¿Qué quiere hacer el Consell de Carlos Mazón con el Instituto Valenciano de Arte Moderno, IVAM? La pregunta es oportuna si se atiende a la situación que vive un centro que desde hace diez meses no tiene director o directora, que aún no ha presentado la programación de 2025 o que tiene, por diversas circunstancias, tres de sus salas cerradas. Esta es la realidad de un museo que al poco de nacer, con el buen hacer de Tomàs Llorens en 1986 y con Carmen Alborch de primera directora, se convirtió en una referencia nacional e internacional del arte moderno. Prestigio que comenzó a decaer durante los mandatos de Eduardo Zaplana y Francisco Camps.
Se trata de un centro pictórico que el gobierno del Botànic (gobierno de Ximo Puig) intento dignificar pero con un presupuesto muy ajustado; y que posteriormente Carlos Mazón entregó a Vox en el pacto que alcanzó con los ultras tras el 28-M. Un museo que ahora, con el PP gobernando en solitario, parece instalado en la indefinición, con grave riesgo de perder los últimos rasgos de su identidad.
Tres de las salas de la sede de València están cerradas y la subsede de Alcoi sigue sin abrir
Vayamos por partes. El pasado mes de febrero, Nuria Enguita, dimitía. La exdirectora del IVAM había logrado enderezar el rumbo de la institución a pesar de los escasos recursos frente a otros museos nacionales de arte moderno como el Guggenheim de Bilbao, el CaixaFórum de València, o el Reina Sofía de Madrid. Enguita había sabido usar de manera inteligente los amplios fondos del museo y la coproducción con otros centros internacionales, principalmente europeos. Desde entonces, la conselleria de Cultura (antes con Vox y ahora dirigida por el popular José Antonio Rovira) no ha sido capaz de elegir un sustituto o sustituta. Desde la conselleria se apunta que el plazo para la presentación de proyectos vencía el 31 de octubre, dos días después de la dana. “Pero los plazos administrativos quedaron suspendidos por el Consejo de Ministros en Orden de 7 de noviembre para los afectados por la DANA. Una vez se levanten los plazos (debe hacerlo el Ministerio) se podrá reanudar el proceso y se informará al respecto” apuntan desde la Generalitat.
Pero lo cierto es que con anterioridad, el proceso no se había realizado, lo que para muchos es una muestra de la falta de interés de la consellería por esta institución. En paralelo, no se ha presentado la programación de 2025, que fue diseñada, justamente, por Enguita. Lo normal es presentarla al final de cada ejercicio anterior. Fuentes del museo señalan que al no haber director nuevo se está creando “un vacío” peligroso, pues las contrataciones para exposiciones se deben decidir con dos años de antelación. Pero desde la conselleria se apunta que “las exposiciones actuales están aprobadas hace más de un año y estaban organizadas por Enguita y su equipo. Por su parte, la programación próxima está aprobada y se presentará a su debido tiempo. En las últimas semanas, además, se acaban de inaugurar tres exposiciones nuevas: Juana Francés, Simone Fatal y Cualladó”.
Otro asunto que genera inquietud es el hecho de que tres salas del museo permanecen cerradas, un hecho inaudito en la historia del IVAM. Desde Cultura se señala a este diario que “respecto a las tres salas cerradas: dos acogen esculturas del IVAM que estaban en la nave de Riba-roja y han resultado dañadas por la DANA, por lo que es lógico que estén sin actividad. En la tercera sala cerrada, lo que se ha producido es un problema del transporte desde Nueva York”.
Vox gestionó el IVAM hasta el pasado mes de julio y tras la ruptura del pacto es el PP el que gestiona Cultura
El museo, que nació con la adquisición de los fondos de Julio González, ha ido perdiendo proyección en los últimos años, y casi todas las ideas para reactivarlo han caído en saco roto por la incapacidad de los sucesivos gobiernos. Nunca ha habido consenso político respecto al apoyo sin condiciones a una institución que está ubicada, además, en el corazón de València. Ahora ya nadie recuerda la propuesta para instalar una ‘piel’ en el IVAM, ideada por los arquitectos Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa en 2003, que cubría todo la sede del museo. O cuando se habló de ofrecer una subsede en el Parc Central de València. Peor aún, la subsede de Alcoi está, de facto, cerrada tras problemas de climatización sin resolver, lo que obligó a recuperar las obras de Josep Renau allí expuestas.
Desde la Generalitat se afirma que sí hay voluntad de apoyar al IVAM, pero desde este institución varias fuentes trasladan su preocupación porque en breve, si no hay un cambio firme de en la dirección, un museo que aspiraba a competir con los mejores del mundo acabe sumido en el olvido