La magistrada que investiga la dana, Nuria Ruiz Tobarra, ha emitido un auto en el que rechaza rotundamente las acusaciones infundadas que vinculaban la presa de Forata con los daños y fallecimientos ocurridos durante la jornada que causó 228 muertos. En su resolución, la jueza no solo desestima la solicitud de declaración testifical de José María Ch.B., un testigo propuesto por una de las partes, sino que además respalda con pruebas técnicas el papel “netamente beneficioso” que desempeñó esta infraestructura hidráulica durante la catástrofe.
El auto judicial desmonta punto por punto las teorías que sugerían que la presa había contribuido a agravar las inundaciones. En primer lugar, la magistrada subraya que no hubo “desbordamiento, coronación o rotura” en Forata que pudiera generar un aumento repentino del caudal aguas abajo. Esta conclusión se basa en el testimonio del perito Francisco V.M., ingeniero hidráulico de la Universidad Politécnica de Valencia, UPV, quien explicó que la presa cumplió su función de laminación, retrasando y reduciendo en un 50% el volumen de agua que circulaba por el cauce. Gracias a ello, se ganó un tiempo crucial para que la población pudiera reaccionar. Además, el experto dejó claro que Forata, una presa de hormigón tipo arco-gravedad, no presentó riesgo de colapso, a diferencia de lo ocurrido en el desastre de Tous en 1982.
La jueza cierra la puerta a las teorías falsas: Forata no agravó la riada del 29-O
Uno de los aspectos más destacados del auto es el rechazo categórico a la teoría que vinculaba la presa con la crecida del barranco del Poyo, donde se registraron algunos de los daños más graves. La jueza califica esta hipótesis como “un auténtico bulo”, ya que ambas cuencas son independientes y no existe conexión hidrológica entre ellas. El perito Francisco V.M. fue contundente al afirmar que las aguas de Forata nunca llegaron a ese barranco, por lo que insistir en esta línea de investigación no solo carece de fundamento, sino que además desvía la atención de los verdaderos problemas que deben ser analizados.
En este sentido, la magistrada señala que el foco de la investigación debe centrarse en las posibles negligencias en la gestión de la emergencia, especialmente en la tardanza en activar los protocolos de aviso a la población. Durante las declaraciones de los peritos, quedó en evidencia que el Cecopi (Centro de Coordinación Operativa Integrado) se activó demasiado tarde, cuando las inundaciones ya eran generalizadas, lo que limitó la capacidad de reacción de los afectados. La defensa de una de las investigadas llegó a admitir que este organismo está diseñado para actuar “cuando la inundación ya se ha producido”, una afirmación que, según la jueza, explica en parte la magnitud de la tragedia.
La magistrada señala que el foco de la investigación debe centrarse en las posibles negligencias en la gestión de la emergencia
Con este auto, la justicia no solo cierra la puerta a especulaciones sin base técnica, sino que también reivindica el papel esencial de infraestructuras como la presa de Forata en la mitigación de desastres naturales. La resolución deja claro que, lejos de ser un factor agravante, esta obra hidráulica cumplió su función de manera ejemplar, reduciendo el impacto de la DANA. Ahora, las partes tienen la opción de recurrir la decisión en un plazo de tres días (recurso de reforma) o cinco días (apelación), mientras la investigación sigue su curso para esclarecer las posibles responsabilidades en la gestión de la emergencia.
Nuevos testigos
La jueza ha citado como testigos a un comandante de la Unidad Militar de Emergencias (UME), un exjefe de prensa de la Conselleria de Justicia e Interior, los alcaldes de Montserrat, Pedralba, Godelleta y Turís. Además, dispone citar como peritos a un catedrático de Geografía Física de la Universitat de València y a un meteorólogo miembro de la Asociación Valenciana de Meteorología (Avamet).