Tu historia
Españoles en el extranjero
En La Vanguardia queremos contar tu experiencia en otros países. ¿Te has mudado fuera de España porque tu trabajo está mejor valorado en el extranjero? ¿Has cruzado las fronteras por amor? Si has cambiado de vida lejos de casa, escríbenos a [email protected]
Mudarse al extranjero implica retos personales y profesionales. Muchos jóvenes españoles se marchan en busca de mejores oportunidades laborales y económicas. Es el caso de Claudia Pérez, creadora de contenido conocida en redes como @clauperezgi y fundadora de su propia academia de idiomas online, Kejia, donde imparten clases de chino, inglés, francés o español. Dominar varios idiomas da una ventaja extraordinaria a la hora de viajar por el mundo. No solo facilita la comunicación con diferentes personas de otras culturas y orígenes, sino que también te abre las puertas a mejores oportunidades laborales y educativas a nivel internacional. En su caso, la oportunidad ha sido la de vivir en China, en concreto en la ciudad de Shenzhen.
Situada en la provincia de Guangdong, Shenzhen, es una de las mayores ciudades chinas, donde viven más de 12 millones de personas. Es un gran reflejo del vertiginoso crecimiento económico y urbano del país, además de ser un referente mundial en innovación y tecnología. Claudia decidió dejar su vida en España y mudarse a China en 2023. El origen de esta aventura está en sus estudios de Lenguas Modernas y Tradición con chino como primer idioma. La primera vez que visitó China fue en 2019, donde estuvo 3 meses como au pair para practicar el idioma. “Y en 2023 vine porque quise, me gustaba la cultura china y quería empaparme al máximo del chino”, explica a La Vanguardia.
Claudia Pérez, española en China (cedida)
La pandemia de la covid en 2020 sacudió la vida de todo el planeta y muchos se replantearon su futuro. Es el caso de Claudia, de 27 años, que tras el fallecimiento de su padre tuvo que buscarse la vida para ayudar en casa y utilizó las redes sociales para anunciarse como profesora de chino. “Empecé a tener varios alumnos y daba clases presenciales y online, mientras lo compaginaba con la carrera”. Al acabar sus estudios encontró un trabajo como profesora en Barcelona, mientras seguía con clases particulares hasta que consiguió un número elevado de alumnos y dejó la academia. Entre sus planes estaba mudarse a China y vivir exclusivamente de dar clases, así que tenía el reto de encontrar al máximo número de alumnos. Fue ahí cuando empezó a crear contenido en redes sociales y “tuve más más recibimiento del que yo esperaba. Cada vez había más gente interesada en recibir clases y yo no podía abarcar todos esos alumnos”.
Ante el aluvión de peticiones, tuvo que buscar otras profesoras para dar clases. Y finalmente, el verano pasado acabó fundando su propia academia, donde se imparten clases de hasta 9 idiomas. Pese a que vive en China, su academia está en España, y por lo tanto, los horarios son complicados. “Doy clases a las 2 de la mañana, pero ya nos hemos acostumbrado”, cuenta.
China: un país con una gran diversidad cultural
Claudia ha creado una comunidad en redes sociales donde muestra como es su vida en China. Entre las cosas más curiosas que ha contado es que vive en un edificio de 52 plantas donde puedes encontrar todo tipo de servicios como “peluquería, salón de belleza, estudio de pilates, oficina de correos, o gimnasio con piscina”. Ha encontrado esta ventana donde explica la realidad social del país y su nivel de vida, que puede ser “extremadamente barato o extremadamente caro. Tú decides lo que quieres gastar, pero todo es bastante más barato que en España”.
El alquiler de su piso en Shenzhen, con 3 habitaciones y vistas a toda la ciudad, le cuesta unos 1.100 euros “un piso así en Barcelona, costaría más de 2.000 euros, seguro”. Otra de las cosas que ha comprobado durante estos dos años en China es que la vida social también es más económica que en España. “Puedes hacer muchos más planes sin pensar en el dinero. El taxi, comer fuera y salir es muy barato. Siento que tienen una vida social muchísimo más activa con un salario más bajo”.
Claudia Pérez, española en China (cedida)
Tras 2 años conviviendo con la sociedad china, Claudia considera que “le tienen mucho miedo a improvisar y siguen las normas. No les dan espacio al gris o a los matices, son de A o B y a veces, esto genera mucha frustración”.
Culturalmente, la sociedad china también es muy diferente a la española, motivo por el que “es muy difícil hacerte amigo de un chino. Sobre todo está la barrera del idioma, ya que la mayoría de la gente extranjera que viene no habla chino y ellos tampoco hablan inglés”. Además, Claudia también apunta a la diferencia en cuanto al estilo de vida “hablan de temas distintos porque hay muchas restricciones, como Google que está prohibido, y por tanto, hay muchas cosas que no conocen o que no saben”.
Como buena potencia mundial “es un país excesivamente consumista. Son muy de usar y tirar. Si te compras una camiseta y no te gusta, la tiras porque es muy barata. Tampoco hay costumbre de cocinar porque les sale mucho más barato ir a comer fuera. Hay mucha cultura de ir a comer fuera, de si te quedas con alguien que sea para comer. De gastar. No existe el concepto tomar una cerveza en una terraza”. Una forma de actuar que no funciona igual con la moda. El hecho que las prendas se produzcan en el propio país hace que la gente no compre en la tienda “porque saben que les va a costar el triple que en Taobao —una tienda online—y les llega al día siguiente en casa. En este caso, son consumistas online”.
Claudia, española en China
“Es un país excesivamente consumista. Son muy de usar y tirar”
Vivir lejos de casa tiene sus ventajas y desventajas. Para Claudia una de los grandes atractivos de China es que “es un país muy bonito. Tiene paisajes preciosos y mucha diversidad cultural. Siento que se pueden hacer muchísimas más cosas de las que harías en España”. La cultura china siempre ha destacado por su disciplina, una característica que se evidencia en el día a día “todo es fácil y accesible. El Uber tarda un minuto en llegar y es barato. La comida también tarda como mucho media hora. En el súper también todo es sencillo. Y el sistema de pago con el móvil facilita tu vida”. A nivel profesional y más dedicándose a los idiomas, esta joven destaca que “decir que has trabajado en China ayuda muchísimo porque es la gran potencia del mundo”.
Claudia Pérez, española en China (cedida)
Evidentemente, no todo es fácil cuando vives en un país tan diferente al tuyo. Entre las grandes desventajas que destaca es el idioma. “La comunicación es complicada”. Además, China emplea un sistema de censura y regulaciones legales para bloquear páginas extranjeras, como Google, Facebook o Youtube, y filtrar contenidos y como creadora de contenido esta es una de las dificultades a las que se enfrenta cada día, ya que, “tienes que ir con VPN todo el rato, subir contenido a Tiktok es muy difícil. Si no usas esta VPN no puedes acceder a Google, o no puedes utilizar WhatsApp o Instagram”. Sin embargo, una de las cosas que destaca como más complicada del país es que “todo está hecho para el chino. Cuando viajas, todo está hecho para el turista chino. También hay muchas aplicaciones a las que si no tienes teléfono chino no puedes acceder”.
Como todos los jóvenes que están lejos de casa se plantea el dilema sobre la posibilidad de volver, una dicotomía que muestra la realidad de muchos jóvenes. “Ahora mismo, España está complicada para los jóvenes. Es muy difícil conseguir un buen puesto de trabajo o escalar y que te compensen económicamente”. En su caso, también destaca que el “mundo de los idiomas está muy mal pagado y muy mal tratado. Los traductores cobran muy mal y no está reconocido como debería”. Aún así, no tiene pensado quedarse para siempre en China y se plantea volver a España “aunque no a corto plazo”.
