Adiós a las uñas tóxicas: así son las nuevas reglas de la manicura semipermanente segura
Nueva normativa
Así es el problema visto desde la perspectiva de los manicuristas
La UE ha retirado dos compuestos están directamente relacionados con la manicura semi permanente
Entró en vigor el pasado 1 de septiembre de 2025: la Unión Europea ha prohibido el uso del TPO (óxido de trimetilbencil difenilfosfina) y el DMPT (dimetil p-toluidina). “Estos compuestos se encuentran principalmente en esmaltes semipermanentes y geles de construcción para uñas, ya que actúan como catalizadores en el proceso de curado o secado bajo la lámpara”, nos cuenta Jimena Nails, manicurista.
Los dos compuestos están directamente relacionados con la manicura semipermanente, una de las más demandadas, y con la aceleración del proceso de secado, uno de los objetivos más valorados por las personas que recurren a un esmaltado profesional. La medida implica que no se pueden comercializar productos cosméticos que contengan estas sustancias en la UE y que los ya existentes deben retirarse.
La Unión Europea ha prohibido el uso de TPO (óxido de trimetilbencil difenilfosfina) y DMPT (dimetil p-toluidina)
Desde el inicio, expertos en toxicología y química han recalcado que se trata de una decisión que realmente solo afecta a las profesionales de la manicura. “Efectivamente somos las más afectadas —nos dice Jimena Nails—, no solo por ser quienes tienen mayor contacto con estos productos, y por tanto quienes más se pueden haber visto expuestas, sino por la inmediatez de la prohibición y por las pérdidas que muchas personas han sufrido en sus negocios. Es tan costosa la necesidad de renovación como el posible impacto del miedo que esta noticia podría generar en los clientes”.
Sin embargo, no eran pocos los centros y manicuristas que ya habían desechado estos componentes hace tiempo. Entre ellos, Jimena Nails. A veces los profesionales del sector se adelantan a la ley: “De hecho, no solo habíamos eliminado esas sustancias, sino otras que podrían ser problemáticas. Un ejemplo es el HEMA (hidroxietil metacrilato), muy presente en esmaltes y geles, que puede causar reacciones alérgicas. Aunque todavía no está prohibido y se admite para uso profesional, está en el centro del debate regulatorio”. Tanto ella como otros profesionales ya lo han desechado.
A pesar de todo, los usuarios siguen demandando servicios de manicura
Pero siempre hay quien no reacciona tan rápido. “Sé de compañeras del sector que han sufrido pérdidas de más de cinco cifras al tener que reponer de manera inmediata todo su producto y su stock”.
Y en casa...
La prohibición afecta también a muchos de los productos de uso domiciliario que se venden para conseguir una manicura semipermanente en casa. “El consumidor final también puede adquirir productos profesionales”, señala Miguel Benatar (mánager de Booksy, plataforma de negocios de belleza). “Pero los esmaltes semipermanentes o geles de construcción que contuvieran TPO o DMPT ya no pueden comercializarse en la Unión Europea, ni en tiendas físicas ni online”.
En teoría, a partir de ahora no podrán conseguirse, al menos en ningún país europeo. “En la práctica, esto protege a todos los consumidores. Pero hay que tener en cuenta que el riesgo no está solo en el producto en sí, sino en el uso inadecuado, sin medidas de ventilación o protocolos de seguridad”. Cosas que, en casa, probablemente se descuidan con frecuencia.
A pesar de que la noticia ha sido difundida por todos los medios, la alarma no ha tenido graves repercusiones
Que no cunda el pánico
Sin duda, las pérdidas por desecho de producto no van a ser pocas. Pero ¿afectará también a la reducción de clientes? Benatar asegura que “no hemos notado una caída en la demanda. El interés de nuestros usuarios por los servicios de manicura se mantiene intacto, incluso crece”.
A pesar de que la noticia ha ocupado espacios en programas de televisión, radio, artículos, reels y vídeos de TikTok, la alarma no ha tenido graves repercusiones. Benatar cree que la clave de esta rápida superación de la crisis está en que se trata de un sector en el que existe buena comunicación entre el profesional y el cliente: “La transparencia de las manicuristas con los consumidores es un valor fundamental”. Medical Research Modernization Committee y Doctors and Lawyers for Responsible Medicine han publicado sobre el tema, alertando de las malas prácticas a las que ha llevado en muchas ocasiones el conocimiento procedente de la experimentación con animales, tanto en cirugía como en investigación.
La prohibición solo “responde a una estrategia de precaución”, según Nicolás Olea
De hecho, estos organismos afirman que “deberíamos poner en marcha todo un nuevo sistema de investigación basado en modelos informáticos, en cultivos de tejidos humanos y en estudios epidemiológicos” (Antonio Pardo Caballos, Dpto. de Humanidades Biomédicas de la Universidad de Navarra, texto adaptado en animanaturalis.org).
En resumen: las conclusiones obtenidas al exponer a los ratones a exageradas cantidades de estas sustancias no tienen por qué ser extrapolables al ser humano. Nicolás Olea, de la Universidad de Granada, uno de los expertos más consultados en diferentes medios españoles, ha recordado en cada declaración que la prohibición solo “responde a una estrategia de precaución”. Y Julian Sass (científico cosmético, citado en PBS Newshour) ha hablado desde el principio de la diferencia entre peligro intrínseco (lo que la sustancia puede provocar en algún ser) y riesgo real (probabilidad de daño en el uso concreto).
¿Dónde va a ir ese esmalte que se puede utilizar?
Lo que sí da miedo de verdad
Voy a compartir la pesadilla que me produce todo esto (además de pensar en los ratones): esas enormes cantidades de esmalte contenidas en pequeños envases con compuestos prohibidos que esperaban ser abiertos en los salones de peluquería y comprados en los almacenes de las marcas… ¿Dónde van a ir a parar?
Lo más probable es que a nosotros no nos hayan dejado secuelas, pero ¿qué pasa con todo eso cuando se desecha? ¿Cómo se controlará la gestión de estos residuos?
Es aterrador.
Cómo es un esmalte seguro
Para asegurarte de que eliges bien tu esmalte:
- Es transparente en su etiquetado: informa de todos sus ingredientes, del país de fabricación y del responsable legal en Europa.
- No contiene ingredientes prohibidos.
- Está registrado en el portal CPNP.
- Para no arriesgar, es mejor comprar siempre en canales oficiales o salones de confianza.
- Desconfía de productos demasiado baratos, sin etiquetado claro o de procedencia desconocida.
- Es seguro el que cumple con la normativa europea.