Rita Sêco, experta en medicina estética: “Uno de los errores más comunes a la hora de simplificar la rutina de cuidado de la piel es confiar en los productos que prometen ‘hacerlo todo’, su eficacia es siempre muy limitada”
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La profesional aconseja apostar por “rutinas sencillas, eficaces y sostenibles, utilizando menos productos, pero más inteligentes”
La doctora Rita Sêco es experta en Medicina Estética facial
La rutina de cuidado de la piel ha evolucionado mucho en poco tiempo. Lejos queda aquella época donde solo se usaba la misma crema hidratante para día y noche y muchas personas apenas usaban un limpiador específico. Pero ahora todo ha cambiado y en algunos casos se hace un uso excesivo de productos solo para seguir alguna de las modas que destaca en redes.
Las expertas llevan tiempo avisando que no es necesario seguir una rutina de skincare de diez pasos como hacen las coreanas o usar muchos activos en poco tiempo, sino que se recomienda escuchar a la piel y ver cuáles son sus necesidades según la época del año, puesto que no requiere los mismos cuidados en verano que en invierno.
La doctora Rita Sêco es especialista en Medicina Estética facial
Una de las tendencias que está ganando presencia es el Skinmalismo, una corriente cosmética que se basa en el minimalismo y que apuesta por la simplicidad y eficacia de los productos, dejando atrás rutinas repletas de pasos y productos. Su objetivo es reducir la cantidad de productos utilizados en la rutina de cuidado de la piel, centrándose en aquellos que ofrecen múltiples beneficios.
“Este método del cuidado de la piel aboga por rutinas sencillas, eficaces y sostenibles, utilizando menos productos, pero más inteligentes”, apunta la doctora Rita Sêco, especialista en medicina estética. La profesional se muestra favorable a esta tendencia porque puede tener grandes beneficios para la piel. “Al aplicarse menos capas de producto, se reduce el riesgo de irritaciones, reacciones adversas e interacciones indeseadas entre los activos. La piel respira mejor, mantiene su barrera cutánea más estable y resulta más fácil identificar lo que realmente funciona para cada persona”, señala.
El Skinmalismo aboga por rutinas sencillas, eficaces y sostenibles, utilizando menos productos, pero más inteligentes”
Para la fundadora de Galerie Clinic, creer que la piel necesita muchos productos para estar bien es un error, puesto que el exceso se fórmulas con distintos activos puede saturarla e impedir que estos actúen de forma efectiva. “La rutina skinmalista debe contener concentraciones equilibradas de activos con eficacia probada, fórmulas estables y bien toleradas por diferentes tipos de piel. También debe someterse a pruebas dermatológicas y, a ser posible, tener formulaciones no comedogénicas e hipoalergénicas”, afirma la experta.
Los expertos apuestan por una rutina minimalista con los activos adecuados a las necesidades de la piel
La doctora Sêco expone cuáles son los activos multifuncionales que son esenciales para una rutina simplificada: el ácido hialurónico, que hidrata en profundidad; la niacinamida, que unifica el tono y refuerza la barrera cutánea; la vitamina C, que es antioxidante e iluminadora; las ceramidas, que reparan y protegen la piel, y los filtros solares de amplio espectro, que protegen contra los rayos UVA, UVB y la luz visible.
“En pieles con patologías específicas (acné severo, rosácea activa, melasma pronunciado) la simplificación debe realizarse bajo supervisión médica, para garantizar que no se comprometen los pasos necesarios para obtener una mejor respuesta”, indica la doctora Sêco.
Además, advierte de cuales son los errores más comunes que deben evitarse cuando se quiere simplificar la rutina de cuidado facial, como “eliminar pasos esenciales como una limpieza adecuada o la fotoprotección”, o confiar en productos que prometen «hacerlo todo» pero cuya eficacia es siempre muy limitada. Otro error frecuente es subestimar la necesidad de hidratación, incluso en pieles grasas, o no usar protector solar en invierno”.
La doctora Sêco recomienda seguir una rutina que se base en la limpieza suave, una hidratación de calidad y protección solar diaria. Partiendo de esta base, se deben añadir activos que den respuesta a las necesidades de la piel, priorizando siempre productos de máxima calidad y bien formulados. “El secreto está en menos pasos, pero cada uno de ellos con un impacto clínico verdadero y real”, afirma.