Las mejillas sonrosadas vuelven a estar de moda. Una de las grandes tendencias beauty del verano es el sunburn makeup, un maquillaje que va mucho más allá del clásico efecto sunkissed y que da protagonismo a las mejillas y el puente de la nariz, que parece que se han quemado por el sol.
Celebridades como Hailey Bieber, Sabrina Carpenter o Kylie Jenner han sido las precursoras de esta moda que es muy sencilla de realizar y que requiere del uso de muy pocos productos, básicamente un colorete o un tinte labial. “Es un efecto que favorece especialmente a los rostros redondeados porque acentúa el centro de la cara, pero en realidad puede adaptarse a cualquier tipo de rostro. Basta con jugar con la intensidad y la colocación del producto”, expone la maquilladora Cristina G. Nuevo.

Hailey Bieber es una de las precursoras del maquillaje sunburn
El sunburn blush es el efecto que recuerda a esa piel adolescente enrojecida por el calor o la emoción y aporta una calidez inmediata al rostro. “Transmite una sensación muy concreta: la de haber estado disfrutando del verano, del aire libre, del mar... Es un look con mucha energía y, al mismo tiempo, muy emocional. Tiene ese punto de nostalgia y de naturalidad que tanto gusta ahora, recuerdo un poco la época noventera”, señala la experta.

La cantante Sabrina Carpenter con sus mejillas y nariz sonrosadas
Este maquillaje ha llegado para quedarse porque, como expone G. Nuevo, “responde a ese deseo de vernos frescas, juveniles, saludables... como si nos acabaran de besar el sol”, un efecto del que nunca se puede cansar. Además, combina con cualquier estilo. “La clave está en trabajarlo bien y elegir la textura adecuada”, indica la maquilladora, que asegura que en otoño seguirá triunfando.
Para hacerse este maquillaje y que el resultado sea el deseado, sin acabar roja como una gamba, la experta apunta que la preparación de la piel es fundamental. “Tiene que estar bien hidratada porque esto asegura que el rubor se funda y se vea natural, no a parches”, remarca.

Tinta multifunción Peripera Ink The Velvet 15 Beauty Peak Rose (9,90 euros)
Una vez completado este primer paso, se debe elegir un colorete o tinte en tono rojizo, coral o rosado con un punto cálido. “No buscamos un rosa bebé, sino un color que realmente se parezca al enrojecimiento natural de la piel después del sol. Los tonos brick, terracota o incluso fresa son ideales”, afirma.

Tinte de labios y mejillas de Sheglam (4,26 euros)
En cuanto a la textura de producto, la maquilladora se decanta por el colorete en crema “porque se funde mejor con la piel y permite modular la intensidad”, pero también destaca que el formato en polvo “da más precisión y es ideal si tienes piel mixta o grasa”. Como añade: “las texturas en crema están muy bien, y quedan genial cuando se ven en foto o en vídeo. Pero en esta época de verano hay que controlar que no se nos vaya la mano”.

Unreal Blush Healthy Glow Stick en el tono Cherry Glow de Charlotte Tilbury (40 euros)
La aplicación del producto también debe ser precisa. “No se trata de parecer una langosta, sino de sugerir ese rubor playero, como si hubieras jugado a las palas en la orilla o dormido al sol en una hamaca”. La experta recomienda aplicar el rubor en las mejillas y extender el producto sobre el puente de la nariz, creando una franja que color que conecte ambos pómulos.

Colorete Soft Pinch Matte Bouncy Blush en el tono Grateful de Rare Beauty (31 euros)
“Es este gesto el que recrea el efecto de ‘me he pasado toda la tarde tomando el sol’”, apunta la experta, que recuerda que el objetivo no es parecer quemada, sino dar ese toque de color al rostro. “La clave de este look es que se vea natural, no como una mancha de color en la cara”, concluye.