La izquierda después de Mazón

Diario de València

La izquierda después de Mazón
Periodista

Carlos Mazón ha dimitido, como president de la Generalitat valenciana (aunque seguirá de diputado y por lo tanto aforado) y, según anunció Alberto Núñez Feijóo, en breve dejará también de ser el líder del PP valenciano. Ese era un objetivo en el que la izquierda se empeñó a fondo, presionar para su dimisión, en línea con los que exigían los familiares de las víctimas. De no haber sorpresa, que con Vox todo es posible, esta próxima semana Juanfran Pérez Llorca será investido como nuevo president valenciano con el apoyo de la derecha extrema. No habrá, por lo tanto, anticipo electoral en la Comunidad Valenciana, que era otra de las exigencias con la que el PSPV y Compromís llevan insistiendo los últimos días desde que Mazón hizo pública su retirada. El PP gana tiempo para preparar el combate electoral programado para mayo de 2027. Ese será en breve el escenario valenciano.

La ministra de Ciencia y líder del PSPV, Diana Morant, atiende a la prensa en Picanya

La ministra de Ciencia y líder del PSPV, Diana Morant, atiende a la prensa en Picanya

ROBER SOLSONA - EUROPA PRESS / Europa Press

El PP temía unas elecciones anticipadas que podrían favorecer, y mucho a Vox, o incluso otorgar una oportunidad a la izquierda de reconquistar la Generalitat Valenciana. Veremos el precio político que tendrá que pagar Pérez Llorca a Vox. Pero la izquierda se queda sin los dos principales argumentos que habían cimentado su estrategia de oposición desde hace muchos meses: dimisión y adelanto electoral. Especialmente el PSPV, cuya líder, Diana Morant, había serializado este argumentario repitiéndolo casi cada día. Ahora, con la alta probabilidad de que se mantenga el gobierno del PP, la también ministra insiste en que la elección de Pérez Llorca es una decisión de continuidad a las políticas de Carlos Mazón, y veremos en breve si está en lo cierto. Pero parece que los socialistas deberán ampliar su cuerpo de mensajes, así como su alternativa de gobierno, cuando los elementos de su discurso quedan ya, de facto, superados por los hechos.

La dana y sus 229 muertos han condicionado, en lógica, todo el debate político valenciano del último año, pero la dana no es todo lo que sucede ni debe resolverse en la Comunidad Valenciana. De no haber sucedido la tragedia, ahora estaríamos focalizados en asuntos claves como la financiación autonómica (en la que se ha roto la unidad de la Plataforma pel Finançament Just), en la vivienda, en la protección del medio ambiente, en el transporte público (lamentable la situación de las cercanías y la falta de frecuencia del metro en València), en la defensa del valenciano ante la guerra cultural declarada por Vox, en el riesgo de involución de derechos por el pacto del PP con la derecha extrema o en la carencia de inversiones del Estado, por ejemplo en Alicante. De no haber sucedido la dana estaríamos debatiendo sobre estos temas, así en los foros institucionales como mediáticos, pero la catástrofe del 29-O de 2024 cambio todas las prioridades.

Parece increíble es que en la peor situación que ha vivido el PP valenciano en su historia, la izquierda, especialmente el PSPV, no acabe de despegar en las encuestas”

La izquierda debe asumir ahora que dimitido Mazón y con un nuevo president con el apoyo de Vox está obligada a replantear su estrategia de oposición, más allá de la dana; o de lo contrario los valencianos percibirán que esa misma izquierda no tiene un proyecto político alternativo con visión de lo que debe ser la Comunidad Valenciana de los próximos años. Debería pensar esa misma izquierda que el modelo que se está imponiendo en la gestión de los recursos en esta geografía están condicionados por dos factores: el pacto del PP y Vox y las políticas del Gobierno. Esa misma izquierda debería tener una respuesta en ambas direcciones. El PSPV ha preferido seguir, erróneamente, las directrices del PSOE y de La Moncloa en asuntos fundamentales como la financiación autonómica, con su inentendible rechazo a exigir un fondo de nivelación transitorio. Compromís, tras mucho tiempo de colaboración con el Gobierno, ha optado por seguir su propio camino frente a Sumar, en tono de oposición. A Compromís las encuestas parecen otorgarles cierto reforzamiento. De Sumar y Podemos lo cierto es que en la Comunidad Valenciana apenas se tiene noticia. 

Queda poco tiempo hasta las próximas elecciones autonómicas de mayo de 2027, y es el tramo en el que el PP intentará remontar en las encuestas distanciándose de Carlos Mazón y de su gestión. Vox tiene su papel bien definido; es la ruptura de los consensos históricos, y les funciona por causas ya conocidas, en Valencia, en España y en toda Europa. La izquierda valenciana es la que debe reflexionar sobre qué quiere ofrecer a los valencianos para que la observen como una opción capaz de construir un futuro coherente. Porque lo que parece increíble es que en la peor situación que ha vivido el PP valenciano en su historia, la izquierda, especialmente el PSPV, no acabe de despegar en las encuestas. 

 

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