El Consell elegido por Juanfran Pérez Llorca se parece mucho al que tenía Carlos Mazón, pero algunos cambios, y algunas incorporaciones, apuntan a que el president valenciano está estableciendo puentes con la alcaldesa de València, María José Catalá, y con el expresident, Francisco Camps, al poner en su ejecutivo a personas de confianza de ambos líderes del PP valenciano. Una estrategia que, según fuentes del partido, responde a la voluntad de Llorca de preparar el relevo de Carlos Mazón al frente de la organización regional contando con suficientes apoyos que le permitan llegar al congreso regional de otoño de 2026 con la vida orgánica a su favor. Elemento clave para que pueda ser el candidato a las elecciones de 2027.
No eran pocos los observadores que subrayaban ayer que en este Consell se han incorporado, o asumido funciones de más responsabilidad, personas muy cercanas a Catalá y Camps en el presente y en el pasado. Es importante recordar que Carlos Mazón no tenía ninguna relación con el expresident, al que evitaba desde hace tiempo, y con la alcaldesa de València la complicidad se había deteriorado más aún tras la dana. Por eso, la incorporación de María Carmen Ortí como nueva consellera de Educación es un claro guiño a Catalá, pues es una mujer de confianza de la alcaldesa que viene de la Universidad Popular del Ayuntamiento.
En el caso de Francisco Camps, que sigue con su campaña para intentar liderar el PP, los nombramientos de Henar Molinero, nueva secretaria autonómica de Presidencia, y de Jacobo Navarro de Peralta, nuevo como secretario autonómico de Análisis, Estudios y Políticas Públicas se interpreta también como un gesto del gusto de Camps, pues ambos han trabajado estrechamente con el expresident en el pasado. Estas incorporaciones parecen abrir el camino para las reconciliaciones a tres bandas con un efecto clave en un partido donde Pérez Llorca mantiene buenas relaciones con los presidentes provinciales de Alicante y Castellón.
Quien queda sin “premio” en el nuevo Consell, de momento, es el presidente de la Diputación de Valencia, Vicent Mompó, quien antes de la dimisión de Mazón se postuló como el sustituto del expresident tras reunirse con los otros presidentes provinciales y con el propio Llorca. Ese gesto gustó poco a Génova, y menos aún a Catalá y Camps, que observaron como precipitado dar ese paso cuando aún Mazón no había tomado ninguna decisión aún sobre su futuro.
En principio, el expresident debería anunciar en pocos días que abandona también la presidencia del PP valenciano. Así lo anunció hace unos días Alberto Núñez Feijóo. Una vez dé el paso atrás, Pérez Llorca, actual secretario general en la Comunidad Valenciana, pasaría a ocupar ese puesto de manera interina hasta que se convoque el congreso previsto para otoño de 2026. El nuevo president ya anunció el pasado miércoles tras anunciar su nuevo Consell que, aunque no era una prioridad ahora, sí quería que los cambios en el partido se ejecutaran antes de las fiestas de Navidad, e incluso adelantó que tenía claro qué personas quería para dirigir el partido.
Los cambios en el Consell dan pistas de que, seguramente, esas personas también servirán para enlazar puentes con todas las familias del PP valenciano. De ser así, Llorca estaría preparando el terreno para consolidarse en el congreso regional y ser el candidato a las elecciones de 2027. De momento, los gestos en el Consell apuntan en esa dirección.
