La desfeta

Y no me refiero a la de octubre de 2024, sino a la de abril de 1707. Si de la criminal riada llevamos cinco meses escribiendo con tinta ensangrentada, de la criminal derrota de Almansa que quiso borrarnos del mapa como valencianos llevamos más de tres siglos aguantando sus consecuencias. Con heroísmo y resistencia de todo un Pueblo, el valenciano, decidido a sobrevivir. Sea por no acabar ahogados ante tanta indolencia o sea por no ser aniquilados por los voceros antivalencianos.

Si octubre es el mes alfa de los valencianos, con el nacimiento del Regne y la conquista que nos aporta nuestra identidad, abril es el mes omega para el imaginario simbólico de nuestra tierra, el que se proyecta a través de una, La Desfeta, la derrota en la batalla de Almansa y el Decret de Nova Planta el fatídico 25 abril 1707, que puso fin al autogobierno propio y edificó las basas de nuestra disolución como Pueblo. Aún así y con todo, el país de los valencianos aguanta y persiste.

La Batalla de Almansa, obra de Ricardo Balaca y Orejas Canseco (1862)

La Batalla de Almansa, obra de Ricardo Balaca y Orejas Canseco (1862)

REDACCIÓN / Otras Fuentes

Y con ocasión de esta ominosa efeméride, la Associació de Juristes Valencians ha lanzado la propuesta de derogar simbólicamente aquella norma que puso fin a las instituciones, el derecho civil y la integridad territorial valenciana. Desde esta ribera mediterránea planteamos una ley ordinaria para la derogación expresa de los decretos de abolición de los Fueros de los reinos de València y Aragón, y de los decretos de nueva planta del reino de Mallorca y el principado de Catalunya.

Una ley breve, pero con un contenido emocional gigante, del cual tan necesitados estamos en la Comunitat Valenciana… Un artículo único: en cuanto pudiera conservar alguna vigencia, se considera definitivamente derogado el Decreto de 29 de junio de 1707 en lo que pudiera afectar a las actuales nacionalidades históricas valenciana y aragonesa, sucesoras institucionalmente de los históricos Reinos de València y Aragón; también se consideran definitivamente derogados, el Decreto de Nueva Planta de 28 de noviembre de 1715, respecto al histórico Reino de Mallorca, actual Comunitat Autónoma de les Illes Balears y el Decreto de Nueva Planta del Principado de Catalunya, de 16 de enero de 1716.

No conseguimos trasladar el malestar y patentar la injusticia en los centros de poder establecidos, donde se toman decisiones tan injustas para las gentes de esta tierra"

El 25 d’Abril de 2025, día de Les Corts Valencianes y conmemoración de la Desfeta de Almansa, en estas lides seguimos y nos revolvemos… pero no conseguimos trasladar el malestar y patentar la injusticia en los centros de poder establecidos, donde se toman decisiones tan injustas para las gentes de esta tierra. Después de filólogos, estas latitudes están repletas de ensayistas, y ya hemos teorizado bastante sobre el estado de la cosa: el peso de los valencianos en el Estado, la capacidad de influencia de la Comunitat Valenciana, la articulación de un lobby de presión eficaz en los madriles, los malos políticos que alumbra esta comunidad nuestra, lo poco que se ejerce de valenciano en aquellos estamentos dónde tenemos presencia, etc. Al menos nos queda esa estupenda campaña turística sobre el imposible envío de postales para condensar nuestra vida mediterránea en directo…

Pues este mes toca. Esa apuesta por la España Circular, completando y corrigiendo el miope diseño radial de nuestra península, parece que hace chirriar los dientes siempre afilados de los burócratas de la villa y corte. Parece ser les es insuperable en La Meseta poder aceptar y comprender infraestructuras que no pierdan dinero cruzándola. Cuándo un gobierno central tendrá la valentía de apostar por todo el país en su globalidad, primando las inversiones más productivas en beneficio de la España periférica, la España llena, la España dinámica, la España emprendedora, la España no subsidiada, la España trabajadora, la España del mediterráneo.

Parece ser les es insuperable en La Meseta poder aceptar y comprender infraestructuras que no pierdan dinero cruzándola"

Pues eso, 318 años después, siempre los valencianos compuestos y sin novio, novia y poliamor. Atropellados por el pulso entre los puertos de Algeciras y Barcelona. Engañados en ese trasunto Eje de la Prosperidad con Madrid que jamás nos tendrá en cuenta. Anclados en un Arco del Mediterráneo viciado por el pulso catalán con el Estado. No tenemos quién nos escriba y deberíamos empezar a hartarnos. Esta bendita tierra de aluvión que todo lo padece y de todo se recupera. A pesar de algunos.

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