El 28 de octubre, ante la previsión de lluvias, la dirección de la cooperativa Consum envió a casa a sus trabajadores de oficinas, unas 670 personas, para que el día de la dana hicieran teletrabajo. El edificio está ubicado en Silla, localidad que finalmente no se inundó, pero su área de influencia es l'Horta Sud, zona cero de la dana. Además, para llegar a la sede social de Consum desde València u otras poblaciones del norte de la provincia hay que transitar la pista de Silla, una de las carreteras que se anegó aquel día.
Asimismo, aquel lunes anterior al desastre, la dirección de la cooperativa valenciana recomendó evitar todos los desplazamientos de los empleados de los turnos de tarde del día 29 de octubre y estableció que los trabajadores en ese horario solo acudieran a su puesto de trabajo si este se encontraba en su misma población.
La sede social de Consum está junto a la pista de Silla, anegada el 29 de octubre
Ese fue el proceder de la empresa, explica a La Vanguardia su director de Personas y Bienestar, Pedro Hernández Quiroga, quien también detalla que, una vez acontecido la tragedia, la compañía activó un plan de Donaciones a fondo perdido y préstamos a 0% interés para atender las necesidades de los compañeros afectados, que en los primeros días fue principalmente para que pudieran “comprar comida y teléfonos, pues lo habían perdido todo”.
El director general asegura que ahora ante la alerta roja meteorológica Consum cerrará sus supermercados: “así los clientes no salen tampoco de casa”
Tras la tragedia, la empresa ha aumentado su exigencia y ayer su director general, Antonio Fernández Lázaro, aseguró que cada vez que haya alerta roja meteorológica, cerrarán sus supermercados y bloques logísticos. Así, ante “determinadas predicciones meteorológicas, cuando haya alerta roja, vamos a cerrar las tiendas y vamos a mandar a todo el mundo a su casa”, señaló el director general, que dijo ese protocolo ya se ha aplicado en Valencia y también en Tarragona. Una decisión encaminada también a proteger a sus clientes, “pues así tampoco salen de casa, que a muchos les pasó por salir de casa y no estar advertidos”, señaló ayer el directivo.
Asimismo, Consum cuenta con formación específica para sus empleados en función del nivel de alerta y pone en marcha con periodicidad en sus establecimientos simulacros de incendio, un ejercicio que abarca la mayor casuística posible, a pesar de que los últimos episodios dramáticos sobrepasen las expectativas. El reciente apagón les provocó unas pérdidas de entre tres y cuatro millones de euros, la dana de hasta 40 millones. Hubo 39 tiendas afectadas de Consum y otras 30 de Charter y este jueves abren las dos últimas que quedaban por recuperar, ubicadas en Algemesí y Aldaia.
El apagón les provocó unas pérdidas de entre tres y cuatro millones de euros, la dana hasta 40 millones
En la riada, cerca de 1.000 trabajadores de la empresa estuvieron afectados y el plan de Donaciones les dotó de una primera aportación global de cuatro millones de euros. La suma total se repartió a través del Comité Social entre los afectados, según el grado de afectación que hubieran sufrido en una iniciativa que la dirección considera ha sido especialmente valorada por la plantilla.
Al margen de las ayudas para la reconstrucción de viviendas, recuperación de enseres o vehículos, Consum redujo la movilidad de los empleados afectados, reubicándolos en otros centros. Y mantiene actualmente un apoyo psico-emocional para sus trabajadores, con atención individualizada, “muy demandada”, o en dinámicas de grupo. No en vano muchos trabajadores encontraron el agua en su misma tienda aquel trágico 29 de octubre y atendieron a los clientes, nerviosos y preocupados, como también lo estaban ellos.
Por otra parte, ante las situaciones de compras compulsivas en las que derivó la pandemia y que también se dieron durante el apagón, el último de los sucesos más inesperados, el director general de Consum asume que “no podemos hacer nada y el cliente compra lo que quiere, pero querríamos transmitir tranquilidad, porque la cadena logística ya mostró en la pandemia que es súper eficiente y que puede abastecer al mercado”.