Cuando algo es caro empleamos esta expresión “Cuesta un huevo”, pero el huevo hasta la fecha ha sido un alimento protéico de alta calidad bastante asequible en la cesta de la compra.
Según un estudio de la OCU, su observatorio de precios indica que los huevos categoría M, los más económicos, han subido desde abril de 2024 un 25,2% de media. En pocas semanas se ha disparado el precio de este producto fundamental en nuestra dieta. ¿Qué explica la subida? ¿Qué podemos hacer? Primero fue el aceite, luego el azúcar, el café, el chocolate... y ahora nos han tocado los huevos. En el periodo 2023-2024 el gobierno quitó o redujo el IVA de algunos productos básicos. Esta semana ante el escenario que se cierne sobre nuestras cabezas, AVACU ha solicitado al gobierno que huevos y carne de pollo no tengan IVA mientras dure la crisis aviar.
Huevos camperos, Mercat de Russafa, València
Desde el 13 de noviembre, el confinamiento de aves es total y afecta especialmente a los animales en libertad: gallinas ecológicas y gallinas productoras de huevos camperos, y también a ocas, patos y gallinas particulares para autoconsumo de huevos y carne. Hay quien sigue los consejos de Donal Trump. Pero si su vecino tiene una gallina en el balcón, no dude en denunciarlo al SEPRONA.
A nivel económico el “Chicken Lock Dow” es significativo, porque de los 50 millones de gallinas que hay en España, el 12% son camperas y ecológicas. Esos son los huevos más caros del lineal. El sector está con los huevos de corbata. En lo que va de año se han sacrificado ya casi 3 millones de aves, y se han notificado 14 focos de gripe aviar en aves de corral, 5 en cautivas y 68 en aves silvestres según fuentes del Ministerio. Además pone la piel de gallina la virulencia con que se expande el H5N1. El riesgo en València es más elevado que en otras regiones. Estamos a punto de recibir una oleada de aves migratorias del norte de Europa. El lago de la Albufera, la Marjal de Pego-Oliva... y si además pensamos en otros vectores como las gaviotas y palomas, podemos estar seguros de que de ésta no salimos indemnes.
Si sube el precio de los huevos no será todo por culpa de la gripe aviar. El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, atribuye la subida continuada a causas “multifactoriales”: Además del impacto de la influenza aviaria, señala un aumento del consumo de este producto del 4,2%, frente a un crecimiento del censo de gallinas de sólo el 0,3%. Para mí ha sido una sorpresa el drástico descenso de natalidad en gallinas ponedoras. El ministro también sacaba pechuga en València diciendo que somos un país huevón, o con superávit en huevos. Producimos un 20 por ciento más de los que consumimos. O sea, que nuestros huevos morenos viajan y se los comen con fruición en Europa.
Yo añadiría dos factores más: el componente psico-social del aumento constante de opciones alimentarias “healthy”, donde se abandona el consumo de carne para situarse en el bando vegano u ovo-lacteo-vegetariano; y... ¡cómo no! l'Esmorzar. ¿Qué seria del almuerzo valenciano sin huevos? Gastamos más huevos que los americanos haciendo revueltos, tortillas y huevos fritos como si no hubiera un mañana.
No lleguemos al punto de convertir en lujo, algo tan humano como es cenar una tortillita a la francesa”
Las autoridades deben estar ojo avizor para evitar la especulación. Un dato: tengo conocidos, propietarios de pollerías que llevan semanas molestos porque no les sirven las cantidades que demandan. Si piden a su proveedor cinco cajas de pollos o huevos, les traen tres. ¿Qué es esto? ¿Desabastecimiento? ¡No! Es lo otro.
Nunca olvidemos que los huevos constituyen una fuente de proteinas de alta calidad, y que incluso las personas con poco poder adquisitivo han mantenido siempre en su dieta. No lleguemos al punto de convertir en lujo, algo tan humano como es cenar una tortillita a la francesa.