La Navidad está a la vuelta de la esquina. Además de ser una de las épocas más mágicas y especiales del año, también está rodeada de mucha historia.
Y es que el 25 de diciembre conmemoramos el nacimiento de Jesucristo pero, ¿es realmente la fecha en la que nació? El historiador y amante de la naturaleza Ernesto Montoya responde a la pregunta en sus redes sociales, dejando claro que, “no es bien bien así”.
Nacimiento de Jesús
La verdadera fecha
“Como todo el mundo sabe, la Navidad conmemora el nacimiento de Jesucristo el 25 de diciembre. De ahí precisamente le viene el nombre: del latín nativitas, “nacimiento”, empieza a contar el especialista. Según los evangelios de Mateo y Lucas, que son los que describen el nacimiento, ambos coinciden en que nació en Belén y en la concepción virginal de María, pero ninguno habla del día exacto del nacimiento, tal y como relata Ernesto.
De hecho, tampoco se indica que ocurrió durante el invierno. Según una pista en el evangelio de Lucas 2,8, se indica que los pastores dormían al raso y el ganado estaba libre pastando. “Debido a esto, muchos autores sitúan la fecha del nacimiento de Cristo en primavera, mientras que otros defienden que realmente pudo ser en invierno. Lo cierto es que no se tiene ni idea de cuándo nació realmente”, asegura el creador de contenido.
El solsticio de invierno es uno de los motivos por los que celebramos la Navidad en esas fechas
Pero entonces, ¿por qué el 25 de diciembre celebramos el nacimiento de Cristo? Y es que, tal y como indica Ernesto en su perfil de Instagram, la explicación está en uno de los eventos más importantes del año: el solsticio de invierno. “En este momento pasan cosas bastante relevantes; entre ellas, en gran parte del Mediterráneo finaliza la labor agraria con la recogida de las últimas cosechas. Comienzan los meses más fríos del año y los días empiezan a ser más largos de nuevo, renovando así el ciclo solar anua”, explica.
Este evento tiene gran relevancia en muchas culturas. “El valor simbólico del sol y de los solsticios está bien reflejado en la prehistoria a través de sepulcros megalíticos apuntando al este para que el sol entre en la cámara funeraria durante dichos eventos solares”, añade.
Invierno
Aunque, más concretamente, la explicación de por qué el 25 de diciembre la encontramos en Roma, según el historiador. “Ese día se celebraba la fiesta del Sol Invicto (Dies Natalis Solis Invictis), asociada al nacimiento del dios Apolo, y en algunos puntos también se rendía culto a Mitra, ese dios solar de origen persa”, cuenta.
También ligadas al solsticio de invierno estaban las Saturnales, celebradas del 17 al 23 de diciembre. En ellas se festejaba el fin de las labores agrícolas y los campesinos y esclavos eran liberados del trabajo durante la duración de la fiesta. “Se organizaban grandes banquetes públicos y los romanos se hacían regalos entre ellos”, explica.
Se fijó una fecha escogida arbitrariamente por la Iglesia católica: el 25 de diciembre
Y es que fue el emperador de Roma, Constantino I, con el apoyo del papa Julio I, quien estableció de forma oficial la fecha para la conmemoración del nacimiento de Jesús. “Se fijó así una fecha escogida arbitrariamente por la Iglesia católica: el 25 de diciembre. No es casualidad que escogieran justo este momento, ya que de este modo se aseguraban de que las fiestas de tradición pagana tan implantadas en la sociedad fuesen sustituidas poco a poco por el Nativitas Christi”, cuenta.
