[REC]uerdos: Un siglo de emociones cotidianas que revolucionan CaixaForum València
Exposición arte
La exposición que convierte películas domésticas en patrimonio histórico revela cómo grabamos los mismos momentos desde 1920... Pero con móviles en vez de super-8
Imagen expuesta en la exposición de CaixaForum València
Imagina ver a tu abuela de joven, riendo frente a una cámara de super-8 en una playa valenciana en los años 60. O descubrir a un niño haciendo muecas en blanco y negro en un patio de los años 30, idénticas a las que hoy hace tu sobrino para el móvil. [REC]uerdos. La vida a través del cine doméstico, la exposición que acoge CaixaForum València del 16 de julio al 2 de noviembre de 2025, desvela algo extraordinario: nuestras grabaciones familiares, esas que acumulan polvo en cajas o se pierden en el olvido digital, son un tesoro histórico. No solo retratan gestos y tradiciones que se repiten generación tras generación, sino que revelan cómo la tecnología ha transformado —o no— nuestra manera de contar quiénes somos.
Esta muestra, producida por la Fundación “la Caixa” y comisariada por los investigadores Efrén Cuevas y Núria F. Rius, es el resultado de años de rastreo por archivos domésticos y filmotecas españolas. Desde películas en 16 mm de bodas en la posguerra hasta selfis en TikTok, la exposición traza un siglo de emociones cotidianas capturadas con una cámara. “El cine doméstico es el gran narrador anónimo de nuestra historia”, explica Cuevas. “Detrás de un primer plano torpe o una escena mal iluminada hay relatos sobre migraciones, cambios sociales e incluso resistencias políticas”. Un ejemplo impactante: las filmaciones de familias judías en la Hungría de los años 40, usadas décadas después en documentales sobre el Holocausto, o los vídeos de trabajadores andaluces en Cataluña durante el franquismo, rescatados para Memorias, norias y fábricas de lejía (2011).
Imagen de la exposición en CaixaForum
Uno de los hallazgos más sorprendentes de la exposición es comprobar cómo, pese a la revolución digital, seguimos grabando los mismos rituales: el pastel de cumpleaños, los primeros pasos de un bebé, las vacaciones en la playa. En una vitrina, una cámara Bell & Howell de super-8 (1978) y un iPhone 14 Pro se miran frente a frente, separados por medio siglo pero unidos por un mismo propósito. “La diferencia está en el volumen: antes se filmaban 3 minutos al año; ahora, 3 minutos cada hora”, señala Rius. La muestra contrasta anuncios de los años 50 —”¡Grabe los recuerdos que nunca morirán!”— con los actuales stories de Instagram, preguntándose: ¿filmamos para recordar o para ser vistos?
Un acierto de la exposición es su enfoque valenciano. Gracias a la Filmoteca Valenciana y proyectos como ¡No las tires! —que recuperó material dañado por la DANA—, los visitantes verán imágenes inéditas de las Fallas en los años 70, excursiones a la Albufera o el antes y después de barrios como El Cabanyal. “Son documentos urbanos y emocionales”, destaca Borrás. En una pantalla dividida en tres, se comparan bodas filmadas en los 20, 60 y 90: los vestidos y decorados cambian, pero la emoción de los novios al salir de la iglesia es idéntica.
El cuarto ámbito revela cómo el cine doméstico ha saltado de los álbumes familiares a museos y festivales. Fragmentos de Un instante en la vida ajena (2003) muestran a Madronita Andreu, una burguesa catalana que filmó a su familia entre 1920 y 1970 con una sensibilidad cercana al cine experimental. Junto a ello, Memorias de ultramar (2021) usa metraje casero para criticar el colonialismo español. “Estas imágenes no fueron hechas para ser arte, pero adquieren nuevas capas al ser reinterpretadas”, subraya Cuevas.
Imagen de una grabadora de super 8 en la exposición de CaixaForum
La reflexión sobre la era digital es mordaz: un vídeo de una abuela pidiendo “que alguien apague el móvil” durante una comida familiar se contrapone a estadísticas sobre el 78% de adolescentes que prefieren gramar un concierto a vivirlo. “Antes se proyectaban las películas en familia; hoy las vemos solos, en pantallas rotas de WhatsApp”, lamenta Rius.
La exposición se amplía con un ciclo en CaixaForum+ que incluye joyas como A World Not Ours (2012), sobre exiliados palestinos, o Agua (2021), un corto valenciano que usa cine doméstico para hablar de discapacidad. Habrá también talleres donde niños y adultos crearán sus propias “películas domésticas” con móviles y efectos analógicos, y un coloquio con la directora Núria Giménez tras la proyección de My Mexican Bretzel.
Proyectos de Super 8 en la muestra de CaixaForum
[REC]uerdos va más allá de la nostalgia: es un espejo de cómo nos contamos. Al salir, muchos visitantes revisarán sus archivos digitales con otros ojos. Quizá ese vídeo de la última cena de Navidad, dentro de 50 años, sirva para entender cómo éramos.
Información práctica:
Lugar: CaixaForum València (Ciutat de les Arts i les Ciències).
Fechas: 16/07 - 02/11/2025. Horario: 10-20 h.
Actividades paralelas: Proyecciones, talleres y visitas guiadas. Programa completo en www.fundacionlacaixa.org.