La Conselleria de Educación ha ido recibiendo estas semanas diversas quejas por los resultados en la consulta de la lengua base en colegios e institutos de la Comunidad Valenciana y observa en algunas de ellas “contradicciones”. Por ejemplo, alega que en algunos recursos de alzada se indica que la familia denunciante afirma que no ha podido votar y al mismo tiempo que se ha equivocado en su votos. “Ambas situaciones a la vez son imposibles”, recuerda el departamento que dirige José Antonio Rovira, que abrió un período de un mes para recibir en sus diferentes direcciones territoriales competentes en materia de educación las quejas sobre los resultados, que dieron una mayoría, por poco margen, al valenciano.
Educación dio un plazo de un mes a las familias para que, según la orden de la consulta, interpusieran recurso de alzada, que resolverá previo informe de la Inspección de Educación. Sin concretar a este medio cuántas quejas se han recibido, la Conselleria sí que explica que ha recibido “diferentes recursos” y que en ellos los motivos que alegan son, en un 90% de los casos, similares debido, apunta, a que se trata de “formularios distribuidos por un colectivo”. Por su parte, tanto Famílies pel Valencià como la Confederació de AMPAS Gonzalo Anaya cifran en 150 los recursos de alzada presentados, una cantidad muy importante, señalan ambas entidades.
Educación observa que casi todos los recursos son similares porque hubo un mismo formulario utilizado por todas las familias
La mayoría de esas quejas, explica la Conselleria, habrían llegado siguiendo un mismo patrón, que es el formulario que puso a disposición de los interesados la plataforma Famílies pel Valencià, distribuyendo a través de sus redes sociales un modelo tipo para que los descontentos con el resultado presentaran sus quejas ante la administración.
De hecho, algunas de las quejas alegadas son errores en el procedimiento. Al respecto, Conselleria explica que al inicio, ante la “gran cantidad” de familias que entraron a elegir la lengua base de sus hijos, la plataforma se colapsó durante unos minutos pero argumentan que la incidencia se “solventó enseguida”, y aseguran que cualquier reclamación relacionada con este motivo, o por cuestiones ajenas a las familias, se estudiará y atenderá “como es oportuno”.
La orden de Conselleria establece que el sistema de información ITACA generaría para cada nivel objeto de la consulta un listado de alumnado, cuyos representantes legales habrán optado por una u otra lengua base. Sin embargo, en la Confederació Gonzalo Anaya solicitaron ayer por escrito a la Conselleria de Educación conocer al detalle los resultados: por centro educativo, etapa educativa y aula. Prevén nuevas reclamaciones una vez se especifiquen los resultados y los alumnos y sus familias sepan qué aula, y qué lengua base, tendrá que asumir el próximo curso, ya que el artículo 15 de la orden de la consulta establece que “cuando en aplicación del orden de adscripción del alumnado a cada lengua base se agoten las vacantes en una de ellas, o bien no exista oferta de la misma, el alumnado se adscribirá inicialmente a puestos escolares correspondientes a la otra lengua base”. Remarcan que la abstención (41,39%) que hubo en la consulta -estaban llamadas a votar 570.000 familias y solo participaron 339.411 familias, el 58,6% del censo- también provocará no pocas quejas por la asignación de aula en el curso 2025-26.
Educación dice que cualquier reclamación relacionada con un error en el proceso, o por cuestiones ajenas a las familias, se estudiará y atenderá “como es oportuno”
Mientras, la Conselleria inicia en una semanas el calendario de admisión del próximo curso y las dudas sobre cómo se reorganizarán las aulas siguen en el aire. Máxime tras la rectificación de la semana pasada del conseller Rovira, tras enviar a los centros educativos de zona castellanoparlante una circular que no contemplaba abrir grupos en valenciano en sus centros educativos, a pesar de la demanda evidente, como demostró la propia consulta. Al respecto, la Gonzalo Anaya reitera que familias y centros educativos están sufriendo por la organización del próximo curso.