Muchas de las muertes por la dana de Valencia ocurrieron antes de enviarse la alerta

Al menos una gran parte de las muertes ocurridas el 29 de octubre a causa de la riada que arrasó Valencia se produjeron antes de que se enviase la alerta a los móviles, a las 20.11, según se desprende de la documentación del sumario completo elaborado por la jueza de Catarroja que investiga lo sucedido el 29 de octubre durante la dana de Valencia.

El documento, al que ha accedido este diario, tras adelantar la Cadena SER extractos de su contenido, consta de unos 1.000 folios que recogen, entre otras cosas, los testimonios de la mayoría de los familiares de gran parte de las víctimas y que resultan coincidentes en su relato: decenas de ellos fallecieron entre las 19.00 y las 20.00, antes de que la Generalitat activara la alerta.

Son cerca de 1.000 folios que recogen los testimonios de la mayoría de los familiares de gran parte de las víctimas

El relato de los vecinos de L'Horta Sud reitera lo que muchos de ellos han venido contando desde entonces: la riada les alcanzó por sorpresa, nadie les avisó. De repente, llegó lo que califican como “un tsunami o una ola de agua, fango y escombros con extraordinaria fuerza” que arrasó con todo a su paso.

A algunas víctimas les encontró en la carretera, a muchas otras intentando sacar los coches de los garajes y a otras, en su mayor parte personas mayores, la riada les sorprendió en las plantas bajas, muy comunes en algunos de los pueblos más afectados, como Paiporta, Picanya, Massanassa, Alfafar o Sedaví. La corriente reventó las puertas y llegó a dos metros de altura en unos instantes, impidiéndoles llegar a las plantas altas.

El relato de los vecinos de L'Horta Sud reitera lo que muchos de ellos han venido relatando desde entonces: la riada les alcanzó por sorpresa

Al sumario están también aportadas las autopsias de los víctimas mortales, que son coincidentes: murieron por asfixia mecánica por sofocación al obstruirse las vías respiratorias con el barro.

Las declaraciones de los familiares testimonian, con el lenguaje aséptico de los distintos organismos ante los que los presentaron, los dramas vividos la trágica tarde noche del 20 de octubre, como el de Nicasio Carmona, vecino de Massanassa. Su hija prestó declaración ante la Guardia Civil, en València, el 1 de noviembre.

Testimonio de Massanassa

“Sobre las 18.15 horas su padre y su madre bajaron al garaje para sacar su vehículo del mismo, una vez dentro fueron sorprendidos por una riada de agua”

La hija explicó que “el martes 29 de octubre, sobre las 18.15 horas su padre y su madre bajaron al garaje para sacar su vehículo del mismo, que una vez dentro fueron sorprendidos por una riada de agua, no pudiendo salir del mismo por lo que ambos se mantuvieron sujetos a una barandilla de la rampa para no ser arrastrados por la corriente, que en un momento determinado su padre sufrió un desvanecimiento llegando un momento en que su madre no pudo sujetar más a su marido, siendo llevado por la corriente”. La mujer permaneció ocho horas sujeta a la barandilla, hasta que fue socorrida por los vecinos.

Estremece el terror que se desprende de los testimonios, pero también el heroísmo que llevó a algunos a dar literalmente la vida por salvar la de otros. Como el policía Eugenio Toledo, cuya esposa declaró a la Guardia Civil que su marido, a eso de las 20 horas, en su casa de Benetússer, tras escuchar a gente gritando, “bajó al garaje para ayudar a la gente que estaba allí”. Estaba entrando agua y “estuvo ayudando a la gente a salir, hasta que una furgoneta arrastrada por el agua echó la puerta abajo y entró todo el agua de repente”. Eugenio y otros no salieron.