Mazón y el enigma sin resolver
Diario de València
Antes ha dimitido Carlos Mazón que hemos sabido, con rigor, qué hizo el president de la Generalitat Valenciana desde las 18:45 horas del día de la dana, momento en el que dejó a Maribel Vilaplana, hasta su llegada al Cecopi, a las 20:28, cuando la tragedia había alcanzado su máxima gravedad. Tenemos solo su versión, la de que acudió directamente al Palau de la Generalitat Valenciana para seguir trabajando hasta que se desplazó al centro de emergencias, a donde llegó momentos después de lanzarse a ES-Alert. Pero no existe ninguna prueba física por parte del Consell (que borró las imágenes del Palau) o del PP que confirmen esta secuencia. Más bien sucede al contrario; la ausencia de pruebas amplifica la sospecha de que hizo algo que no quiere dar a conocer y que incluso le mantuvo incomunicado durante 37 minutos, entre las 18:57 horas y las 19:34 horas. Tiempo en el que la exconsellera Salomé Pradas intentó hablar con él dos veces sin éxito.
El presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón
Esa hora, más o menos, es la que ha acabado convirtiéndose en un enigma que ha dañado, de manera grave e irremediable, la credibilidad del ahora president en funciones ante la opinión pública, ante las familias de las víctimas y ante su propio partido. Lo reconoció en su discurso de renuncia en el Palau, debió suspender su agenda y atender la emergencia. Todas las versiones dadas, por él o por su equipo del Consell, en ocasiones contradiciéndose unas a otras, algunas ampliadas en tiempo por la periodista con la que comió, acaban estrellándose sobre ese espacio de tiempo en el que parece que Carlos Mazón se desconectó del mundo, justo cuando más se le necesitaba. Y, además, lo hizo solo, pues ninguno de sus más estrechos colaboradores o amigos estuvieron a su lado en ese espacio que va desde el inicio de la comida, el paseo al parking de La Glorieta y de ahí hasta que llegó al Palau.
Carlos Mazón comparecerá hoy en la comisión de investigación de la dana en las Corts Valencianes a petición propia. Es una comisión controlada por el PP y presidida por Vox, y con una metodología que no da espacio para el cuerpo a cuerpo entre los portavoces y el president en funciones. Se trata, además, de una cita que puede servirle como ensayo de lo que le espera en la comisión del Congreso el próximo día 17 de noviembre, donde la metodología es mucho más favorable a las intervenciones de los diputados y diputadas que le interroguen. Es probable que veamos el choque de relatos, el que ha intentado trasladar la Generalitat Valenciana y el que ha ido consolidando la jueza instructora auto tras auto, con extrema claridad y contundencia. La instructora subraya que la ES-Alert se mandó tarde y mal, y que esta fue la causa del elevado número de muertos, de personas a las que la dana ahogó sin saber lo que se les venía encima.
Antes ha dimitido Carlos Mazón que hemos sabido, con rigor, qué hizo el president desde las 18:45 horas del día de la dana, momento en el que dejó a Maribel Vilaplana, hasta su llegada al Cecopi, a las 20:28. Hoy comparece en les Corts y tendrá una oportunidad para aclararlo”
Pero habrá que estar hoy muy atentos para ver si Mazón es capaz de aclarar qué hizo exactamente en esos críticos momentos o si, finalmente, el enigma sigue perpetuándose en el tiempo, permitiendo construir no pocas conjeturas y ninguna favorable a su persona. Porque cuesta entender que se haya pagado un precio político tan elevado en parte por no haber explicado los movimientos en la tarde de la dana con sinceridad desde el primer momento. La gestión de la comunicación política ha sido errática, con negaciones iniciales, explicaciones insuficientes, versiones contradictorias y cuestionadas por las pruebas y, finalmente, extendiendo la sensación de que se ha querido ocultar a la opinión pública algo tan poco explicable que hasta se ha preferido dimitir de president antes de darlo a conocer.