El Museo Arqueológico de Alicante ha identificado una de las primeras viviendas del yacimiento de la Illeta dels Banyets, correspondiente a la primera mitad del s. III a. C., en la que se ha localizado un calzado de esparto, un hallazgo excepcional al que su estado de conservación convierte en una pieza única.
Hasta ahora, en el yacimiento de El Campello solo se conocían los centros religiosos, representados por los dos templos, y los espacios productivos con los lagares, almazaras, hornos de brea, talleres de esparto, almacenes e instalaciones para el salado de pescado, pero tan sólo se tenía constancia de un edificio dedicado a alojar a los habitantes del enclave, según explican los expertos del MARQ.
“No es fácil que se conserve la materia orgánica y de ahí la importancia de este hallazgo”, explica Manuel Olcina, director del Museo Arqueológico de Alicante
Carmen Sellés, diputada de Arquitectura, afirmó ayer en una visita al yacimiento costero que se ha procedido a la consolidación de las estructuras arquitectónicas para que los visitantes puedan disfrutar de los nuevos espacios y ampliar de este modo la oferta museística.
El edificio identificado sufrió muchas remodelaciones, incendios y ampliaciones. Los suelos de tierra apisonada de las habitaciones fueron reiteradamente repavimentados y en uno de ellos se han detectado los restos del calzado fabricado con esparto con una antigüedad de poco menos de 2.300 años.
“No es fácil que se conserve la materia orgánica y de ahí la importancia de este hallazgo que nos muestra directamente uno de los elementos de protección para los pies empleados en la primera mitad del s. III a. C. y que ha subsistido con pocas variaciones hasta nuestros días”, explica Manuel Olcina, director del Museo Arqueológico de Alicante (MARQ).
Además, se ha identificado parte del mobiliario de los departamentos que consistía en bancos de adobe y un hogar que tuvo un largo uso continuo con varias refracciones que modificaron ligeramente su aspecto. También se ha podido localizar parte de la vajilla doméstica, de procedencia mayoritariamente foránea como la jarra, los salseros y páteras de barniz negro y rojo púnicos fabricados en la zona de Cartago, ánforas y jarras de la zona púnico-ebusitana, páteras de pequeñas estampillas, y algunas ollas de cerámica ibérica y platos de cerámica pintada de esta misma producción.
Restos del Tossal de Manises podrían ser parte de la primera ciudad fundada por Amílcar Barca, Akra Leuké
Por otra parte, en estos días concluye la campaña 2025 en el yacimiento romano de Lucentum, en el Tossal de Manises, la primera de un proyecto de cuatro años que tiene por objetivo excavar el gran edificio anejo al foro y llegar a los estratos fundacionales del espacio habitado, de finales del siglo III a. C
El edificio es una gran estructura rectangular de 10,20 por 19 metros cuya funcionalidad no se conoce ya que no presenta elementos que puedan definirla. Al retirar las primeras capas de tierra han aparecido una serie de estructuras de planta cuadrada y rectangular, afectadas parcialmente por el fuego. Como explica Olcina, “cronológicamente son anteriores a la época augustea, es decir anterior al establecimiento del Imperio, a finales de siglo I a.C.”.
Algunas características apuntan a que podría ser parte de la primera ciudad fundada por Amílcar Barca, Akra Leuké, a finales del siglo III a. C., que fue destruida por los romanos durante la Segunda Guerra Púnica. “Si se confirmara este extremo, tendríamos al final del proyecto una enorme zona, de 196 m2 en el que se visualizaría de manera clara esta ciudad púnica, con sus edificios y calles, algo excepcional en la arqueología de España”, concluyó el Diputado de Cultura, Juan de Dios Navarro, presente en la visita.


