Francisco Camps está llevando a cabo una curiosa movilización estratégica dentro del Partido Popular (PP) valenciano, aprovechando la presentación de su libro Reenfocando España (Libros Libres), con una serie de actos en el que están participando excargos de las instituciones valencianas y militantes de base. Una suerte de eventos que, según fuentes de su entorno, buscan “dejar claro que él está ahí”, reactivar su influencia y, también, “preparar un retorno a la primera línea política” una vez ha sido absuelto de todas las causas por las que ha sido procesado (queda por resolver un recurso, contra la opinión de la fiscalía, ante el Supremo por su última absolución).
La presentación del libro ha adquirido un claro tono político, sirviendo como plataforma para reunir a antiguos aliados
Aunque formalmente estos eventos se enmarcan como presentaciones literarias, han adquirido un claro tono político, sirviendo como plataforma para reunir a antiguos aliados que, apuntan desde su entorno, “son militantes descontentos con la dirección actual del partido y con el president Carlos Mazón”. Camps ha utilizado estos espacios para recordar su legado y conectar con un pasado en el que el PP valenciano era hegemónico, logrando mayorías absolutas contundentes; aunque fue un tiempo en el que estallaron abundantes casos de corrupción en el partido. Este mensaje de reactivación del expresident ha resonado entre los asistentes, muchos de los cuales parecen añorar su liderazgo y los tiempos en los que el PP arrasaba en las urnas, sin una derecha al lado que le condicionara. “Camps lo que quiere es que los votantes que están con Vox vuelvan al PP”, apuntan estas fuentes. De momento ha celebrado actos muy participados en València y Alicante, y en breve celebrará otros en Burriana o Sueca.
Uno de los elementos claves de esta movilización es la formación de equipos de trabajo en las tres provincias valencianas: Valencia, Castellón y Alicante. Estos equipos, compuestos por excargos y militantes de base, tienen como objetivo “recuperar” al partido de lo que perciben “como una pérdida de fuerza y representatividad”. La presencia de figuras como Sonia Castedo, exalcaldesa de Alicante, y otros excargos relevantes, indica que Camps está reuniendo a un grupo fiel dentro del partido, aunque no ocupen cargos actualmente. Castedo, en particular, ha desempeñado un papel clave en esta movilización, actuando como anfitriona en los actos y reforzando el mensaje de que Camps representa una alternativa para recuperar la fuerza del PP. Su presencia y declaraciones sugieren que hay un sector del partido que ve en Camps un líder capaz de devolverle su esplendor.
Uno de los elementos clave de esta movilización es la formación de equipos de trabajo en las tres provincias valencianas
El discurso de Camps gira en torno a dos ejes principales: la necesidad de recuperar para el PP valenciano la hegemonía absoluta, rota por la fractura de las derechas, y lanzar un claro mensaje a la dirección nacional del PP: “si quieren resolver esta crisis que hablen con él”, dicen estas fuentes. En su círculo más cercano se traslada el malestar por el hecho de que cuando fue absuelto “ni Feijóo ni Mazón le llamaron para hablar” y creen que con Mazón “se está debilitando al PP valenciano”. Y añaden que el expresident “ahora está libre y tiene ganas en un momento de crisis del partido a causa de la gestión de la dana”.
En estos eventos, Camps ha recordado épocas como 2008, cuando el PP era “una comunidad envidiada”, y ha criticado la fragmentación del voto que, según él, ha debilitado al partido desde 2015. Este mensaje busca conectar emocionalmente con los militantes que sienten que la formación ha perdido su rumbo. Además, Camps ha evitado confrontar directamente a Carlos Mazón, el actual líder del PP valenciano, lo que le permite mantener una postura de unidad y evitar ser acusado de divisionismo. Sin embargo, sus acciones y declaraciones sugieren que está preparando el terreno para un posible desafío interno contra el actual president de la Generalitat y presidente del PP en la Comunidad Valenciana.
Camps ha mantenido, de momento, una postura ambigua respecto a sus intenciones políticas concretas
La movilización de Camps ha logrado reunir a un grupo significativo de excargos y militantes descontentos. Entre ellos destacan figuras como Mercedes Alonso, César Augusto Asencio y Miguel Campoy, así como exalcaldes y exconcejales de diversas localidades. Este respaldo indica que Camps sigue teniendo no pocos simpatizantes dentro del partido, especialmente entre aquellos que se sienten marginados por la actual dirección. La presencia de figuras históricas del PP, como Carlos Fabra (condenado a prisión por un delito contra la Hacienda pública), “añade un componente emocional y de legitimidad a la movilización” según estas fuentes. Estos actos no solo buscan reactivar a la base militante, sino también enviar un mensaje a la dirección actual del partido: “el campsismo sigue vivo y tiene apoyo”, alertan.
Camps ha mantenido una postura ambigua respecto a sus intenciones políticas concretas. Aunque no ha confirmado si presentará una candidatura en el próximo congreso regional del PP (del que Génova parece no tener prisas en convocar), sus declaraciones dejan claro que su objetivo es fortalecer al partido y recuperar su influencia. Frases como “Dios dirá” o “vamos dando pasos serios y sólidos” reflejan un lenguaje cuidadosamente calculado, que deja la puerta abierta a futuras movilizaciones sin comprometerse públicamente con una candidatura. Esta ambigüedad le permite mantener el suspense y evitar un enfrentamiento directo con Mazón, al menos por ahora.
Los actos organizados por Camps están cargados de simbolismo. Por ejemplo, la presentación del libro en un hotel donde hace más de dos décadas leyó su primera conferencia como candidato a la Generalitat no es casual. Este tipo de detalles refuerzan la narrativa de que Camps representa un retorno a los valores y la fuerza del pasado. Además, la presencia de figuras históricas del PP añade un componente emocional y de legitimidad a la movilización.
La movilización de Camps se produce en un momento que este sector valora “qye hay una crisis en el Consell que preside Carlos Mazón”. El president está afrontando duras críticas por su gestión de la dana, tragedia que ya está judicializada y en instrucción en un juzgado de Catarroja. Si Camps decide presentar una candidatura a un futuro congreso del PP se podría generar, añaden, una movilización interna que a Génova no le agradaría. Camps se siente preparado para liderar una corriente interna que presione por cambios en la dirección del partido. Incluso si no se presenta, Camps cree que puede usar su influencia para negociar cambios en la estrategia o en la composición de la dirección del PP.