El peso de la piel, de Margo Rejmer
damas y tramas
Con El peso de la piel (La Caja Books, 2025), fruto de la brillante traducción de Agata Orzeszek y Ernesto Rubio, Margo Rejmer consolida su lugar entre las voces más relevantes de la literatura polaca contemporánea. Galardonada con premios como el Polityka Passport, el Gryfia Literary Award y el Newsweek Award —entre otros reconocimientos por su aguda mirada sobre la Europa del Este—, Rejmer ha construido una obra que se mueve con soltura entre la crónica, la memoria y la ficción. La Caja Books ha sido con su habitual precisión quirúrgica una de las editoriales que más ha apostado por su escritura en España. Publicó Bucarest. Polvo y sangre (2019), un retrato demoledor de la capital rumana tras el comunismo, y Barro más dulce que la miel. Voces de la Albania comunista (2020), donde la autora dio voz a quienes sobrevivieron a uno de los regímenes más cerrados de Europa. Ambas obras revelaron una sensibilidad poco común para escuchar y transformar el testimonio en literatura. Con El peso de la piel, la editorial refuerza esa apuesta, acompañando a Rejmer en su salto hacia la ficción.
Portada del libro El peso de la piel
El libro reúne diez relatos que giran en torno a un tema central: cómo el cuerpo guarda la memoria del mundo. Rejmer observa a sus personajes —habitantes de ciudades marcadas por la violencia política, la pérdida o el desarraigo— con la misma sensibilidad con la que antes escuchaba las voces reales de los supervivientes de los regímenes totalitarios. El resultado es un conjunto de textos donde lo íntimo y lo histórico se confunden, donde la piel se convierte en archivo y la palabra, en cicatriz.
Su prosa, precisa y contenida, mantiene la tensión entre lo visible y lo oculto. Rejmer no describe, sino que evoca: un gesto, un sonido, una imagen mínima son suficientes para hacer aflorar todo un pasado. En estos relatos aparecen los traumas heredados de la guerra, la sombra persistente de los regímenes autoritarios y el peso de la memoria familiar. Pero también hay una búsqueda de belleza en medio de la ruina, una tentativa de redención a través del lenguaje y los elementos. Si en sus libros anteriores la autora se acercaba a la historia reciente de Europa del Este con una mirada casi antropológica, aquí lo hace desde la intuición y la emoción. En ese sentido, El peso de la piel puede leerse como un desvío en el mejor sentido de la palabra de su escritura: la crónica se transforma en literatura sin perder su compromiso con la verdad.
La literatura, parece decirnos, no sirve para olvidar, sino para recordar mejor: para entender que, a veces, el pasado no se lleva en la mente, sino en la piel. Si Margo Rejmer no existiese tendríamos que inventarla”
Hay ecos de otras literaturas en su manera de entrelazar cuerpo, paisaje y memoria, pero Rejmer mantiene una voz propia, más contenida, más interior. Su estilo rehúye el sentimentalismo y apuesta por una sobriedad que potencia el impacto de cada frase. El peso de la piel es un libro exigente, pero también profundamente humano, y quizás esta constelación literaria sea la única manera de aproximarse más fielmente al sufrimiento humano, como si de un Denkbild se tratase. En un otoño literario marcado por los grandes estrenos, Rejmer ofrece una obra que no busca el deslumbramiento inmediato, sino la huella duradera. La literatura, parece decirnos, no sirve para olvidar, sino para recordar mejor: para entender que, a veces, el pasado no se lleva en la mente, sino en la piel. Si Margo Rejmer no existiese tendríamos que inventarla.
Ficha del libro
El peso de la piel, de Majo Regmer (La Caja Books, 2025)