Mañana se cumplen tres meses desde que una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) azotó varias provincias españolas, dejando a su paso un rastro de devastación. Valencia fue la región más afectada, con registros históricos de lluvia que alcanzaron los 818 litros por metro cuadrado en menos de 24 horas. Este fenómeno meteorológico provocó el desbordamiento de barrancos y una riada que causó más de 220 víctimas mortales. Tres personas siguen desaparecidas, y los daños materiales, especialmente en localidades como Paiporta, Alfafar, Sedaví, Benetússer, Catarroja, Massanassa, Albal, Picanya, Aldaia y Algemesí, son incalculables. Otras poblaciones como Utiel, Requena, Chiva y Vilamarxant también sufrieron graves consecuencias.
Cruz Roja Española ha trabajado incansablemente en coordinación con las autoridades estatales, autonómicas, provinciales y locales
Desde aquel fatídico día, Cruz Roja Española ha trabajado incansablemente en coordinación con las autoridades estatales, autonómicas, provinciales y locales para brindar asistencia a las comunidades afectadas. Hasta la fecha, la organización ha realizado más de 288.000 asistencias, gracias a la movilización de 213 equipos de emergencia y 8.479 personas, entre técnicos y voluntarios, que llegaron desde todos los rincones del país para apoyar a los damnificados.
En las primeras horas tras la catástrofe, Cruz Roja centró sus esfuerzos en proporcionar ayuda básica: alimentos, agua, kits de higiene, descanso y limpieza, así como asistencia sanitaria y psicosocial. Además, se encargó del traslado y acompañamiento de personas con movilidad reducida, especialmente mayores y pacientes con necesidades médicas urgentes. Para ello, la organización desplegó 232 vehículos, incluyendo ambulancias, todoterrenos y embarcaciones, y distribuyó más de 154.700 comidas, 40.400 kits de higiene y 4.300 mantas.

Voluntarios de la Cruz Roja atienden necesidades de afectados por la dana
Uno de los mayores desafíos fue la gestión de albergues temporales. Cruz Roja habilitó 17 albergues en 15 localidades, donde alojó a 4.293 personas durante las primeras semanas. Además, la organización colaboró en labores de limpieza de calles, garajes y trasteros, y apoyó a Salvamento Marítimo y la Guardia Civil en la búsqueda de desaparecidos en la Albufera y el litoral valenciano.
Una de las iniciativas más destacadas fue la colaboración con el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia y la Generalitat Valenciana para garantizar la entrega de medicamentos personalizados a pacientes, especialmente aquellos en tratamiento oncológico. Los equipos de Teleasistencia de Cruz Roja realizaron 174 entregas de medicamentos, coordinadas desde un centro operativo que funcionó las 24 horas.
Una de las iniciativas más destacadas fue la colaboración con el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia
Además, Cruz Roja implementó el uso de “sillas oruga” para facilitar el desplazamiento de personas mayores o con discapacidad en edificios cuyos ascensores quedaron inutilizados. Hasta la fecha, se han realizado más de 700 intervenciones de este tipo.
La magnitud de la catástrofe impulsó una ola de solidaridad sin precedentes. Cruz Roja recaudó más de 103,5 millones de euros en donativos, de los cuales 54,6 millones provinieron de particulares, 46,2 de empresas y fundaciones, y 2,7 de administraciones públicas. Estos fondos han permitido la puesta en marcha de un Plan de Recuperación a tres años, cuyo objetivo es contribuir a la reconstrucción física, emocional y social de las comunidades afectadas.

Voluntaria de la Cruz Roja atendiendo a personas afectadas por la dana
En la primera fase del plan, Cruz Roja destinó 22 millones de euros para ayudar a 20.000 familias damnificadas, cifra que posteriormente se amplió a 30 millones para llegar a 25.000 unidades familiares. Las ayudas se materializaron en tarjetas bancarias nominativas, con un valor medio de 1.200 euros, que permitieron a las personas cubrir sus necesidades básicas de manera autónoma. Hasta la fecha, se han entregado 7.924 tarjetas por un valor total de 9,6 millones de euros.
Con la llegada del invierno, Cruz Roja intensificó su apoyo distribuyendo calefactores, deshumidificadores, camas completas y placas vitrocerámicas para ayudar a las familias a enfrentar las bajas temperaturas. Además, se entregaron hidrolimpiadoras a presión para facilitar las tareas de limpieza en viviendas y locales afectados.
Con la llegada del invierno, Cruz Roja intensificó su apoyo distribuyendo calefactores, deshumidificadores, camas completas y placas vitrocerámicas
En la segunda fase del Plan de Recuperación, Cruz Roja ha establecido 16 puntos de información en su red de asambleas para atender peticiones, acompañar en trámites y ofrecer apoyo laboral y económico a pequeños negocios. Hasta ahora, se han visitado 1.047 negocios, de los cuales alrededor de un centenar ya han recibido ayudas por valor de 500.000 euros.
La presidenta de Cruz Roja Española, María del Mar Pageo, ha destacado la importancia de este plan de recuperación para “normalizar la vida de miles de personas, familias y pequeñas empresas afectadas”. Pageo subraya el compromiso de la organización para trabajar en coordinación con las instituciones públicas y demás actores implicados en la reconstrucción de la zona.

Voluntarios de la Cruz Roja observan el nivel que alcanzó la dana en un edificio
Tres meses después de la DANA, el camino hacia la recuperación sigue siendo largo, pero la solidaridad y el esfuerzo conjunto de Cruz Roja, las administraciones y la sociedad civil continúan siendo un faro de esperanza para las comunidades afectadas. Quienes necesiten ayuda pueden acudir a los puntos de atención de Cruz Roja o solicitar asistencia a través de su página web.