Vale la pena repetirlo: es totalmente incomprensible, además de una grave anomalía institucional, que la Generalitat Valenciana y el Gobierno español no hayan establecido hasta ahora ningún tipo de colaboración para unir fuerzas de cara a acelerar la reconstrucción de los efectos de la dana que provocó 230 muertos. Hablamos de una tragedia que sucedió hace más de un año, tiempo en el que no ha habido ni una sola reunión entre Pedro Sánchez y Carlos Mazón para abordar juntos cómo colaborar en tan compleja tarea. De tal manera, que ambas administraciones han ido cada una por su lado, para pasmo de los valencianos afectados por la dana que nunca han entendido esta fractura en la obligada complicidad institucional en un Estado compuesto como el nuestro. Lo dijimos días después de la catástrofe: La Generalitat falló en la previsión y la gestión de la dana el 29-O y el Estado estuvo ausente en esas primeras jornadas. Pero lo que es lamentable es que durante meses la relación haya sido nula.
El president valenciano, Perez Llorca
Por eso es una excelente noticia que, a petición de Pérez Llorca, se haya convocado una reunión en La Moncloa entre el president valenciano y Pedro Sánchez. No deja de ser incongruente que lo que debería entenderse como un gesto de normalidad sea, en este caso, algo extraordinario; lo que dice mucho del momento institucional que se vive en España. Y es evidente que la dimisión de Mazón ha sido factor clave para que el Gobierno haya entendido que era incoherente mantener esa fractura institucional en un momento en el que más se necesitaba la suma de fuerzas con un objetivo común. Pérez Llorca había anunciado su voluntad de recomponer los puentes rotos con el Ejecutivo y su gesto se ha traducido como una posibilidad que los valencianos deben aplaudir. Ambos líderes podrán hablar cara a cara de todo aquello que más necesitan los valencianos.
En una sociedad tan polarizada, también en toda Europa y en todo el Mundo, se ha normalizado que los partidos usen las instituciones como elementos de batalla política, olvidando que en democracia son las instituciones las que están por encima de los partidos. En el caso de la dana se ha hecho evidente, con una larga lista de ejemplos en los que Carlos Mazón y Pedro Sánchez recurrieron a la dana para castigar al rival y dificultar cualquier posibilidad de entente, más aún desde que comenzó a evidenciarse la responsabilidad política del expresident valenciano en la gestión de la Emergencia el día 29 de octubre de 2024. En lugar de colaborar, ambas administraciones se han dedicado a criticar a la otra por lo que hacían o por lo que no hacían, incluso elevando la disputa a nivel nacional en no pocas sesiones de control en el Congreso.
Es totalmente incomprensible, además de una grave anomalía institucional, que la Generalitat Valenciana y el Gobierno español no hayan establecido hasta ahora ningún tipo de colaboración para unir fuerzas para la reconstrucción de la dana”
Pero hay un problema añadido. Esta incapacidad de sintonizarse ambas administraciones ha provocado que “otros” problemas valencianos latentes, como la financiación autonómica, la falta de inversiones, los problemas en el transporte por ferrocarril o de recursos financieros, hayan desaparecido totalmente de la agenda en España. Es ahí donde Pérez Llorca debe ejercer de president de todos los valencianos y obligar a que ciertos temas vuelvan a esa agenda, por mucho que Vox intente restar importancia a las cuestiones autonómicas. La cita de La Moncloa es, por eso, un buen comienzo. Veremos los resultados.