Los nervios en el Palau de la Generalitat Valenciana eran ayer más que evidentes. Por tercera vez, se trasladaba, no de manera oficial, que la presentación de presupuestos prevista para hoy se retrasaba, sin determinar la nueva fecha. La razón no se explicaba, pero fuentes de Vox informaban de que aún quedaban “cosas por negociar” para dar el apoyo a las cuentas de Carlos Mazón. Y eso que en anteriores declaraciones los diputados de la formación de derecha extrema había calificado de “muy fructíferas” las negociaciones con el PP.
Los presupuestos de 2025 pueden suponer un balón de oxígeno para el president valenciano, ampliamente cuestionado por su gestión de la dana. De hecho, Carlos Mazón está hablando directamente con Santiago Abascal, con el que, a juzgar por las palabras del dirigente valenciano, tiene una buena relación.
Las cuentas se debían haber presentado el 31 del pasado mes de octubre, pero la dana obligó a suspender la iniciativa. A partir de ahí, se anunció que, en lógica, el diseño de presupuestos iba a ser totalmente diferentes, pues debían dar prioridad a la labor de la reconstrucción, que apenas acaba de empezar. Se planteó presentarlas, primero en enero, después la segunda mitad de febrero, e incluso se organizó un calendario parlamentario con el fin de que cada departamento explicara sus cuentas, pero la realidad obligó a modificar las fechas.
Es importante señalar que, desde el principio, la negociación de los presupuestos valencianos para 2025 se ha hecho entre el PP y Vox. Tras los primeros días de la dana, se habló de la posibilidad de que la izquierda, principalmente el PSPV, pudiera escuchar la propuesta de la Generalitat de cara a mostrar alguna unidad ante las decenas de miles de damnificados. Pero conforme pasaron los días, y se fueron conociendo detalles de la gestión del ejecutivo de Mazón el día de la dana, las pocas posibilidades desaparecieron.
Con los presupuestos, Mazón dispondría de un “elemento político” que le permitiría ganar tiempo frente a la presión que hay sobre él
Fuentes cercanas al president valenciano reconocen que si se logran aprobar las cuentas, Carlos Mazón dispondría de un “elemento político” que le permitiría ganar tiempo frente a la presión que hay sobre él, política y social, para que presente la dimisión. Por eso el apoyo de Vox es la clave, por lo que se está negociando a contra reloj desde la dirección de ambos partidos. Apuntan a que Santiago Abascal y Carlos Mazón están hablando directamente.
Con todo, el retraso en la aprobación de las cuentas mientras crece la presión política sobre el presidente valenciano no parece ser una buena señal. De no concretarse una presentación definitiva de un proyecto de presupuestos clave para la reconstruccion en las próximas horas, Les Corts Valencianes tendrán de nuevo que modificar su calendario y las cuentas no podrán aprobarse a mediados de mayo como estaba previsto en el segundo calendario aprobado por populares y ultras.
Situación delicada en València ciudad
Si ya resulta complicado el acuerdo de PP y Vox por los presupuestos, en el escenario político valenciano se abre ahora un nuevo frente. La decisión de los ultras de suspender a su portavoz en el Ayuntamiento de València puede dejar al Gobierno local de María José Catalá en minoría y dependiendo del voto de un concejal que no tiene, precisamente, la mejor relación con la alcaldesa.
Los populares anunciaron ayer que han abierto las vías de comunicación con Vox para ver como traducen la decisión de la dirección nacional de Vox en el Consistorio, donde Juanma Badenas es teniente de alcalde, para evitar enfadar a sus socios y que el acuerdo de gobierno no salte por los aires.