota. Compaginan en carta almuerzos populares con otras propuestas de mayor perfil gastronómico. Mucha rotación, no admiten reservas y cierran domingo y lunes. Encarnan la perfección.
Camí Nou de Picanya, 41, Patraix, 46014 (València). Tel.: 611 050 384
CASA BOU
En casa Bou a las 8:30 de la mañana te encuentras a un veterano (jubilado) montando su mesa en la entrada, con el bocadillo que se ha traído de casa envuelto en papel de aluminio y una botella de “macameu” para dar la bienvenida a sus compañeros, mientras Santi sigue dentro de la cocina haciendo lo que mejor sabe hacer. Rápidamente los comedores y salones se llenan de animados grupos. Desde 1982 es el santo grial del almuerzo en la zona. Especialidades: huevo del revés, rabo de toro, pulpo, alcachofas con trufa y poderío, pan del horno de Pallarés. No es un local cualquiera, aquí te das cuenta del significado que tienen expresiones como “mig ouet” y “taula llarga” que definen la grandeza y lo sobrados que van los de Castellón a la hora de almorzar. Es como hacer cima en el Everest.
C/ Músico Sanchis, 4, 12130, Sant Joan de Moró, Castellón.
Estos diez locales están muy, pero que muy bien. Sin embargo les invito a darse antes una vuelta por la zona cero y disfrutar de aquellos que ya están abiertos
TRAFALGAR
Bar emblemático del Grao de Castellón a pesar de su movilidad. Tres cambios de ubicación desde 2003. Clientela extremadamente fiel a la cocina de Isabel y al trato de Eusebio. Entrar y ver a primera hora un mostrador de casi 10 metros lleno de deliciosos guisos y cazuelas con lo mejor de la casquería nacional, te pone en órbita: carrilleras en salsa, callos con garbanzos, mollejas, sangre con cebolla, riñones al Jerez, manitas, rabo de toro, caracoles, albóndigas caseras, magro con tomate, raya en salsa, y sus populares patatas bravas con pulpo, amén de las tortillas. Pida un poco de todo mientras quepa en el plato. Es recomendable regarlo con “macameu” de Vilafamés mezclado con gaseosa, mientras suena “I Will Survive” de Gloria Gaynor.
C/ Don Juan de Austria, 57, 12100, El Grao de Castellón.
Estos diez locales están muy, pero que muy bien. Sin embargo les invito a darse antes una vuelta por la zona cero y disfrutar de aquellos que ya están abiertos. Algunas referencias importantes: La Nave en Massanassa, bar la Manivela en Picanya, Puerta de Hierro en Beniparrell, el bar el Pin en Sedaví, o els Tarongers de Algemesí; y muy pronto, a final de mes, La Mesedora de Algemesí volverá a lo grande.
Así que no se olviden de aquellos lugares donde ahora hacen más falta los clientes.