El caso de la clínica dental de Alzira (Valencia) donde murió una niña de seis años ya tiene los dos primeros detenidos. Se trata del anestesista que la intervino a la pequeña y de la dueña del establecimiento, que no tenía autorización sanitaria para realizar técnicas de actividad de anestesia, que incluye la sedación con fármacos intravenosos. Los investigadores sospechan de un posible robo de material sanitario para realizar anestesias.
Agentes de la Policía Nacional procedieron ayer, a primera hora de la mañana, a la detención de un hombre de 43 años como presunto autor de los delitos de homicidio, lesiones, omisión del deber de socorro, contra la salud pública y hurto, tras al parecer haber causado la muerte de una menor y la intoxicación grave de otra en la clínica dental donde trabajaba como anestesista. Asimismo, pocas horas después, a las doce de la mañana, detuvieron en esta localidad de la comarca de la Ribera a la propietaria de la clínica, una mujer de 50 años, como presunta autora de los delitos de omisión del deber de socorro y contra la salud pública.
Fuentes policiales explicaron que se continúan las gestiones de investigación por parte del Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía la Comunidad Valenciana para el total esclarecimiento de los hechos.
Respecto a los delitos, llama especialmente la atención el de hurto que podría estar relacionado con el robo de fármacos para practicar sedaciones intravenosas a las que la clínica no estaba autorizada.
Cuando se conoció la muerte de la niña de 6 años, desde la Conselleria de Sanidad, se informó que el centro privado estaba autorizado como clínica dental con actividad de odontología-estomatología, con lo que sí puede administrar sin más autorización anestésicos locales, pero no anestesia general.
Los hechos provocaron una gran alarma en la opinión pública, y en concreto a la localidad valenciana de Alzira, ya que la clínica era muy conocida en la población. La propietaria incluso hizo declaraciones en la televisión valenciana À Punt a la salida de la misma, en las que declaró que la menor había salido por su propio bien y en buenas condiciones.
Sin embargo, la pequeña presentó malestar tras haber sido atendida previamente en esta clínica dental. Ingresó a las 16.52 horas del jueves 20 de noviembre en Urgencias del Hospital de La Ribera en parada cardiorrespiratoria y aunque los facultativos intentaron su reanimación, al poco tuvieron que declarar el fallecimiento.
Sanidad había mantenido una reunión con el anestesista ahora detenido y elaboró un informe para darle traslado a la autoridad judicial
Ese mismo día y en la misma clínica atendieron a otra menor, de 4 años, que también presentó un cuadro similar de fiebre, vómitos y somnolencia. Tras su estabilización y la valoración pertinente, los facultativos decidieron su traslado en SAMU a la UCI pediátrica del Clínico. Esta semana, la niña recibió el alta médica.
El Servicio de Inspección de la Conselleria de Sanidad del gobierno valenciano había abierto un expediente informativo para esclarecer las circunstancias de lo ocurrido y ordenó la suspensión cautelar de la actividad de la clínica. También un juzgado de Alzira abrió diligencias previas de investigación y la Policía registró la pasada semana las dependencias de la clínica, acompañada de los servicios de Inspección sanitarios.
Este servicio dependiente de la Conselleria de Sanidad había mantenido una reunión con el anestesista ahora detenido y elaboró un informe para darle traslado a la autoridad judicial, según confirmaron desde la propia Conselleria.


