Esther Mayor, valenciana viviendo en Irlanda: “Mi marido cobra unos 2.000 euros al mes trabajando solo de lunes a jueves y recibimos 1.450 en ayudas; en España esto era impensable”
Española en Irlanda
“Nos fuimos de España porque mi hija vivió una situación muy dura en el instituto por parte de algunos profesores. Decidimos comparar una autocaravana vieja para viajar y buscar un cambio”, explica Esther
Esther Mayor, española viviendo en Irlanda
Esther Mayor, valenciana de origen, de 47 años, decidió con su marido David y sus tres hijos dejar atrás España para empezar una nueva vida en Irlanda. Tras una serie de experiencias difíciles, especialmente en el ámbito educativo de una de sus hijas, la familia vendió casi todas sus pertenencias y se embarcó en un viaje por Europa en autocaravana que acabaría marcando un antes y un después en su historia.
Desde hace un año viven en el sudeste de Irlanda, concretamente en Carnew, un pueblecito del condado de Wicklow y muy cerca del condado de Wexford. Irlanda, con su cultura acogedora, la educación inclusiva y las oportunidades laborales, se convirtió en el destino en el que reconstruir su vida. Ahora, esta valiente madre de familia, ha compartido en una entrevista para La Vanguardia cómo ha sido el proceso de adaptación y los retos que han tenido que enfrentar.
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Vender casi todas las pertenencias para irse de España en autocaravana y poder vivir con dignidad
¿Cómo era vuestra vida en España antes de tomar la decisión de irse a vivir a otro país?
Mi marido y yo somos de Valencia, aunque durante los últimos años vivíamos entre varios pueblos pequeños de Teruel, sobre todo en Olba y Fuentes de Rubielos. Llevábamos una vida tranquila, muy familiar, pero con muchas dificultades. Mi marido tenía trabajos precarios, temporales o mal pagados, y yo sostenía la economía con mi negocio online de formación y asistencia virtual. Sin embargo, llegó un momento en que el esfuerzo no compensaba: ganaba cada vez menos, invertía más y el margen era mínimo.
Mi hija recibió tratamiento psicológico durante más de un año y esto fue un punto de inflexión
Además, una de nuestras hijas vivió una situación muy dura en el instituto: presenció comportamientos injustos y abusivos por parte de algunos profesores a varios compañeros y se rebeló contra ello. El hecho de que ella no se quedara de brazos cruzados la convirtió en el blanco de castigos y conflictos. Lo que más nos marcó fue cuando el conductor del autobús escolar la dejó en la calle, a varios grados bajo cero, solo por reírse con una amiga. El instituto se puso al lado del conductor. Nos abrieron un expediente y recibimos visitas de Asuntos Sociales sin sentido. Al final, mi hija recibió tratamiento psicológico durante más de un año, lo que fue un punto de inflexión.
¿Cómo surgió la idea de viajar en autocaravana?
La primera vez fue entre 2016 y 2017. Nuestros hijos eran pequeños y hacíamos escuela en casa. Vivíamos en Navarra, en una comunidad intencional, pero la situación económica era difícil. Compramos una autocaravana vieja, la reformamos y nos lanzamos a la carretera para buscar un cambio. Fue un viaje transformador: yo empecé a estudiar online —marketing, redes sociales y negocios digitales— y a trabajar como asistenta virtual. A partir de aquí, fundé una escuela online que nos permitió tener ingresos estables.
Esther Mayor, española viviendo en Irlanda
Ese viaje nos enseñó que el movimiento nos desbloqueaba. Así que en 2024, cuando la situación volvió a complicarse por todo lo que te he comentado anteriormente, decidimos repetir la experiencia y esta vez salimos de España. Nuestro primer destino fue Irlanda.
¿Quién tomó la decisión de irse del país y cómo fue?
Normalmente, soy yo la que impulsa las decisiones grandes, aunque mi marido siempre me apoya. Sabíamos que esta segunda vez sería más difícil porque nuestras hijas ya eran adolescentes, con amigos y rutinas, pero estaban tan desmotivadas en España que dijeron que sí, sin dudarlo.
La precariedad laboral de mi marido y la inestabilidad de mi negocio online nos habían dejado sin perspectivas. Sentíamos que en España ya no encontrábamos futuro, ni para nosotros, ni para nuestros hijos.
La autocaravana con la que viajaban
¿Qué hicisteis antes de iros fuera de España con la autocaravana?
Lo vendimos casi todo: una furgoneta, un coche, los muebles y muchas de nuestras cosas. Hicimos un mercado en casa y el resto lo vendimos por un grupo de intercambio de la zona. Solo guardamos las cosas más esenciales, lo que tiene valor sentimental, en el trastero de una amiga. Incluso nuestra gata vino con nosotros en la autocaravana, siendo una de las experiencias más divertidas del viaje.
La adaptación en Irlanda: tres hijos adolescentes y un gato
Irlanda fue vuestro primer destino del segundo viaje en autocaravana. ¿Por qué después decidisteis iros allí a vivir?
Siempre habíamos tenido Irlanda en la cabeza. Hace años que mi marido y yo vinimos aquí y nos enamoramos, tanto de la cultura céltica como de la gente y de los paisajes. Cuando volvimos queríamos poner a prueba si seríamos capaces de vivir aquí durante el invierno, el momento más duro del año.
Además, contactamos con las escuelas Educate Together, un modelo educativo sin religión y basado en distintos proyectos y valores. Conseguimos plaza para nuestros hijos y esto fue definitivo para tomar esa decisión. En España, este tipo de educación solo está disponible en centros privados, fuera de nuestro alcance económico.
Esther Mayor, española viviendo en Irlanda, junto a su familia
¿Cómo ha sido la adaptación de tus hijos en el sistema educativo irlandés?
Muy buena. Mis hijos llegaron sin un alto nivel de inglés, pero los centros fueron muy comprensivos. Cuando mi hijo tuvo un problema con un compañero, todo el colegio se implicó: profesores, secretaría, dirección… En pocos días lo solucionaron. Esto en España nunca lo habíamos visto.
Mi hija mediana, la que lo pasó peor en España, me dijo hace poco algo que me emocionó: “De septiembre a junio, mi sitio es Irlanda. España es para el verano”. Sentí que finalmente había encontrado su sitio.
Esther Mayor, española viviendo en Irlanda, junto a su familia
¿Qué destacarías de la vida en Irlanda?
El carácter de la gente. Los irlandeses son empáticos, humildes y tienen una forma de acoger que te hace sentir como en casa. Si no entiendes algo, se detienen, te hablan despacio y te animan. Además, el entorno natural y la cultura céltica nos inspiran mucho.
Eso sí, existen desafíos: el precio de la vivienda es altísimo y la sanidad pública no tiene la misma cobertura que la española. Sin embargo, Irlanda nos ha dado estabilidad y la posibilidad de reconstruirnos. Aquí siento que puedo crecer, estudiar y formar un futuro para mis hijos.
La vida en Irlanda es cara, pero gracias a las ayudas que reciben pueden vivir tranquilos
¿Cómo fue la llegada y el proceso de instalación?
Mi marido vino antes que nosotros, en mayo del año pasado, mientras yo seguía viajando con los niños por Italia. Su misión era encontrar su casa y trabajo. En dos semanas ya estaba trabajando en una fábrica de papel encerado para productos alimenticios. Él cobra entre 500 y 600 euros semanales, dependiendo de si hace horas extras. En total, el salario mensual ronda entre los 2.000 y los 2.400 euros por jornada completa de lunes a jueves, con tres días libres.
En España, con todo lo que trabajábamos, no llegábamos a fin de mes
Yo trabajo como asistenta virtual unas pocas horas semanales, entre cinco y diez, lo que me aporta entre 500 y 1.200 euros al mes, según la carga de trabajo. Además, en Irlanda existen ayudas muy potentes para las familias: recibimos 150 euros por hijo al mes (nosotros en total 450 euros) en concepto de Child Benefit, una prestación que reciben todas las familias con hijos, independientemente de sus ingresos. También tenemos una beca de apoyo familiar de 200 euros semanales (unos 1.000 euros al mes) por mis estudios y mi situación como autónoma.
Esther Mayor, española viviendo en Irlanda, junto a su familia
En total, nuestros ingresos mensuales se sitúan entre 3.900 y 4.500 euros, dependiendo del mes. Con esto pagamos un alquiler de 1.200 euros por una casa grande con jardín y cinco habitaciones, los gastos habituales y todavía nos queda margen para vivir tranquilos. En España, con todo lo que trabajábamos, no llegábamos a fin de mes. Aunque aquí la vida es cara, sentimos que el esfuerzo se recompensa.
¿Cuáles son vuestros planes de futuro? ¿Tenéis pensado volver a España en algún momento?
Por el momento no pensamos volver a España. Mis hijos quizás sí en unos años, pero mi marido y yo no. Aquí sentimos que podemos construir una vida estable. Irlanda está siendo muy generosa con nosotros. Solo deseo poder terminar mis estudios y ejercer como matrona, y que mis hijos puedan formarse y vivir con dignidad.