Carlos Mazón se sentó ayer en el escaño número 97 del Hemiciclo de les Corts Valencianes, en cuarta fila, pegado a los diputados de Vox. Es el sillón más alejado del que ocupa desde ayer el nuevo president valenciano, Juanfran Pérez Llora, en primera fila. No es un detalle menor. Es una decisión consciente del grupo popular del Parlament valenciano y que encaja con la clara voluntad de Llorca de distanciarse, en lo político y en lo gestual, al menos en público, del expresident, que ayer se mostró cauto, aunque amable, con la prensa. Ya en el debate de investidura de la semana pasada, Llorca eludió nombrar a su antecesor durante su discurso; tampoco lo citó ayer en la toma de posesión tras jurar su cargo. Sus primeras palabras fueron para las víctimas, a las que pidió “perdón”, y llamó a la “reconciliación”, también con el Gobierno. El relato del nuevo president quiere pasar página de una herencia que sigue pesando: la de la gestión de Carlos Mazón durante el día de la dana o, mejor dicho, su larga ausencia en los momentos más críticos de la tragedia, cuando en decenas de poblaciones la gente moría ahogada.
El expresident de la Generalitat, Carlos Mazón,sentado ayer en la última fila del Hemiciclo en el escaño 97
Pérez Llorca tampoco quiso ayer regalar los oídos a Vox, como sí hizo en su investidura. No hubo guiños ni agradecimientos a la derecha extrema, detalle que no pasó inadvertido al síndic de Vox, José María Llanos. Pronunció, además, íntegramente su discurso en valenciano, lo que no deja de ser una novedad en un presidente del PP de la Generalitat Valenciana. Los gestos, una vez más, son importantes.
Carlos Mazón se sentó ayer en el escaño número 97 del Hemiciclo de les Corts Valencianes, en cuarta fila, pegado a los diputados de Vox, lo más alejado de Pérez Llorca”
Pérez Llorca sabe que tiene poco margen de acción, pues la legislatura entra en su tramo final. Y sabe también que, de momento, sus socios de Vox le garantizan una estabilidad que hoy se verá confirmada con el nombramiento del nuevo ejecutivo valenciano. Al respecto, se prevén cambios, no radicales, pero si orientados a marcar también distancia con lo que ha sido el equipo de Carlos Mazón, especialmente en el área de Presidencia. Cuenta con el apoyo de Génova, que ayer mandó como emisario de Miguel Tellado, y no es descartable que pueda ser premiado por Alberto Núñez Feijóo con la presidencia del PP valenciano, en un futuro congreso, si su gestión encaja con los intereses de la dirección nacional del partido. Sabe también que la oposición del PSPV y Compromís va a reorganizarse, una vez ha quedado confirmado el nuevo president. Vienen semanas y meses en las que los coletazos de la tragedia de la dana, y la instrucción judicial, seguirán presionando al PP, pero sin Carlos Mazón de president ya no será lo mismo. De momento, Pérez Llorca ha demostrado formas muy alejadas de la vehemencia del expresident, y voluntad de rebajar la tensión, y la polarización, en el debate político. Tal vez por eso ayer dejó a Carlos Mazón lo más alejado posible de su persona en el hemiciclo. Insistimos, no es un detalle menor. Aunque, eso sí, le han permitido una portavocía por la que cobrará 600 euros más al mes, desde el escaño 97.