“¿Creéis que nos estamos pasando con el boom del skincare?”. Esta es la pregunta que la dermatóloga Cristina Eguren ha lanzado a sus más de 100.000 seguidores en Instagram. La doctora ha realizado una profunda reflexión que hace pensar a más de un usuario en esta época donde constantemente las prescriptoras de moda y belleza no paran de promocionar, prácticamente a diario, los últimos lanzamientos de las marcas.
“La culpa no es de la rutina cosmética, sino del uso o mejor dicho, sobreuso, que le damos. Hoy os hablo sobre el skincare obsession o cómo tu rutina cosmética puede arruinar tu salud de piel. La obsesión por el skincare ha llegado hasta tal punto que vemos consumidores totalmente desorientados comprando y utilizando productos sin ton ni son”, señala la profesional.
Como explica Eguren, estas rutinas de cuidado de la piel que llenan TikTok e Instagram afecta especialmente a los más jóvenes, que tienen unas rutinas “desadaptadas a sus necesidades” y también pueden surgir problemas dermatológicos derivados del mal uso de cremas y sérums que incluyen principios activos que pueden que no sean aptos para todas.
La doctora asegura que estos vídeos pueden crear falsas expectativas porque muchos de los prescriptores usan filtros y también lamenta que hay recomendaciones que son “auténticas gilipolleces” y que no tienen otro objetivo que llamar la atención en las redes, poniendo de ejemplo las mascarillas de cada o de sangre menstrual que hace un tiempo dieron mucho que hablar.

El aumento de adolescentes que compran productos cosméticos que no necesitan es una tendencia que se da en todo el mundo
“Como dermatóloga considero que la rutina cosmética es una herramienta fundamental en la búsqueda de una piel sana y bonita. Ahora bien, no hace falta una rutina de 10 pasos ni utilizar todos los ingredientes habidos y por haber ni seguir la última idiotez de la influencer de moda”, afirma con rotundidad Eguren.
La profesional hace un llamamiento a “poner un poquito de sensatez” en este sector del skincare y a establecer unas rutinas que sean “coherentes” y que cubran con efectividad las “necesidades de cada piel”.
“Elige bien tus fuentes de información y, si ya tienes problemas de piel, ponte en manos de un buen profesional que te oriente. Y deja de gastar dinero y de hacer chorradas, tu piel te lo agradecerá”, concluye Eguren.