Iván Felipe,emprendedor aunque policía local en Castellón los últimos 21 años de su vida -ahora está en excedencia- comenzó a rumiar un proyecto de negocio que aunara IA y seguridad tras reflexionar sobre el día a día de sus compañeros y compañeras. “La gente se piensa que un policía tiene que estar solo en la calle, pero muchas veces tiene que hacer labores administrativas, costosas, de muchas horas, perdiendo tiempo y eso hace que se pierdan patrullas en la calle”. A esa burocracia que, asegura, arrolla también a los agentes, quiere dar solución con una herramienta de IA que desarrolla bajo la marca ChatPol y que pretende reducir a 30 segundos el tiempo de consulta de dudas legales que afronta un agente cuando pisa la calle.
Su proyecto tecnológico tiene dos patas: por una parte, ChatPol Lex, de consulta rápida, y por otro, ChatPol Diligenciador. El primero permite una consulta legal interactiva al agente, que dispone de la herramienta como aplicación móvil tanto en teléfonos como en tablets para solucionar sus dudas cuando está trabajando. Por otra parte, ChatPol Diligenciador permite una redacción guiada de exposición de hechos y comparecencias que se descarga en Word y que, aunque es un proyecto aún en versión beta, espera disponer de él completamente muy pronto.
ChatPol pretende reducir a 30 segundos el tiempo de consulta de dudas legales que efectúa el agente cuando pisa la calle
Diligencias de prevención, cuando se detiene a alguien y luego pasa a disposición de Guardia Civil o Policía Nacional; atestados por investigación de accidentes de circulación, competencia exclusiva de la Policía Local; o diligencias por investigación de delitos contra la seguridad vial son habituales en el día a día de los agentes locales. “Hay que hacer muchas diligencias y si lo tiene que hacer todo la misma patrulla, muchas veces, sobre todo en pueblos pequeños, se complica: se encargan del detenido, tienen que hacer toda la labor administrativa, presentarlo. Se pierde mucho tiempo”, argumenta Felipe, que presume de poder reducir esos tiempos en un 70, “incluso en un 80%”.
Por eso su nueva herramienta, para que los agentes consulten rápido ante una actuación y para que la redacción de los hechos, a posteriori, sea también correcta, sin faltas de ortografía o gramática por haber redactado un texto “a 180 pulsaciones, en mitad de la noche, después de la bronca con un detenido”.
Explica Iván Felipe que sirve para que el agente diga “oye, tengo un coche en doble fila, ¿qué artículo es?” y te resuelva el código de tráfico o si hay que proponer denuncia. También en el caso de que el agente tenga a alguien que acaba de meterse en un domicilio, “te aclara si es una perturbación o un allanamiento”, ejemplifica.
Pero aquí surge la duda, ¿la legislación nos la debe saber el policía antes de actuar?, preguntamos. Iván Felipe responde: ”¿Un policía tiene que ser un jurista? Como agente sabes ciertas cosas por repetición, pero a veces te plantean dudas y tienes que consultar a un mando, te hacen esperar porque deben consultarlo... Creo que el policía está para trabajar en la calle”, defiende.
Que había un nicho de mercado lo tuvo claro cuando observó cómo muchos agentes nuevos, a quienes conoce bien porque también regenta una academia de oposiciones a policía, le consultaban dudas legales. “De ahí intenté crear una herramienta para que les ayudara a preparar las oposiciones y luego, para que les ayudara a trabajar. Pero me empecé a preguntar cuánta gente está utilizando ChatGPT para hacer escritos legales sin que se garantice la seguridad de sus datos”, desliza. Asegura que la popular herramienta de IA “no cumple la normativa de protección de datos ni el esquema nacional de seguridad”, y a esa situación quiso dar solución.
¿Cuánta gente está utilizando ChatGPT para hacer escritos legales sin que se garantice la seguridad de sus datos?”
Actualmente, el proyecto cuenta con 105 usuarios activos y su creador ha empezado a darlo a conocer a diversas administraciones locales de la Comunidad Valenciana para que las concejalías de Seguridad prueben la herramienta. El precio inicial de ChatPol Lex es de 150 euros anuales en una suscripción anual por cada agente que lo vaya a usar; el ChatPol Diligenciador parte de los 3.000 euros y dependerá del tamaño de las poblaciones en que se aplique. En este y otros detalles trabaja su fundador desde Lanzadera, la aceleradora de empresas emergentes integrada en Marina de Empresas, el hub de emprendimiento valenciano en el que ha entrado recientemente con otras 120 startups y donde se prepara para pulir su propuesta empresarial durante los próximos seis meses.