Varias víctimas de la dana que han testificado ante la jueza de Catarroja que instruye la causa han recibido un escrito del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en el que les pide que, “a la mayor brevedad posible”, informen “qué juez/a o magistrado/a practicó su declaración de perjudicado” en el juzgado de primera instancia e Instrucción de Catarroja “y las personas que se encontraban presentes”.
El escrito al que ha tenido acceso La Vanguardia, fechado el 15 de octubre en Madrid y firmado por el letrado de la sección de actuaciones previas y expedientes disciplinarios, pide, en particular, al testigo que manifieste “si en su declaración se practicó ante la magistrada doña Nuria Ruiz Tobarra o si, en tal actuación, pudo intervenir directa o indirectamente otro magistrado”.
Esta actuación se produce después de que el Consejo General del Poder Judicial recibiera una queja de la exconsellera de Justicia y Emergencias de la Generalitat Valenciana imputada en la jueza, Salomé Pradas. La exdirigente del PP pidió al órgano de gobierno de los jueces que suspenda a la instructora por supuestamente actuar contra ella sin base probatoria.
Además, en la denuncia, los abogados de Pradas deslizaban que, durante el procedimiento, ha existido una posible intervención de personas ajenas al proceso judicial, en referencia a las acusaciones de algunas partes de que el marido de la magistrada Nuria Ruiz Tobarra estaría asesorándola en el procedimiento.
Las víctimas destacan la empatía de la jueza y el conocimiento de cada uno de los casos y denuncian los intentos de apartarla de la causa
En este contexto, la asociación de víctimas en las que se integran los familiares que han recibido el escrito del CGPJ niegan que nadie externo estuviera presente en sus declaraciones como perjudicados en el juzgado. Asimismo, denuncian una campaña de algunos letrados y también de ciertos medios de comunicación para intentar desacreditar a la magistrada e intentar apartarla del caso. Una opción que sería un gran varapalo para las víctimas organizadas que solo tienen palabras de agradecimiento hacia Ruiz Tobarra por “su empatía” y por conocer “al milímetro” cada uno de los casos, como así ha demostrado en la toma de declaraciones practicadas durante estos meses, explican los familaires.
Respecto a la posible influencia de otros magistrados en la causa, las partes interesadas se basan en la aparición de imágenes de Tobarra junto a su familia en la sala. Su marido es también magistrado, aunque de otro tribunal. En un auto de esta misma semana, la instructora recordaba los hechos y cómo se le grabó de manera irregular, aprovechando las conexiones telemáticas que se usan para seguir las declaraciones a distancia una vez estas ya se habían terminado. “Esta Juez desconoce quién me grabó a mí y a mi familia ilícitamente, extrajo los fotogramas y los proporcionó al medio digital”, denunció la magistrada. Unas imágenes en las que se sustentan para intentar apartar a la jueza de Catarroja de la causa.

